Secreto de amor

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Los hermanos Gallager trabajaban duro en las nuevas tierras que su padre había comprado.  Y por la noche los esperaban en la casa los brazos amorosos de sus novias..
Los besos y las caricias que durante todo el día ellos habian deseado disfrutar.

La clínica que se construía en los Robles, había sido acondicionada por error y Elena trabajaba en ordenar los planos y corregir las salas de operaciones y tratamiento de los  equinos.

Los Robles eran unas tierras preciosas y tenían unos parajes hermosos que Eunice disfrutaba recorrer al lado de Steve. Lo acompañaba en sus labores durante el día  y dándole ideas sobre nuevas tecnologías y maquinarias para hacer más productiva la hacienda.  Formaban un equipo muy visionario. 

Peter se reía al oírlos porque actuaban como los dueños del lugar, y eso le divertía.

Steve disfrutaba mucho de esas tierras y Eunice también.  Toda la vida de Eunice había sido rodeada de comodidades y de fiestas y vestidos bonitos. Pero ella deseaba más que eso. Deseaba retos y crear cosas..Un futuro diferente.

Amaba los caballos y la tierra. Por eso solía visitar a su tío Tomás Harper muy a menudo.  Y fue en una de esas visitas que su corazón se quedó pegado al corazón de Steve Gallager.

Un guapo muchacho con sueños y anhelos de crear cosas y de disfrutar de la vida como ella.

Su alma gemela..

Cada noche mientras oían música y bailaban, Steve y Eunice hablaban de su futuro juntos.

Celeste Harper quería casar a su hija Eunice con un archiduque, pero ella no deseaba más esa vida.  Que consideraba fría y lejos del calor de un hogar. Algo que sí sentía al lado de Steve. Y bajo el techo de esa hermosa casa.

No era tan grande como la mansión donde ella había crecido.  Ni llena de criados y doncellas. 

Esa casa estaba llena de buena gente que la recibió con calor humano.  Se sentía como si ese lugar y esa tierra fueran el lugar perfecto para vivir.

Steve era su sueño y esa tierra el lugar perfecto para soñar con él.

Cada día Steve y Eunice  preparaban nuevas metas para crear mejores producciones de leche y como dejar un espacio a la producción del alimento del ganado y de los caballos.
Y todo dentro de la misma hacienda.

Compraron juntos maquinaria y herramientas de trabajo.  Se llevaron muy bien con el administrador y con los hombres de la hacienda de los Robles. Ambos tuvieron  conexión inmediata con esas tierras.

Mientras que el corazón de Peter estaba en las tierras de la hacienda Gallager.  Su padre le había hecho su mano derecha allá y por la edad de su padre él se encargaba de casi todo.

De hecho mientras estaba en los Robles llamó varias veces al jefe de cuadra y le daba algunas directrices a seguir con algunos de los caballos y las yeguas a punto de parir.

Elena sabía que esa tierra y su amado Peter no tenían esa conexión que había alcanzado en su hermano Steve.

Pero los cuatro trabajaban duro durante el día, alcanzando el respeto de los hombres de los Robles y por las noches en la casa eran noches románticas al calor de la chimenea.

Música suave y vino dulce.  Besos al calor de una llama y caricias que encendían sus sueños.

Dos muchachos enamorados se rendían ante las palabras de amor que fluian de los labios de las mujeres que ellos amaban. Pasaban soñando cada noche en una vida juntos.

Vivían un sueño de amor..

Una noche se dividieron las dos parejas para darse un poco de privacidad. Ya llevaban en los Robles casi las tres semanas y Steve y Peter habían salido esa tarde de jueves con un objetivo en mente.  Y esa noche ellos  iban a cumplir su cometido.

Steve.. ¿Que se traen tú y tu hermano? -- Le preguntaba  Eunice, mientras rodeaba con sus brazos el cuello de su novio

¡No comas ansias! --  Esta noche mi amor es toda nuestra.  ¡Solos tú y yo!
Ante la chimenea, abrigado al calor de tus brazos, bajo el hechizo del azul de  tu mirada y la suavidad de tus besos.  No existe un lugar mejor en el que me imagine estar, que no sea aquí, ¡contigo!

Te amo Steve -- Le decía Eunice suavemente al oído, mientras se abrazaba a él, sintiéndose protegida y amada en sus brazos.

Esa sensación  de amor profundo se apoderó del corazón del muchacho y lo que en primera instancia iba a convertirse en el principio de su camino a la felicidad.  Se convirtió en segundos en un deseo mutuo.

Nadie se imaginó  a donde iba Steve con Eunice.  Ni tampoco cuando volverían.  Peter no lo vio salir. Y tampoco entrar. Esa noche él estaba en una terraza comiéndose a besos a su amada Elena.  Quien ya era su prometida.

Nadie lo iba a sacar de ese maravilloso momento.  Nadie iba a interrumpir el sueño que vivía con Elena. Se sentía sumamente feliz cada vez que podía estar a solas con ella.  Era algo  que deseaba vivir cada día. Unos  minutos solo con ella para derrochar su amor en sus labios y perderse entre sus brazos al calor de su piel.

El día trajo su luz y el trabajo esperaba a los hermanos Gallager de nuevo. Después de una noche romántica, era hora de seguir.

Se cumplieron las tres semanas y todo estaba listo antes de lo esperado. Les quedaba una semana para estar más relajados y más tiempo con sus novias.

Peter y Elena pasaban el tiempo en el campo. Habían encontrado un lugar donde podían pasar el tiempo juntos sin ser interrumpidos y dónde podían verse los campos hermosos que formaban las tierras de los Robles.

Mientras Steve y Eunice preferían quedarse en la casa.

Una tarde tranquila y apacible llegó un visitante.  Entró seguro en la casa. Saludo a la ama de llaves. Y subió a darse un baño.  No sin antes preguntar por los hermanos Gallager.

El joven Peter está en el campo y el joven Steve en su habitación -- Dijo la mujer

Así que subió escaleras arriba y sin pensarlo mucho abrió la puerta de la habitación dónde se suponía estaba su hijo Steve descansando -- Sólo..

Pero al abrirla, halló a su hijo durmiendo en la misma cama con Eunice --  Semidesnudos

Cerró suavemente la puerta y espero a que llegará su hijo Peter para hacerle las preguntas que se agolpaban en su mente. Ya que observó algo que lo inquieto.

Al llegar Peter no sabía que su padre había llegado. Y menos que estaba en la terraza esperándolo.

Al escuchar que había llegado su hijo, Peter vino a buscarle  hallandolo besando a Elena y que le  decía: ¡Cuando volvamos mi amor  te haré mi esposa!

La forma en como Elena y su hijo  se besaban dejaba claro que su relación llevaba su secreto a cuestas. Pero no podía ser más grande que el secreto de su hijo Steve.

Espero callado y escondido  a que Elena subiera a su habitación, esperando saber si su hijo la seguiría.  Pero ella le dijo a Peter con una sonrisa dulce he inocente  que se  iría  a dar un baño y  a descansar un poco.

¡Te veré luego mi amor! -- Le dijo Elena a Peter y se marchó.  Era obvio que ella  no era su mujer aún.

¿Pero que había pasado con su hijo Steve y con Eunice?

¡Peter!

¡Papá! --  ¿¡Que haces aquí!?
-- Preguntó Peter sobresaltado

Vine a ver el trabajo de mis hijos.  ¡Un excelente trabajo por cierto!
Pero tengo demasiadas preguntas ahora.  Y quiero oír las respuestas..

Peter sabía que no podía esconderle nada a su padre.  Lo habia visto con Elena y era hora de decir toda la verdad.

Empieza por decirme: ¿Cuándo se casó Steve?

Aprendí a ser feliz contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora