Amor de psicópatas© [Completa✔️] #PGP2023

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Daniela Harrison

—¿Por qué lo haces?— preguntó Marcus mientras cosía su herida.

—Te lastimaste, por mi culpa; es lo menos que puedo hacer.— respondí aún cosiendo.

—No me duele.— admite pero yo lo sé. —Me gusta la sangre.— dice pero no me sorprende.

—A mi también.— admito.

—¿Por qué dejas que te pegue?— me tensé ante su pregunta.

—No importa.— susurro aún limpiando sus heridas.

—¿Dónde aprendiste a curar heridas?— pregunta y agradezco que cambie el tema.

—Desde que mis padres comenzaron a golpearme todos los días.— respondo con algo de rencor en mi voz.

—Mi abuelo también me pega.— admite y me sorprende que me esté contando algo así.

—¿Y esas cicatrices que tienes en la cara?— siempre me han dado curiosidad pero nunca le he preguntado, no lo conozco hace mucho pero sé que no le gusta contar nada.

—Me las hizo él.— su voz suena llena de odio. —No es el único lugar donde tengo.— se levanta de la cama para quitarse la sudadera que lleva puesta, dejándome ver su espalda.

Está llena de cicatrices y de algo que parece quemadas de cigarros. Dios.

Paso mis dedos por las heridas ya cerradas y siento como se tensa ante mi toque.

—Lo siento.— no sé por qué me disculpo; el se voltea y me observa, no puedo evitar fijarme en el tatuaje que hay en su abdomen de un corazón atravesado con una daga.

—No importa; ya no duele.— dice él y puedo notar ¿tristeza? en sus ojos.

—Será mejor que me vaya.— rompo el incómodo silencio que hay en la habitación.

—Sí, creo que es lo mejor.— me da la espalda y yo comienzo a bajar las escaleras.

Algo dentro de mí dice que me quede, que no valla a ese lugar, que ahí está mi padre y el es peligroso.

Pero me debo ir, tengo que irme, sé que Marcus no me quiere aquí y yo no voy a insistir.

Marcus Miller.

No; no quería que se fuera pero lo hizo.

Cuando tocó mis heridas me tensé; nadie las había tocado antes; ni Allison porque; nunca la dejé; siempre le oculté lo que en relidad me pasaba.

No quería llenarla con problemas; ella me ayudó mucho solo con su sonrisa.

—¿Qué te pasó?— pregunta mi abuelo entrando a mi cuarto sin siquiera tocar.

—Me peleé o; ¿no lo ves?— lo miré retadoramente.

—Si me dan otra queja de ti en esa puta escuela te hecharé de mi casa.— si; su casa. Ya quisiera.

—Me da igual.— espeto cortante.

Se acerca a mi y me coge del rostro —Te cuido por que eres lo único que tengo de mi hija. No creas que me importas.