Capítulo 27

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La última semana de abril Jimin decidió dar un paso de valentía. En una de las pocas conversaciones que había tenido con el alfa, se enteró que desde el incidente de Eun con Soo, esta ya no vivía en la casa. El castaño sacó cuentas mentales, eran casi dos meses del alfa sin su omega, sin renovar la marca y mantener el lazo saludable. Incluso había pasado su celo sin ella, cosa que al menor le pareció extraña, tanto como que el celo del alfa durara tres días.

Todos los años al lado del mayor le habían enseñado que su celo era el mismo día cada tres meses, donde el alfa se comportaba como un animal y lo follaba hasta que perdiera la conciencia. Tenía presente que los calores de Yoongi siempre fueron muy fuertes, por eso se preparaba, ejercitaba y cocinaba con anticipación para aquel día. Grande fue la sorpresa que se llevó al ver como sus ciclos habían cambiado cuando se alejaron. Sacudió la cabeza, para alejar aquellos pensamientos, los recuerdos del increíble sexo con su ex-alfa le hacían enrogecer las mejillas.

Cargó a Minmin que recostó la cabeza en el hombro de su padre mientras abrazaba a un viejo conejo que le había regalado Jungkook.

— ¿Se portarán bien? — preguntó a sus tres hijos que estaban dando pequeños saltitos por entrar.

— No es la primera vez que venimos — le corrigió Daehyung — La casa de papá es mucho más grande que la nuestra ¡Incluso tiene una piscina!

Jimin frunció el ceño. Presentía que con el tiempo Daehyung no se quedaría a su lado. Aunque doliera no le iba a negar a su cachorro que viviese con su padre alfa, solo esperaba que no fuera doloroso para él, si las cosas no resultaban como creía.

Cuando puso su mano en el timbre la puerta fue abierta por un Min Yoongi absolutamente sonriente. Jimin tenía el día libre, así que había decidido aceptar una de las múltiples invitaciones del alfa, para asegurarse que la casa fuera apta para sus cachorros. A pesar que ya había estado allí por el incidente de Dae y el azúcar, nunca le había dado un buen vistazo al lugar.

— Hola — saludo el castaño en susurro, viendo como sus cachorros entraban corriendo en la mansión.

— Hola Jimin — le saludó el alfa  sonriendo — Espero nos acompañes todo el día. ¿Eso está bien para ti?

El menor asintió algo cohibido al ver el tamaño de la casa. Era lo que sería posible catalogar como una mansión. La pequeña casa que arrendaba y que de no ser por Yoongi le sería imposible pagar, cabía al menos cinco veces en aquella gran estructura.

— Quiero que vayan a dejar sus maletas en sus habitaciones y dejen preparadas todas sus tareas escolares — los cachorros hicieron un puchero — para hacerlas en la noche, el clima está agradable como para una tarde en la piscina.

Los cachorros saltaron felices y corrieron escaleras arriba. Minyoon les miró con los ojitos brillantes y Yoongi lo notó. El mayor estaba desarrollando una especie de instinto por el cachorro, desde aquella noche donde durmieron acurrucados envueltos en el aroma de Jimin, su relación se había vuelto extraña, pues el menor ya no gruñía para él y el alfa solo buscaba acercarse un poco para conocerle, a pesar de constantemente dejar de lado todos esos sentimientos que provenían del pequeño niño y le confundían.

— ¿Quieres ir con tus hermanos? — le preguntó con cautela, viendo la sorpresa en los ojos de Jimin.

— No... no tengo bañador — susurró el cachorro avergonzado.

— Busca a Eun, él tiene varios que probablemente podamos ajustar para ti.

El cachorro giró hacia su padre omega, como pidiendo permiso. Este sonrió, dejándolo en el suelo, mientras decía

Mistakes «Yoonmin» - Omegaverse -Where stories live. Discover now