Rencillas ajenas

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Mientras iba en el tren con Tomás y veía pasar casas, árboles y veredas, mi cabeza no dejaba de pensar en lo que haría mi padre al leer mi carta. Por momentos pensé en como no tuve el valor de decirselo cara a cara.

Y luego recordaba su furia contra Tomás Harper el padre de Tom, cuando envió a quemar la pequeña granja de Tulio nuestro jefe de cuadra.  Su nieto terminó con  muchas quemaduras y se vio muy mal --  O cuando rompió las cercas del ganado y se perdieron más de quince reces que había comprado mi padre hacía unos días.

La suma de los errores y maldades del padre de Tom le daban a mi padre las herramientas suficientes para rechazar a su hijo.  Aunque no lo conocía.  Tom, mi Tomás, era totalmente lo opuesto a su padre.

Y yo lo amaba con  todas mis fuerzas.

-- ¿Te arrepientes mi amor de lo que estamos haciendo? -- Le preguntó Tomás mientras la abrazaba y buscaba en sus ojos la respuesta.

-- ¡No mi amor! Tom -- Sé que a ti te dolió dejar a tu madre y que te preocupa igual que a mí la reacción de mi padre. Sé que te angustia lo que pueda pasar con tu mamá.  Pero, ambos tomamos la decisión de proteger nuestro amor por casi dos años. Nos amamos y decidimos hacer una vida juntos, lejos de tantas rencillas que no son nuestras.

Tu madre y mis padres tendrán que superar esto -- Lo que me alegra es saber que tu madre no me rechazó al enterarse quién era la mujer que amabas. Me alegra porque  quiero que nuestros hijos tengan una abuela.  Y espero -- Ruego al cielo  Tomás Harper, que un día mi padre pueda superar todo el daño que le hizo tu padre y decida ser el abuelo cariñoso que sé que podría ser --  Con nuestros hijos.

Con un tierno beso Tomás consolaba a su ya esposa, Valezca de Harper.
Ambos sentían dolor al separarse de sus familias a quienes amaban, pero si no lo hacían el padre de Valezca iba a hacer todo lo posible para separlos para siempre.  Y ninguno de  los dos iba renunciar a su amor  por lo que había sucedido entre sus padres.

Mientras el viaje a su hogar en Inglaterra se daba entre besos y suspiros nostálgicos y un poco preocupados por lo que podia suceder.  Se animaban el uno al otro  entre caricias y palabras de amor.

Mientras en la hacienda Gallager sucedían cosas que preocuparon a Peter al saberlo.

Steve había venido a buscar  a Jenny la veterinaria, porque una de las yeguas hijas de Destello se había torcido la pata y cojeaba.

Pero justo cuando iba a entrar vio algo que le llamó mucho la atención.  Henry y Jenny se besaban en la clínica.  Y eso lo preocupo.

Papá hay que debo decirte..

-- ¿Que pasa Steve? ¿Algún problema?--  Preguntó Peter al ver la cara de su hijo

Papá yo creo que lo de Valezca y Henry no va a ser posible..

-- ¿¡Porqué!? -- Preguntó extrañada su padre

-- Lo primero que debes poner en la balanza es que -- Papá..

-- Déjate de rodeos Steve -- ¿Que sucede? -- Dijo Peter molesto

-- Creo que Henry de quién está enamorado es de Jenny..

-- ¡Te equivocas hijo! --  Henry a estado tras tu hermana por mucho tiempo, y es obvio que por amor.

-- Pues,  talvez se cansó de ser tratado solo como a un amigo --  Y vio en Jenny el amor.

-- ¡Claro que no! -- Si la veterinaria quiere  entrometerse entre Henry y mi hija, ¡puede darse por despedida!

-- Papá Jenny es una excelente veterinaria y mamá misma la entreno y está orgullosa de su desempeño..

Aprendí a ser feliz contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora