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Sentí mucho que acabé sintiendo nada.— me encontraba abriendo literalmente mi corazón, si es que tenía, a una persona que apenas conocía pero me trasmitía confiaza.

—Eres como la nieve.— susurró ella. —hermoso pero frío.— dijo y luego se fue, no entendía que le pasaba y ni siquiera sé porque le conté.

Le dije quién era Allison, le dije prácticamente todo, exceptuando como la asesiné y el porqué.

Mientras le decía cada palabra la pude observar y su expresión era neutra y fría, como si no le importara lo que estuviese diciendo.

Se fue y me dejó allí con la cabeza confundida, me enojé pero no hice nada.

Me levanté y limpié mi ropa para dirigirme hacia mi casa.

Al llegar me encontré con una escena nada agradable, Rodolfo estaba teniendo sexo con una mujer en la sala.

En serio que no tiene vergüenza, lo ignoré y seguí caminando hacia mi habitación; ya estaba acostumbrado a ver escenas como esas.

Saqué mi cuaderno y empecé a realizar dibujos.

Daniela Harrison

Después de la conversación con Marcus me fui, la verdad el creyó que no me importó nada de lo que dijo.

No tengo la culpa de tener una expresión que parezca que no me importa nada, ósea, no es mi culpa parecerme a Wednesday Adams.

La verdad si lo había escuchado atentamente todo el tiempo, no me dijo mucho, solo explicó quién era Allison, no habló en ningún momento de su muerte pero decidí no preguntar.

En solo dos días de interacción ya sé que se enoja por todo.

Llegué a mi casa y me gané un buen regaño de mi papá y una paliza.

¡¿Estas son horas de llegar?!— preguntó notablemente enojado.

—Fui a conocer el pueblo.— respondí fríamente y seguí caminando.

Río sin ganas. —¿Qué coño te pasa? Encima tu profesor me ha llamado para decirme que te mandó a detención.— dijo quitándose su cinturón, ya sabía dónde iba a parar esto.

Sentí el primer golpe en mi cara, luego empezó a golpearme por mi espalda y estaba sangrando.

No lloraba, ni gritaba, simplemente no sentía nada, no me dolía.

Con el tiempo me acostumbré, el y mi madre siempre me pegaban.

Siempre con la excusa de que fui un error que tendría que haber muerto yo en vez de mi hermano.

Honestamente me daba igual, todas las noches al irme a la cama lo único que podía pensar era en cómo matar a el señor que decía ser mi padre.

—¡Basta Edward, la vas a matar!— la nueva mujer de mi padre trató de detenerlo, al menos servía para algo.

—¡Edward para!— gritó nuevamente y al parecer si la escuchó porque se detuvo.

—¡Ve a tu habitación!— me levanté acomodando mi ropa y yo me fui simplemente, busqué ropa limpia para darme un baño y quitarme toda la suciedad que tenía en mi cuerpo.

Marcus Miller

Después de terminar mis dibujos escuché unas voces abajo, no sabía de quiénes eran.

Bajé cuidadosamente por las escaleras y pude ver a dos hombres gordos y a otro que creo que es el ¿Padre de Daniela? ¿Qué coño hace aquí?

Estoy esperando mi dinero Rodolfohabló con voz gruesa el padre de Daniela, espera; ¿Qué? Mi abuelo le debía dinero a ese hombre.

—Pu-puse a mi nieto a trabajar, dame unos meses más por favorsuplicó mi abuelo asustado, la verdad nunca lo había visto así.

Así que para eso me envió a trabajar...no le debía dinero a cualquiera...era al padre de Daniela...mierda.

—Tienes dos meses, si en dos meses no me das mi dinero te mataré a ti y a tu nieto.— amenazó y luego se fue, honestamente no tenía miedo de su amenaza, era más seguro que yo lo matase a él que él a mí.

—¡Marcus!— gritó mi abuelo después que se fueron y yo bajé lentamente.

—¿Que?— respondí cortante

—¿Fuiste a trabajar hoy?preguntó con su voz aguda y yo asentí.

Bien, porque tengo que pagar ese dinero en dos meses y si es necesario venderás drogas.— dijo y yo no lo podía creer, ¿Estaba hablando en serio?

Después que dijo eso me dirigí a mi habitación, tenía que pensar en cómo deshacerme de Rodolfo, necesitaba irme.

Me recosté sobre la cama y me puse a pensar en Daniela, ¿Sabía que su padre era un asesino? No lo sé; quizá debería preguntarle. Aunque no me interesaba.

(...)

Marcus por favor no.— suplicaba Allison con su voz rota.

Te amo Allison; te amo más que a mí mismo.— sollocé

—Si me amas déjame ir; por favor.— suplicaba otra vez.

No lo hagas más difícil.

—¡No! ¡No Allison! Lo siento.— desperté sudando y asustado, había vuelto a tener las pesadillas.

Había pasado tiempo desde que no las tenía y...volvieron...

Toqué mi frente y estaba llena de sudor, decidí levantarme y darme una ducha de agua caliente.

La verdad es que volver a tener las pesadillas me hacía sentir mal.

El agua corría por todo mi cuerpo y mi cara, me sentía débil cada vez que pensaba en Allison, Klaus solo llegó para recordarme lo que hice.

Daniela Harrison

Después de darme un baño y limpiarme un poco las heridas me senté en mi escritorio dispuesta a escribir en mi pequeño cuaderno.

Al igual que Marcus yo también escribía, sobre cómo me sentía o todo lo que me había pasado.

La verdad es que después de la conversación con él siento que lo conozco más.

Pero él no es así porque sí, debe haber una razón, y yo quiero saberla, necesito saberla.

Marcus cree que puede asustarme con solo unas palabras pero no es así y eso lo enoja, no tener ese efecto en mi cómo en las demás personas.

La única persona capaz de causarme miedo es Edward y, pronto no me lo causará más.

Estaba tan metida en mis pensamientos que el ruido de un mensaje en mi teléfono me sacó del trance en el que estaba.

Espero que seas feliz con él porque en cualquier momento lo voy a matar.

Era un número desconocido, no sabía que querían decir con eso.

Ósea me daba igual quien muriera, no me importa una hostia lo que le pase a los otros pero; ¿Por que ese mensaje?

Marcus Miller

Estaba durmiendo profundamente cuando escuché un ruido sacándome del sueño.

Cuando caí en cuenta era mi celular, vi un número desconocido pero cogí la llamada.

—Espero qué no la mates a ella también.— habló una voz masculina detrás del teléfono.

—¿Por qué me despiertas? El sueño es algo importante ¿Sabías?— respondí sin importancia, sabía que se iba a molestar sea quién sea.

Vete a la mierda, pero recuerda; no te queda mucho tiempo.— me amenazó y luego colgó.

Sí cree que me da miedo está muy equivocado, a el le queda menos tiempo que a mí.

Suspiré e intenté conciliar el sueño nuevamente, odiaba que me despertaran, porque amaba dormir.






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Nota de la autora
Es que todavía no supero los 29k de leídos y los 3k me gusta.

Edit: ahora son 46k, voy a llorar.

Amor de psicópatas© [Completa✔️] #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora