Capitulo 1-Mi inicio

184 38 40
                                    

Te contaré una engañosa historia, más específicamente mi historia.

Espero que aunque sea tú no seas engañado así que mantente alerta.

El inicio de todo empezaría a mis quince años, pero yo en ese momento no lo sabía, entonces para mí el verdadero inicio fue aquel jueves de mayo a mis dieciocho años.

—Mamá —capté su atención—, otra mariposa entro a la casa —la señalé.

Su rostro notaba confusión, y por ese acto también me confundí.

—¿Pasa algo?

Me atreví a preguntar pero no obtuve respuesta.

Sí pasaba, y yo lo sabía.

—Mamá, dije una mariposa no un cocodrilo —su confusión fue reemplazada por una risa baja—. Dime qué pasa.

—Es que —dejó de lado el desayuno, eso no significaba nada bueno—... recordé que debo decirte algo, Andrea.

¿Solo algo, mamá?

—Iré —tomó u respiro para seguir—... a la capital... con tu padre.

La observé atónita y confundida por un momento, su piel morena empezaba a verse pálida, sus ojos café miraban hacia cualquier lugar menos hacia mí y sus manos jugaban distraídas con las puntas de su cabello. Ella estaba nerviosa y yo solo sentía una desconfianza enorme.

—¿Disculpa? —no esperaba eso—¿Con papá? ¿Por qué?

Me levanté rápidamente del asiento.

No podía creerlo, es decir, no es que fuera algo muy malo, tenía dieciocho años para mí sería como un descanso.

El mejor y peor descanso de mi vida.

Pero al mismo tiempo sentía que quizás se había cansado de mí o había algo detrás de ese repentino viaje.

No solo había algo, era un asunto mucho más grande.

—Siéntate, de nuevo, cariño —obedecí un poco indecisa—. Me iré porque así tendríamos más ingresos para tus medicinas y los ahorros de tu universidad.

»Tu papá se esfuerza mucho trabajando, sin embargo él solo en la capital no puede hacerlo. Además la semana siguiente vendrá Arthur a verte algunos días —finalizó con una expresión tranquila.

Aunque sea en algo no me mentiste.

Y yo estaba ligeramente de acuerdo en todo, excepto por un pequeño detalle.

—¿Quién demonios es Arthur?

Mamá esbozó una —no muy disimulada— sonrisa.

—Pensé que lo recordarías.

Rió al ver como mi ceño se fruncía más.

—Entonces, ¿No me dirás quién es?  —pregunté al ver que no soltaba una palabra.

—Prefiero que él se encargue de eso —noté que estaba insegura de algo—. Él sabrá cómo hacerlo.

Debiste decírmelo, mamá, debiste decirme todo.

[...]

—...y al parecer se va mañana por la mañana —miré ya tranquila a Kendall y ella estaba impactada.

—¿No es muy repentino? —se veía preocupada— Además siempre olvidas tomar tus pastillas, no creo que sea una buena idea.

—Sí, pensé lo mismo —me senté en el borde de la cama—, sobre las pastillas, cuando mamá se vaya dejaré de tomarlas definitivamente.

Mi perdida salvación (Un mundo de mariposas) CORRIGIENDO Where stories live. Discover now