La bala que atravesó mi corazón (Pico x __ ) (FNF) (Reescribiendo)

Capítulo 40: La verdad detrás de la mascara

Narradora:

Era un nuevo día en el mundo y los rayos del sol iluminaban la habitación de una chica, que ya hacia dormida en su cómoda cama.

El día fue un día lleno de emociones para ella, como para su futura pareja.

Abrió sus ojos  cuando sintió la repentina luz del sol que se posaba sobre su cara. Se despertó con bastante energía y con una sonrisa bastante feliz en su rostro.

Había preparado su desayuno y acto seguido después desayunar, fue directo a cambiarse y a ordenar su cuarto.

Realmente estaba bastante feliz, por lo que ocurrió en la noche y no podía esperar para decirle "Si acepto" al chico que le gustaba y que toda la mañana suspiraba, cada vez que lo recordaba.

Tenía un leve dolor de cabeza, que a veces la incomodaba, pero no le tomo importancia y siguió sonriendo alegremente.

Se vistió con su mejor atuendo y salió de su casa, para su encuentro y decirle su respuesta a Pico.

.....

Mientras tanto en la otra casa de la ciudad:
Se había despertado con un severo dolor de cabeza que lo hacía fruncir el ceño del dolor.

Pico: Mierda.... No me tome las pastillas contra la esquizofrenia, antes de dormir. *Dijo el chico mientras gruñía del dolor y se tocaba la cabeza *

El chico de cabello naranja desordenado, se levantó de su cama y abrió el cajón de su mesita de noche, para luego encontrarse a un frasco de pastillas vacío.
Esta revelación, altero al chico y, empezó a sentir temor y rabia.

Pico: Joder... mierda... no... No!! *Dijo el chico mientras se asustaba y su respiración se agitaba, de preocupación*

Pico: No otra vez no...! *Dijo el chico mientras varias sombras a su alrededor, tomaban vida propia y le susurraban palabras como: "Asesino" ,"Los mataste sin piedad", "No mereces tener a nadie" entre varias cosas desagradables*

Pico: Carajo, carajo... no quiero que en este día me pase esto, maldita sea... agghhh.

Pico: Debo comprarme ahora mismo mis putas pastillas, antes de que empeore.... No quiero que este día se arruine. *Dijo el chico mientras se diría a cambiarse con prisa a su ropa habitual de todos los días*

Después de cambiarse, busco las llaves desesperadamente por todos lados, su vista se nublaba con alucinaciones y su estrés aumentaba en su destrozada mente.

Y como era habitual, llevo su pistola y la escondió en su vestuario, para que no se notara. Salió a la calle y camino con paso rápido por las diferentes calles, hacia la farmacia.

Su mente lo engañaba y lo confundía, las voces se hacían más fuertes, las sombras lo perseguían a todos lados y las alucinaciones de su pasado las veía reflejadas en todas partes don el voltea a ver en la ciudad.

La mancha de la maldición, que apenas ayer solo era una pequeña mancha la palma de su mano, se había extendido por todo su brazo, por la razón que la maldición se alimenta de la desesperación y el estrés de individuo.

Sin soportarlo más empezó a correr en las calle, sin importarle si se chocaba con alguien o hacia caer a alguna persona, su rostro estaba pálido y, estaba realmente desesperado y con bastante temor.

Los transeúntes que se observaba caminado normal en la calles de la ciudad, los miraban extrañados, pero muy poco les importo.

Los ojos de Pico se nublaron por completo y solo podía ver que las personas de caminaban en la calle, las invadía en todo su cuerpo una extraña oscuridad y que solo era visible sus ojos y dientes. Que emitían una luz neón rosa.