Epílogo

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ESTOY LLORANDO WEEEEEE AAAAAAHH

¡ES EL EPÍLOGO, ES EL EPÍLOGOOO!

JVIENOCKWIFNSIXNAAAAHKXOGNRICNOOOAXUCHSHAHHAKDUCNWOGNAJCJSNCISBAAAAAAJAJXJVIROAANZKAIDKSÑAAAAAAAAAAWAAAAAAJIXNWAA

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Otra vez mi habitación se llenó del perfume de Dan.

Iba a salir con su adorada Ali a un lugar "muy especial".

Cada vez se ponía peor... Y yo también.

¿Se le puede decir enfermedad al amor? Si es así, pues cuidado, es contagiosa.

El guapo Dan se puso a modelar frente a mí para que le dijera alguna cosa bonita.

—¿Ya le vas a pedir matrimonio o qué? Te aplicaste media botella de perfume.

Bufó en un intento de parecer molesto.

—Dana, hay una cosa que se llama ducha, usala. Te hará bien. —me "explicó" cómo si fuera un bebé.

—¡Oye! ¡Me bañara más si tú no acapararas el lugar todo el tiempo! —le lancé un cojín a la cabeza.

Empezó a sacudirse y chillar.

—¡Dana! ¡No arruines el vestuario!

Me le tiré encima para despeinarlo.

Parecía como si un remolino hubiera acabado con él.

De un momento a otro, ya Alice Cullen igual de bien vestida estaba junto a nosotros.

Solté un gritito por la impresión.

Es que-

—¿Qué te pasó? —le dijo ella a su pareja con una expresión de ternura. —Te ves bien, cielo.

Él le sonrió enseguida.

Alice le acomodó el cabello y se dieron un corto beso frente mío.

Arrugué la cara.

Haciendo del mal tercio en mi propia habitación.

—Ay, no los soporto. —les dije en broma y los dejé.

Salí de mi habitación y bajé las escaleras a arrastras.

¿Quién tiene ánimo las últimas semanas de vacaciones? Nadie.

[...]

Hace unos días Emmett y Rosalie se habían ido de Forks, o quizás del país.

Las personas decían que se fueron a África.

Ajá, dos seres brillantes en África, claro. Así Emmett deja a los osos un tiempo tranquilos y caza leones.

Extrañaba sus bromas y el peculiar cariño de la rubia.

Extrañaba sus caras perfectas.

Pero bueno, ¿Qué iban a hacer aquí? ¿Ayudarme con las tareas? Sería bueno pero no.

De un momento a otro, Jasper entró por la ventana y me abrazó.

Casi se me sale el corazón.

—¡Jasper! —le grité.

Empezó a reírse en todo mi oído dándome escalofríos.

Me dió vuelta y le ví su perfecta sonrisa y ojos entrecerrados a causa de la risa. Me siguió abrazando pero ahora de frente.

Strong | Jasper Hale.Where stories live. Discover now