SMUT [harry potter boys]

R. W

Ron Weasley

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Te reíste mientras hacías girar la corbata de Fred Weasley entre tus dedos, presionando descaradamente tu pecho contra el suyo. Ambos disfrutaban de un juego amable pero coqueto entre ellos.

Fred te quitó el pelo de encima, sonriendo de par en par ante tu pequeña figura. Se alzaba enormemente sobre ti, bromeando sobre lo bajita que eras para tu edad.

Te considerabas una gran amiga de los gemelos Weasley, pero aún mejor de Fred. Ambos os entendíais a un nivel diferente. Compartíais el mismo humor y la misma casa, así que era como si el destino os hubiera hecho ser amigos.

Ambos compartíais también algo muy parecido, un chico tímido pero adorable llamado Ron Weasley.

Ron para ti era tu mundo, tu luz y tu razón. Sin él, sería como si las flores no volvieran a florecer.

Ron te observaba desde lejos, ignorando a su amigo Harry parlotear sobre Cho Chang, sin interesarse por su drama de pareja. Parecía estresado, al borde del cabreo, pero no se atrevería a mostrarlo delante de su hermano mayor. Sabía que si Fred se enteraba de que Ron estaba celoso por la forma en que su hermano y él bromeaban, se burlaría infinitamente por ello.

Parecía que Ron no podía aguantar más cuando Fred apoyó sus manos en tus caderas, encontrándose completamente alejado de Harry sin una excusa y de pie ante los dos.

"¿Una palabra?" te preguntó Ron, clavándote unos ojos que gritaban enfado.

Contuviste una risa, diciéndole a Fred que lo verías más tarde. Ron te cogió de la mano y te apartó del abarrotado pasillo, dirigiéndote a un lugar más exclusivo. Acabasteis en un pasillo privado y apartado donde los alumnos no suelen ir.

Ron miró a su alrededor, asegurándose de que la zona estaba despejada antes de cruzar los brazos, mirándote.
"¿Qué fue eso?" Preguntó, sus ojos azules se volvieron oscuros, sus labios se juntaron en una fina línea.

"¿Qué fue qué, amor?" Preguntaste, cruzando los brazos hacia atrás, dispuesta a desafiarlo. Levantaste una ceja, lamiéndote los labios.

Ron observó cómo tu lengua cubría lentamente tus rosados y afelpados labios con tu propia saliva, embelesado durante un segundo antes de apartar su mirada.

"¡Estabas coqueteando con Fred como si yo no existiera!" Gritó, sus brazos agitándose salvajemente mientras hablaba.

"¿Ah sí? ¿Y qué hice yo para que te diera esa impresión?" Resopló. "Ron, sabes que entre nosotros sólo hay amistad, nunca seríamos más que eso".

Ron negó con la cabeza, burlándose.

"¿Era esto lo que te molestaba?" Preguntaste, dando un paso adelante y agarrando su corbata. La hiciste girar entre tus dedos, imitando tus acciones de antes. Miraste a tu novio, tirando de él por la corbata y acercando su boca a la tuya.

Él se quedó quieto antes de agarrarte la cara y besarte con fuerza, temiendo dejarte ir.

Te apartaste, riendo a carcajadas, sólo para ser silenciada por Ron.

"¿O fue esto?" Preguntaste, apretando tu pecho contra el de Ron, tus pechos empujados por la fuerza. Ron se sonrojó, diciendo lentamente tu nombre, advirtiéndote que cualquiera podía venir en cualquier momento.

"O tal vez sólo estás celoso", sonreíste, apartándote por completo, haciendo que Ron pareciera a punto de echarle vapor por las orejas. Te agarró de la muñeca y tiró de ti hasta la habitación más cercana, un aula abandonada.

Antes de que te dieras cuenta, te empujaron contra la puerta, escuchando un sonido de cierre detrás de ti mientras Ron comenzaba a besar febrilmente tu cuello, sus manos tirando de los botones sueltos de tu camisa, sus dedos sumergiéndose en tu falda.

"¿Mh, ansioso?" Te burlaste, Ron te siseó para que te callaras. Dejaste escapar una pequeña burla, impresionada por su estado de enfado.

"El celoso Ron es tan sexy..." Ron te sorprendió con un beso, tomando tu cuerpo y empujándote sobre un escritorio. Te agarraste a los bordes, oyendo una cremallera y sintiendo como tus bragas eran empujadas hacia un lado.

Dejaste escapar un gemido cuando la polla de Ron empezó a mecerse lentamente dentro de ti, agarrándose a tus hombros con fuerza mientras se estabilizaba. Dejó escapar suaves gruñidos y resoplidos, su ritmo lento pero duro como si te estuviera castigando.

Miraste detrás de tu hombro, mordiéndote el labio. "Ron, cariño, más rápido..."

"Cállate. Cállate". Soltó un chasquido, continuando con el ritmo que deseaba. Sentiste que tu coño te dolía porque quería desesperadamente más, la burla de su duro miembro era un recordatorio de que nunca debías joder con las emociones de Ron.

Gritaste su nombre, suplicándole que te follara más rápido, diciéndole que necesitabas sentir cada parte de su polla dentro de ti. Ron dejó escapar un agudo jadeo, acelerando su ritmo. Su polla estaba enterrada profundamente dentro de ti, tus paredes se aferraban y agarraban a su pene. Parecía que tu cuerpo amaba la forma en que te follaba tanto como tú misma.

Apoyaste tu mejilla contra el escritorio mientras Ron te penetraba, la posición te hizo abrir tu coño hasta donde podía llegar sin ayuda, creando una deliciosa cantidad de espacio para el placer.

Jadeaste cuando Ron te sacó la polla, dándote la vuelta y levantándote sobre el escritorio. Volvió a meter la polla una vez que te agarró por detrás de las rodillas, separando mucho las piernas. Se metió dentro de ti, a un ritmo agresivo y dominante, y las babas prácticamente salieron de tu boca por lo fuerte que iba.

Ron se inclinó para besarte y luego se retiró, sonriendo al ver tu mirada traicionada.

"Ahora ya sabes lo que se siente, nena", gruñó, con la cara contorsionada, señal de que estaba a punto de reventar. A los pocos segundos el uno del otro, los dos se corrieron, jadeando fuertemente y volviéndose a vestir lentamente.

"Supongo que a partir de ahora tendré que ponerte más celoso", bromeaste, haciendo que Ron te mirara fijamente mientras se arreglaba la corbata.

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