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Vale, por fin, por fin habían salido nuevamente de la casa.

Está vez... Está vez si habían tomado las medidas de la ventana. Y ambos chicos habían buscado en la página de la tienda el vidrio necesario para la ventana.

Y ahí estaban ambos, caminando hacia la tienda donde comprarían por fin la ventana. El neoleonense miraba su cartera.. tal vez pagaría con su tarjeta de crédito. Porque efectivo tenia poco. Y no es como si fuera millonario en todos los sentidos.

Tal vez la apariencia si la tenía. Pero la cartera estaba vacía.

Y Buenos Aires.. aún estaba con su cara de huele pedo a todo lo que da.

En algún punto de una carretera que tuvieron que cruzar, el rubio cenizo y pecoso, tomo la mano del regio para cruzar corriendo. Obviamente Nuevo León se quedó todo asustado porque casi los atropellan. Y que lo llevará a rastras como si fuera un perro tampoco le agradaba mucho. Un ligero rubor dejo asomarse en su carita.

Parecía que a Buenos Aires no le importaba ser atropellado.

Cambiando de tema. La compra fue rápida.

Llegaron a la tienda y por obra de la mafia italiana, había un vidrio perfecto. Nuevo León lo compro, casi llorando al meter la tarjeta en dónde pues.. se pone para sacar el dinero?

( Que por cierto casi no se la aceptan porque.. no lo sé, imagínate algo )

Y Buenos Aires le metió santo golpe en la cabeza por ser tan payaso.



...

Por fin... Una nueva ventana.
Ya estaba colocada y brillaba con la luz del sol.

El regio miro al argentino, como si le preguntara con la mirada "¿Ahora que procede?"

- Bien.. ok, entra a la casa, comerás algo y te largas.

- Me parece bien.

- Sinceramente, extrañaré molestar al cabeza de frutilla que tengo aquí a mi lado

- ¿Cabeza de.. qué? Wey, hablas raro

...

Ahi acabo su conversación. Buenos Aires no se digno a seguir respondiendo esa plática tan estúpida.

Ya estaban adentro de su casa. Que por cierto, si, era pequeña, como una casita del Infonavit jaja ( pero eso es otra cosa )

Ambos chicos se ayudaron mutuamente a hacer algo de comer. Y tenían esa química linda en la cocina.
Como si ya hubieran cocinado de esa manera alguna vez...

Era una cocina pequeña, apenas cabían ambos ahí. Y se movian de manera fluida por alguna razón. No, no sé trataban de evitar. Realmente se decían cosas como...
"Hey, pásame la sal" o "Pendejo, dónde tienes los sazonadores?" Preguntas y oraciones muy triviales.

Al final, ambos se sentaron en el comedor, con sus platillos de milanesa y papas caceras. No era por presumir. Pero el argentino decía que había quedado delicioso gracias a él.

Pero un platillo cocinado con amor siempre es bueno. ¿No?

Estaba en el televisor de la sala un dorama. Un programa coreano que veía el regio. Eran entretenidos. Un poco más que las novelas latinoamericanas.

Algo trivial. Todo era muy random cuando los juntabas a ambos.
Entonces... Se le salio algo en coreano. Si, sabía hablar varios idiomas. Eran necesarios para muchas cosas.

- 나는 당신을 더 사랑합니다. ( Yo te amo más )- repitió el diálogo de una de las personas en el programa, al unisono, era algo fluido y el acento era bueno, se podía hacer pasar por un asiático tal vez. Buenos Aires se le quedó viendo con misterio, con curiosidad.

- No sabía que hablabas bities.

- Jaja, ¿Pensabas que era idiota o algo por el estilo?

- Si. - seco, como si lo que dijera fuera verdad. No lo era. Esto incómodo un poco al regio.

- Sai, conosco anche un po 'di lingue, penso che l'italiano sia molto più stravagante di te coreano.
( Sabes, yo conozco también un poco de italiano, pienso que es mucho más extravagante que tú coreano ) - Volvió a hablar el argentino.

- 나는 당신의 창문을 다시 깨뜨릴 것입니다... ( Volveré a romper tu ventana )- El regio le contesto en idioma ajeno, enojado, frunció el ceño, ¿Acaso se había burlado de el?

- Beh, qualcuno schifoso come te... Probabilmente lo farai due volte.
( Bueno, alguien tan bruto como tú, es probable que lo hagas nuevamente )

- Eso es muy grosero. - Y si, el regio se habia molestado. No había tenido ataques de irá en mucho tiempo. Pero sentía que el argentino se había burlado de como hablaba.. o del programa que le gustaba. Y eso lo molesto.

Terminaron de comer. Y sin decir nada. Aguantando las lágrimas en sus ojos ya cristalinos el regio se levantó. Le dió un golpe en el brazo sin mucha fuerza...

¿Por qué no lo demás lo ven en la siguiente parte?

𝐏𝐞𝐪𝐮𝐢𝐭𝐚𝐬 || ⁿᵘᵉᵛᵒ ˡᵉᵒ́ⁿ ˣ ᵇᵘᵉⁿᵒˢ ᵃⁱʳᵉˢWhere stories live. Discover now