SMUT [harry potter boys]

T. N

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theodore nott x t/n

━━━━━━ 𝑾𝑹𝑰𝑻𝑻𝑬𝑵 𝑩𝒀: Astrid en tumblr

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Respiración pesada y gemidos suaves, ahogados por las grandes gotas de lluvia que repiqueteaban contra la Torre de Astronomía. El viento silbaba, llevándose cada pequeño gemido que salía de vuestras bocas y cuando un trueno retumbaba en la distancia, Theo maldecía en voz alta y enterraba sus dedos en tus muslos.

Te sentaste en su regazo, con la falda levantada y la ropa interior apartada, mientras lo montabas. Bajo tus piernas estaba su capa, la insignia de prefecto brillando a la luz de la luna, pero sabías que, a pesar de la protección, tus rodillas arderían como el infierno después de esto. Sin embargo, no te importaba. Tu mente giraba únicamente en torno a su dura polla, que te llenaba y estiraba cada vez que bajabas sobre él.

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Theo descansaba con la espalda apoyada en la pared, su boca se movía perezosamente por tu cuello antes de encontrar tus labios. Te atrajo en un profundo beso y cuando su lengua se deslizó dentro de tu boca, tus caderas tartamudeaban. Él sonrió y tú, en cambio, mordiste su labio inferior.

El viento trajo algunas gotas de lluvia extraviadas, pero casi no las sentiste contra tu espalda, demasiado ocupada con la forma en que Theo comenzó a amasar tus pechos. Tenías la camisa abierta, la corbata colgando del cuello, el pezón apenas expuesto, y cuando pasó el pulgar por encima, gemiste.

Los ojos de Theo, entrecerrados, te miraban mientras subías y bajabas sobre su polla, con tus músculos apretándose de la forma más deliciosa a su alrededor. Se preguntó si alguna vez había visto algo más hermoso o si era la lujuria, que se había apoderado de todos sus pensamientos, la que hablaba. De todos modos, no importaba, porque en ese momento, dejaste de moverte. Te habías echado completamente sobre él, con la cabeza echada hacia atrás, mientras él te llenaba de la forma más deliciosamente dolorosa. Sus caderas se doblaron, arrancándote otro gemido.

"Mírate, preciosa", gimió, con las manos bajando a tus caderas para estabilizarlas, "metiendo todo, como una buena...".

Le pusiste un dedo en la boca. "Cállate, Nott", susurraste cerca de su oído, "cállate y fóllame".

Tu deseo fue su orden. Un profundo gemido gutural salió de su boca y sus caderas volvieron a moverse hacia arriba. Se agarró a tu cintura con tanta fuerza que estabas convencida de que te dejaría moratones por la mañana, pero ahora mismo te daba igual. Te inclinaste hacia delante, intentaste encontrar un ritmo con él, y cuando lo hiciste -cuando finalmente lo hiciste- casi gritaste.

Una profunda sensación comenzó a formarse en la parte baja de tu estómago; la sensación que ansiabas, la liberación que necesitabas de él. Crecía y crecía con cada una de las duras y rápidas embestidas de Theo y la tensión que se acumulaba en tu interior era casi insoportable. Con los labios ligeramente separados y los ojos cerrados, parecía la definición pura de la felicidad y sabías que esa imagen quedaría grabada a fuego en tu mente durante la semana y los meses venideros.

"Theo...", gimiste. Tus piernas comenzaron a temblar y el Slytherin sintió lo cerca que estabas. "Theo..."

Respondió con un dedo que encontró tu clítoris... y entonces sólo hizo falta uno, dos, tres círculos y un poco de presión y la bobina de tu interior se rompió. Gemiste, tan pecaminosamente, que te haría sonrojar en cualquier otra circunstancia, y caíste hacia adelante contra su pecho. El sonido de tu boca, combinado con la sensación de tus paredes apretándose alrededor de él, era todo lo que necesitaba. Las caderas de Theo tartamudeaban y, con un último empujón, el orgasmo lo inundó. Sus ojos se cerraron mientras te abrazaba y gruñía ligeramente, con la frente apoyada en tu hombro.

Permanecisteis en esa posición durante unos instantes, antes de sentir a Theo riéndose suavemente.

"¿Qué?", preguntaste, un poco aturdida todavía, y levantaste la vista.

Te sonrió perezosamente, con el pelo oscuro revuelto y las mejillas rojas. "Siempre me llamas Nott. Excepto cuando te corres".

Pusiste los ojos en blanco. "Qué puedo decir, te las arreglas para joderme los sesos cada vez".

"Lo tomaré como un cumplido".

"Mhh", gemiste y luego te deslizaste de su regazo. Ahora que el momento había pasado, empezaste a temblar. Hacía frío aquí arriba, en la Torre de Astronomía, seguía lloviendo mucho y el viento golpeaba tu piel expuesta con una fuerza ingrata. Buscaste tu varita y murmuraste un hechizo para calentarte antes de arreglarte la ropa.

Theo te observó todo el tiempo, en silencio, con una expresión de satisfacción y satisfacción en su rostro.

"Bueno, entonces", dijiste cuando terminaste.

"¿Cuándo nos volveremos a ver?".

"¿Cuándo es la próxima reunión del grupo de estudio de tu novia?"

La sonrisa en la cara de Theo no vaciló. "No es mi novia".

"Me ha dicho que estáis saliendo".

"Astoria habla mucho cuando el día es largo", contestó Theo, completamente sin impresionarse.

"Eres un imbécil, Nott".

Se encogió de hombros. "Esa es parte de la razón por la que nuestro acuerdo funciona".

Suspiró. "Sí, bueno...", dudaste, "Nos veremos en el desayuno mañana por la mañana". Con eso, te diste la vuelta. Casi llegaste a la escalera cuando Theo te llamó de nuevo.

"¿T/N?"

Le miraste.

"Mi palabra sigue en pie".

Levantaste una ceja. "Ya hemos hablado de esto. Trabajamos mejor cuando estamos... así".

Su expresión era seria, algo que rara vez veías, y cuando hablaba su voz era firme: "Di la palabra y soy tuyo. Completamente".

Sacudiste la cabeza. "Cállate, Nott".

Te diste la vuelta justo a tiempo para no ver el breve parpadeo de dolor en su rostro.

Detrás de ti, cayó un rayo.