✓ MI PSICÓPATA || P.M

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POV Brooke_

— ¿De qué hablas Toby? — Jayson se levantó y se puso detrás de mí cogiéndome la cintura, puse la llamada en alta voz.

—El manicomio empieza a estar lleno y quieren trasladar a algunos pacientes al manicomio de Colorado— podía imaginarme que era y si me lo decía es porque tenía que ver con nosotros.

— ¿Y qué quieres decir con eso?

—Entre esos pacientes están los chicos, vi la lista, trasladan a Alex, Jaden, Taylor y a Jayson— abrí los ojos como platos y miré a Jayson, el cual tenía la misma cara que yo.

— ¿Cuándo los trasladan? — pregunté, estaba nerviosa esperando la respuesta, Jayson me abrazó fuerte.

—El sábado— abrí más los ojos, estábamos a martes, estaba paralizada, sin palabras.

— ¡¿El sábado?! — gritó Jayson reaccionando, separándose rápido de mí.

— ¿Esta Jayson contigo? — miré mal al recién nombrado por su grito.

—Eh si, estaba pasando otra vez por las habitaciones para ver si estaban bien— hablé nerviosa; Jayson rió por lo bajo, le di un codazo en el brazo, ante el acto me miró mal.

—Bueno, no tardes mucho en venir, tenemos que ver qué podemos hacer antes del sábado, tenemos tres días, de momento seguiremos siendo médicos del centro para que puedas seguir viendo a tu novio— Jayson soltó una risita ante lo último, fruncí el ceño.

—No es mi novio— Toby rió levemente ante mi respuesta.

—Como digas, pero ya dejen de hacer sus cochinadas y ve a dar una vuelta, por si acaso o ve a ver tus pacientes si tienes— noté calor en mis mejillas al recordarlo y Jayson me miró con una sonrisa orgullosa.

—Bien, no voy a tardar en volver, adiós— me respondió con un “adiós” y colgó. Miré a Jayson con los brazos cruzados.

—No es mi culpa, me trasladan en el sábado y si no salimos de aquí no voy a volver verte— levantó las manos, reí levemente negando con la cabeza.

—En fin, tengo que ir a ver una paciente y ya llevo mucho rato aquí, mañana vuelvo ¿sí? —me miró a los ojos e hizo un puchero. —No me mires así— desvié la mirada.

—Quédate un poquito más— dijo poniendo sus manos en mi aun haciendo puchero.

—Noo, llevo más de una hora contigo, y tengo que ir a ver una paciente— puse mis manos en su cara, aprovechó y me lamió una, las quité enseguida. —No chupes la mano, cochino— le di un golpe en el brazo, rió levemente.

—Bien, pero mañana a primera hora te quiero aquí— dijo señalándome con el dedo, reí levemente.

—Vale— dije alargando la “e”. Le di un beso en la nariz y recogí mis cosas—Te la tomas, quiero un hijo contigo pero no ahora— dijo señalándome con el dedo y dándome un beso en la frente.

—Que si, no soy tan descuidada como tu— me miró serio, yo solté una carcajada.

—Me ofendes— dijo poniéndose una mano en el pecho.

—Adiós Jay— dije dirigiéndome a la puerta dispuesta a irme.

—No, no, ven aquí ahora mismo— deje el bolso en el suelo y me giré para mirarlo pero sin moverme de la puerta.

— ¿Qué quieres? — lo miré con una sonrisa.

—Te despides bien, los besos no se hacen en la nariz— se acercó a mi poniendo su cara muy cerca de la mía. —Al menos a mí no— susurró.

— ¿Y qué es lo que quieres? — tenerlo tan cerca de mi me ponía nerviosa, y sé que siempre me pasaría. Tenía su mirada sobre mis ojos.

—Ya sabes lo que quiero— si yo le tengo que rogar mientras lo hacemos, él me tendrá que rogar si quiere algo.

—No, no lo sé— dije con una sonrisa orgullosa, puso una mano en mi cintura, fue empujándome hasta que toqué la puerta, me tenía acorralada.

—Brooke, no lo hagas más difícil— la otra mano la puso en mi cuello y apretó ligeramente. Intentaba que lo besara, pero tenía que resistir y conseguir que me lo pidiera.

—No voy a darte nada hasta que me lo pidas— le susurré, pasé mis brazos por su nuca y acaricié suavemente su pelo, se mordió el labio inferior lentamente. —Yo te rogo mientras lo hacemos, ahora quiero que me digas que es lo que quieres— lamió sus labios y una sonrisa se formó en sus labios al oír eso.

—Y me encanta cuando lo haces— me susurró, la mano que tenía en la cintura la bajó poniéndola en mi culo y apretando ligeramente.

—Si no quieres nada me voy— lo empujé intentando salir pero no se movió, lo único que conseguí fue que con la mano que tenía en mi cuelo levantara mi cabeza haciéndome mirar al techo y que dejara besos húmedos en el.

—Quiero otro beso tuyo— dejó de besar mi cuello y pude mirarlo, sonreí y se lo di en la mejilla. —No provoques, sabes donde quiero el beso— le cogí la cara con ambas manos y los besé, antes de separarnos mordió mi labio inferior ligeramente. De golpe llaman a la puerta, haciendo que ambos nos sobresaltáramos.

<<𝕞𝕚 𝕡𝕤𝕚𝕔𝕠𝕡𝕒𝕥𝕒>>

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