Amor de psicópatas© [Completa✔️] #PGP2023

- 18 -

—¿Que haces aquí?— la voz de Rebekah sonó en un susurro mientras Marcus la desataba de la silla.

—Creo que es obvio; ¿No?

—Siempre tan sarcástico Marcus; y ella ¿Que hace aquí?— preguntó señalando a Daniela con la cabeza.

—Tiene las mismas ganas de matar a su padre que tú.

—¿Se te olvida que gracias a ella y su amiguito estoy aquí?

—Oye yo no sa— Daniela fue interrumpida por Marcus.

—¿Pueden callarse? Daniela no sabía que Matthew era un traidor; pero no sé preocupen; ya lo maté.— eso no le sorprendía para nada a Daniela; sabía que iba a pasar.

En cualquier momento; eso pasaba cuando te metías con alguien importante para Marcus.

—¿Dónde están?— preguntó el ojiazul refiriendose a Klaus y Edward.

—No lo sé; solo oía cuando entraban por esa gran puerta— susurró Rebekah con poca fuerza.

—Los voy a matar.

Dijo con los dientes apretados y comenzó a caminar hacia la puerta; dejando a Rebekah y a Daniela sólo en esa horrorosa habitación.

—Quédense aquí.

Ordenó; pero sabía cómo era su prima y también como era Daniela.

—Ni se para que se lo digo si no me harán caso.

Salieron de la habitación; Rebekah iba apoyada en el hombro de Daniela aunque no quisiera pero no podía caminar.

Marcus odiaba cada vez más ese lugar; era como un laberinto sin salida; una especie de sótano pero más grande; con más pasillos y más metros bajo tierra.

Tenía ganas de matar a Klaus; lo odia; y odia a a Edward y a su abuelo; y odiaba a todo el mundo.

Los odiaba a todos y tenía ganas de matarlos; y era lo que iba a hacer cuando los encontrara a ambos.

—Allí hay una luz— señaló Daniela al frente y Marcus observó.

—Iré primero.

Comenzó a caminar tratando de no hacer ruido pero era imposible porque se oían sus pasos gracias al agua que se encontraba en aquel lugar.

Se asomó y vio un bosque; el bosque que siempre visitaba. Había un hombre afuera; armado; pero no era problema para él.

Le hizo una seña a las chica para que lo siguieran. Se acercó lentamente a aquel guardia por detrás y de un solo movimiento viró su cuello; haciendo un pequeño sonido al romperse.

El cuerpo del hombre calló al piso como un peso muerto y Marcus limpió sus manos como si acabase de hacer algo normal.

—Listo.

Dijo cuando vio que las Daniela y Rebekah estaban tras él.

—Tenemos que curarle las heridas.

Sugirió Daniela; pero en su voz no se notaba preocupación o algo así por la chica con ojos diferentes.

—No hables como si te importara— espetó Rebekah.

—No me importa; solo quiero apresurarme y matar a mi padre.

—Son jodidamente fastidiosas; callense— espetó Marcus furioso.

—Vamos a mi casa.

Decidió él y comenzaron a caminar; sabía que si abuelo podía estar ahí; y lo primero y único que quería era acabar con su vida; sabía que no le quedaba mucho tiempo y quería hacerlo ya; lo odiaba tanto.