Concierto

18 5 82
                                    

Brenan está organizando un concierto gracias a un reto de su amigo. Todo fue una sorpresa, no tenía la más mínima idea de cómo hacerlo. ¿Dió resultados? ¿Logró hacer el concierto?

••••••••••••••••••••••••••••••••••

—Te reto.
—No me puedes retar.
—¿Por qué no?
—¡Eres un mal perdedor amigo! Tú eres el que perdiste y ahora me estás retando.
—Ah, o sea, ¿no quieres aceptar el reto porque le tienes miedo a la derrota?
—¿Qué? ¿Cómo llegaste a esa conclusión?
—Es muy obvio, y es fácil descifrarte.
—Ajá... No aceptaré el reto.
—Ni siquiera sabes cuál es.
—Yo te reto a tí.
—¿Por qué me vas a retar?
—Porque perdiste, duh.
—O sea, ¿Lo ves? Eres un cobarde.
—Y tu un mal perdedor.
—Bah, como sea. Quédate como cobarde.
—¿Y cuál sería tu reto para mí?
—Haz un concierto.
—¿Un concierto?
—Así es.
—Qué tontería. ¿Cómo voy a hacer yo un concierto?
—No lo sé, sólo tienes que organizarlo.
—¿Cuál es mi tiempo límite?
—Dos semanas.
—¿Estás loco? Dame dos meses.
—Trato hecho.
—No. Antes de hacer un trato, prométeme que si cumplo el reto dejarás de molestarme.
—Trato-
—¡Y serás un buen perdedor!
—Trato hecho.
—Bien.
—Bien.

¡AHHHHH COBARDE MALCRIADO USRPADOR INGRATO! ¿CÓMO ME METÍ EN ESTO?

No puedo creer que aceptara su reto. ¿Cómo rayos organizaré un concierto?

¡Genial Brenan! Eres un completo... ¡Ya ni llorar ayuda!

Supongo que antes de cualquier cosa tengo que conseguir una banda. O al menos alguien que toque instrumentos, y quizá alguien que cante. Según yo no es necesario un cantante, siempre puede haber conciertos de música clásica. ¿O no? No lo sé, ni siquera soy conciente de lo que implica un concierto.

Genial. Genial. Genial. Genial. Genial. ¡GENIAL TENGO UNA IDEA!

Siempre he dicho que necesitas conocer a alguien que sepa dibujar, no importa cómo, con qué técnica, o qué, pero siempre es bueno conocer a alguien que sepa dibujar. ¿Lo sabían?

—¡Henry! ¡Henry queridoooo!
—¿Qué quieres Bruce?
—Para tu información, me llamo Brenan, no Bruce.
—Estoy enterado Bruce.
—¿Qué? Ah, lo que sea. Necesito de tu ayuda.
—¿De mi ayuda? ¿Qué puedo hacer yo?
—Urgentemente.
—Pero primero dime qué pasó.
—Por favor ayúdame. Tienes que prometer que me vas a ayudar.
—Pues... No quiero meterme en líos.
—¡Ayúdame!
—¡¿A qué?!
—A dibujar algo.
—¿Dibujar?
—Sí, dibujar.
—¿Qué clase de dibujo?
—Carteles.
—Yo solo dibujo dragones, no te podré ayudar.
—¡POR FAVOOOOR! –dije de rodillas–.
—Que dramático. Está bien, ¿Para qué son?
—Para reunir una banda.
—No sabía que querías tener una banda.
—No quiero, es que–
—¿Te retaron?
—Sí. ¿CÓMO SUPISTE?
—Es muy fácil predecirte.
—Ah, es la segunda vez que lo escucho hoy.
—Y lo seguirás escuchando.
—¿Me ayudas o no?
—Okay, okay, solo porque no tengo nada más que hacer. ¿Qué buscas?
—Ah... Pues, obviamente músicos.
—Exactamente buscas...
—Pues... Que toquen música.
—¿Eres tonto o te haces el tonto?
—Y obvio que sepan tocar instrumentos.
—Dios mío. ¿Cómo te puedo ayudar si ni siquera sabes en qué quieres que te ayude?
—Am, pues, ayudándome a saber qué es lo que quiero que me ayudes.
—Dios mío.
—¿Los tienes para mañana?
—¿¡Para mañana!? ¡Claro que no! Los tengo en una semana.
—Bien, esperaré entonces.
—Al menos dime de qué quieres que sea tu banda.
—¡Nos vemos en dos días para ver los avances!
—¡BRENAN VEN AQUÍ! ¡BRENAN! Se fue. Qué voy a hacer con ese señor.

Okay, ya tengo hechos los carteles. Bueno, técnicamente en una semana. Ahora falta... Esperar. ¿En serio? ¿Todo depende de esos simples carteles? No, mi papá me enseñó que para llevar un proyecto a cabo tengo que hacer un plan.

Treinta hisotrias para pasar el ratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora