Juana ha sido un apoyo tan grande estos 2 dias, ha estado conmigo, conocio Salo y compartio bastante con el, incluso fue conmigo a ver a Poche.
Siento un vacio tan grande que, de hecho, se hace mayor con el paso de los dias.
¿Pero que mas puedo hacer? verla ahi, tan tranquila como si no supiera que aqui estamos matándonos por ella, son tantos los recuerdos que me vienen a la mente y siento que deberia haberla besado y abrazado mas, decirle mas veces te amo.
Luego de llamar a mi madre y comprobar que Salo estuviera bien, me levante de la cama y frote mi cara con mis manos, llenandome de fuerza que no existe.
Fui a "desayunar" porque en realidad solo tome un batido de frutas y unos cereales.
Senti una extraña sensacion dentro de mi, tan solo era una opresión en el pecho.
Solo lo ignore, y me vesti casual, esta semana entregue bocetos de vestidos y puse en paro empresas Calle hasta nuevo aviso, es decir, solo la parte de encargos todo lo demas sigue funcionando.
Pense en ir a darme una vuelta a la empresa pero me arrepentí. Todo me recuerda a ella.
Antes de llegar al hospital hable con Juli, ella como siempre estuvo tratando de subirme el animo. Y en ocasiones, lo lograba.
Llegue a la clínica, ya todos en esta clínica me conocían, subi sin levantar la mirada hasta el pido en donde Poche estaba y entre.
-Buenos dias mi amor, uff te extraño como ni te imaginas, ya deberías despertar linda. Tu familia te esta esperando aqui.
Acaricie su cabello y me incline a besar su mejilla.
-Tienes que luchar amor-susurre con la voz rota- lucha por ti, por Salo...por mi, bebe-una lagrima descendió mi mejilla- tienes que ser fuerte y abrir esos hermosos ojo que tienes...
Mi corazon dio un vuelco al sentir un quejido salir de sus labios, me separe rapidamente de ella respirando agitadamente.
-¿Poche?-ahora un suspiro salio de sus labios- ¡enfermera! enfermera-grite tocando el boton de emergencia- cariño....-toque su cara-
El doctor entro con una planilla en sus manos y desvio su mirada a Poche.
-'¿Que paso?- dijo viendo mi cara en shock
-Ella hizo sonidos como de no se...-el se acerco a ella y reviso sus signos, luego su corazon, bueno lo que hacen los médicos.
-Calle...-me acerque- habla con ella dile algo.
-Poche, vamos, tiene s que despertar-solto otro quejido y el doctor sonrio.
-Mira sus pulsos-la maquina se elevaba-cuando le hablas se altera...ella va a despertar.
-¿Que?-dije aun procesando sus palabras.
-Cuando los pacientes empiezan con estos sintomas mayormente significa que estan a nada de despertar.
-¿En serio?-asintio y llore con una sonrisa en la cara- no puedo creerlo..
-Ella estara bien, Calle-toco mi hombro y salio dejandome sola con ella.
-Amor....por favor- tome su mano y la bese- te esperare...te estamos esperando.
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Luego de volver a casa de mis padres con una sonrisa en mis labios, les conte todo.
Lloraron conmigo y ya teniamos un millon de planes para la propuestas, estoy tan asustada que siento que apenas ella despierte le pedire matrimonio.
Me recoste en la cama luego de darme una ducha.
El maldito ruido me desperto y me levante con una cara de orto...aun tenia sueño, mi telefono sonó y rode los ojos tomandolo.
-Ella despertó....
Fue lo que basto para que saliera corriendo en pijama, tome mis llaves y literal, maneje como nunca debia hacerlo, me pase los semáforos en rojo pero no me importaba.
Deje el auto a medio estacionar y baje adentrándome rapidamente, corri por recepción y subi de dos los escalones de las escalera.
Abri la puerta de golpe y alli estaba, sonriendo con lagrimas en los ojos al verme.
Me acerque lentamente a ella y tome su mano, su toque segua causandome lo mismo que la primera vez, la observe y bese sus labios dulces y tan exquisitos como siempre.
Probarlos de nuevo fue como si subiera y bajara del cielo.
-Te extrañe...-la observe pero ella solo sonreia- ¿Poche?
-Si me voy.....seras feliz- su voz era firme pero tierna- ¿cuidaras a Salo por mi?-toco mi mejilla-.
-¿De que hablas Poche?-llore.
-Prometeme que seguiras adelante con tu vida- dijo la mire con dolor.
-Amor...no digas eso yo....-y comenzo a desintegrarse- ¡Poche!
Mis jadeos retumbaron en la habitacion y seque las finas gotas de sudor que caian de mi frente, fue un sueño...pero la senti tan real.
Recien eran las 8 de la mañana, respire hondo sentada en la punta de la cama y lo que tenia que hacer.
Hoy era el dia de llevar a tus padres a la escuela, consistia en ir y presentarse delante de los demás niños y padre. Tenia que ir por Salo.
Ayer mi madre me habia informado sobre esta actividad pero estaba en duda si iba o no dependiendo de mi estado de animo pero decidi ir. El merecia una mejor respuesta de mi parte.
Salo ha estado de lado en esta semana y necesito que el sienta que no esta solo. Quizas deba prepararme en caso de que Poche no de....¿de que hablo? ¡claro que despertara! tienes que tener fe Daniela Calle....ahora recuerdo que Poche solia llamarme asi cuando estaba enfadada.
Me Puse unos de mis trajes formales y desayune, era las 9 asi que tenia tiempo para llegar.
Saque uno de los autos y conduje sin prisa por las calles de Miami.
Ni siquiera iba pendiente de la musica de la radio, la que ocupaba mis pensamientos era el amor de mi vida.
Estacione y vi varios autos que supongo que eran de los agrandados padres de los alumnos. Y lo digo asi porque muchos se agrandan por sus trabajos y lo andan exhibiendo, se que no esperan verme aqui ya que todos suponen que el hijo de Daniela Calle estaria en una escuela privada pero no, Poche me lo prohibió y por eso matriculamos a Salo aqui.
Camine por los pasillos, sonrei y recorde cuando iba en el instituto y lo antisocial que era pero aun asi era popular.
-¿Donde esta la sala de primer grado?- la chica sonrio y apunto la sala de alado, entre a la sala sin permiso y busque con la mirada a mi hijo.
-¡¡Mami!!-voltee sorprendida y riendo lo alce en mis brazos.
-Mi amor- bese su cara- ¿como estas?
-Bien...-aun seguia aferrado a mi cuello, y ahi supe...el me extrañaba-¿no te vas a ir de nuevo?
Negue y bese su mejilla, voltee y salude a algunos padres, vi a uno de mis empleados y le sonrei, me sente con Salo en mi regazo y empezamos con la actividad.
Todos los padres tenian a sus hijos en sus regazos, y mire a Salo.
Nunca me hubiera visto en una de estas actividades, sonrei con ternura y aproveche el momento.
