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—¿Te sientes bien? -preguntó Taehyung acercándose con cuidado y mirando si es que mi madre no se encontraba cerca.

—Si, estoy bien -su aroma comenzó a salir y luego se arrodillo frente a mi para abrazarme.

—Apestas a tristeza y tu rostro... te ves decaido, amor. ¿Es por lo de ayer? Lo siento, me entretuve jugando con Jeong. Lo siento, mi amor, lo siento -unas fuertes ganas de llorar llegaron a mi.

¿Por que estoy tan sensible?

—Estoy bien. No te preocupes -intenté alejarlo pero se mantuvo firme en su abrazo.

—No llores. ¡Hey! ¡Ni decaigas, no falta nada para que seas mi esposo! -dijo tomando mis manos y las besó.

—El lazo se está rompiendo -le dije acariciando sus cabellos.

Se quedó en silencio. El sabía que el lazo se estaba rompiendo si era su lobo el que olvidaba al mío, el que ignoraba los llamados de mi omega.

—Quizás... solo hace falta volver a marcarte. Sabes que está marca se va con el tiempo. -dijo poniéndose de pie y luego revisó la marca en mi cuello.

—¿Solo hace falta volver a marcarla? -pregunte sabiendo que no era eso lo que sucedía. Intentó mantener la calma, aunque podía sentirlo nervioso, desesperado, preocupado y temeroso.

—Se solucionará cuando nos casemos. No puedo volver a realizar la marca de aroma porque la real te dolerá el doble pero si podemos esperar. Yo cuidaré de ti durante estos días que faltan, nos casaremos y nos iremos. Hasta entonces tú estarás mejor. -decía besando mis manos y luego mi rostro.

Para él era fácil pasar por todo esto. Quizás sentía dolor pero el lazo sin marca que mantenía con Jeong era más fuerte que el débil lazo que quedaba entre nosotros.

Yo podía sufrir, aullar y llamarlo todo lo que pudiera e incluso más pero si su lobo se encontraba en paz con Jeong mis llamados no llegarían a él y me dolía saber eso. Saber que mi mamá siempre tuvo la razón.

Taehyung podía amarme, podía estar conmigo pero alma animal lo llevaría siempre hacia donde se encontraba su otra mitad.

¿Entonces la boda se cancelaba?

No. No cancelaría mi boda así porque así. Debía encontrar otra solución. Quizás... Jeong podría ser marcado al mismo tiempo que yo. Quizás así su omega se aferraría a otro alfa y ya no necesitaría a Taehyung.

No podía bajar los brazos, hasta cierto punto creo que mamá exagero con lo que sucedería.

Sentia el llamado de mi alfa y sin pensarlo me puse de pie y me acerqué a ver si podría abrir la puerta

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Sentia el llamado de mi alfa y sin pensarlo me puse de pie y me acerqué a ver si podría abrir la puerta.

Estaba abierta. Salí rápidamente y caminé lo más rápido posible hasta la habitación donde Taehyung se encontraba y abrí la puerta.

Comenzaba a extrañarlo y necesitarlo en sobremanera. Mi omega actuaba raro últimamente pero en mi lado humano, extrañaba a Taehyung.

—Viniste -dijo mi novio y se acercó a mi.

—Te extraño, amor. Extraño las tardes de mimos, sentir tu calor. Extraño todo de ti -sonrió y asintió abrazándome

—Yo también, amor. Últimamente te necesito muchísimo -besó mi mejilla y después la comisura de mis labios.

—Que importa, verdad -pregunté acariciando su rostro.

—No creo que se den cuenta y si lo hacen, no es algo de que avergonzarnos -asentí y luego deje que se alejara de mi para cerrar la puerta.

Me llevó hasta su cama y me recoste allí. Taehyung se colocó sobre mi con cuidado. Comenzó a besarme con dulzura haciendo que todo mi cuerpo se estremezca.

Me hacía falta aquello, su calor, sus besos, sus caricias, él. Lo necesitaba solo para mi como cuando estábamos en Seúl.

Comenzaba a arrepentirme de haber pedido nuestra boda en Busan. Pudo haber sido en Seúl y nada de este horrible dolor estaría existiendo. Todo por subestimar su lazo con Jeong.

Se quitó su playera y volvió a besarme solo que con más necesidad. Mis manos fueron a su ancha espalda acariciandola de arriba hacia abajo.

Nadie decía nada. No hacía falta, era obvio que nos hacíamos el amor y las palabras sobraban.

Mi camiseta salió y luego mi pantalón pijama. Se quedó observando mi cuerpo con detenimiento y pasó las puntas de sus dedos como solía hacer. Acercó su rostro a mi cuerpo y comenzó a besar por donde pasaba.

Volvió colocarse frente a mi y sonrió para después cruzar su brazo por mi cintura y levantarme. Giró haciendo que quedara sobre su cuerpo. Mis manos estaban sobre su pecho y mi miraba en sus ojos.

Lo acaricié y después bajé a su rostro y lo besé. Me separé de él mientras besaba sus labios y mis manos fueron hasta su pantalón para quitarlo.

Baje mis besos hasta su cuello y aspiré su aroma mientras volvía a subirme sobre él. Algo en particular llamo mi atención. Su aroma, su aroma olía a tristeza.

Detuve mis movimientos cuando lo entendí. Su lobo no estaba feliz conmigo, quizás Taehyung si pero su alfa no.

Mi omega miraba a su alfa con las orejas abajo. Era extraño, mi lobo solo se hacía una pequeña bola y miraba al alfa con tristeza pero aún así, mi aroma seguí con su olor natural.

Me recosté sobre Taehyung y luego baje de encima suyo. Mantuve mi cabeza sobre su pecho y cerré mis ojos allí.

No entendía nada.

¿Por que mi omega ya no hacía nada? ¿Por que ya no me hablaba? ¿Renunció a Taehyung? ¿Entonces porque aun atendía a sus llamados?

—¿Que sucede, amor? -preguntó Taehyung acariciando mis cabellos.

—Nada... solo... quiero que nuestra noche de bodas sea especial -dije elevando mi rostro.

La esperanza de que todo va a mejor creció en mi y le creía, confiaba en ello.

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Atte: El Destino 「Taekook/Adaptación」Where stories live. Discover now