Tras casi 16 años de estar dormida, Hannia Mikaelson despierta con el deseo de resolver las cosas que dejó inconclusas. Sin embargo, enfrenta nuevos problemas debido a su prolongada ausencia. Para superar estos desafíos, necesitará ayuda de sus fami...
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22 de Julio del 2009, Mystic Falls.
—Mira esta hermosa casa —dijo Zack entregándole el celular a la chica que escribía en su pequeño diario. La imagen en el celular mostraba una casa de color crema con dos pisos y una pequeña fuente frente a la puerta principal—. Está en un pueblo llamado Sherril en Nueva York. Algún día la compraré y viviremos ahí todos juntos: Sandy, Elizabeth, tú, el bebé y yo.
Tomó en sus manos el pequeño bulto que estaba formado en el vientre de la castaña.
—¿No crees que sería muy raro que tu novia y la madre de tu bebé vivan en la misma casa? Además, ¿no sería incómodo para ella?
—Es mi bebé, Hannia. No dejaré que crezca sin su padre.
—Lo sé. Pero, ¿y si luego Elizabeth se arrepiente? ¿Y sí. . . ?
—¡Hannia, escúchame! —exclamó tomándola de los hombros—. No dejaré que ese bebé crezca sin sus padres. Te prometo que nada nos separará de nuestro bebé y que nada malo le pasará. Lo protegeremos de todo y de todos. Como tú dices, "Por siempre y para siempre."
Hannia le dedicó una gran sonrisa.
—Así me gusta. Ahora iré a ver a Sandy, que no se coma el pastel de chocolate antes de que inicie su fiesta.
Antes de que pudiera salir, fue detenido por la voz de Hannia.
—¡Hey! Antes de que te vayas, descubrí algo hoy cuando una amiga de Elizabeth vino. Se llama Jeanne, es de Nueva Orleans, es una bruja que trata de especializarse en profecías, ya sabes, adivinar el futuro.
Zack la veía con curiosidad, sin entender muy bien a lo que quería llegar.
—Ella vino a visitar a Elizabeth y, de paso, me revisó. Me dijo qué. . . —la castaña bajó su mirada a su vientre—. Creo que es un niño.
La expresión de Zack cambió rápidamente, una amplia sonrisa se dibujó en su rostro. Corrió hacia Hannia, la abrazó con fuerza y le dio un beso en la frente.
—Aunque no lo creas, me has alegrado el día con esta noticia —Hannia soltó una risita—. Hola, mi pequeño Nathan.
—Ya, ve antes de que Sandy se acabe el pastel ella sola —dijo aun riéndose.
⚜⚜⚜⚜⚜
Hannia despertó con los ojos llorosos. Aunque pronto sus ojos volverían a la normalidad, no era así con lo que sentía por dentro. En su interior, sentía todo el dolor acumulándose. No había tenido ni cinco minutos con su bebé antes de que se lo arrebataran, y ahora lo que más necesitaba era el apoyo de Zack.
