5. Cráneo

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28 de mayo de 1950:

Probablemente sea hora de comenzar a aceptar que mi hija mayor nunca será feliz con ropa de alta costura.

Fuimos con la modista por un vestido para su cumpleaños, la tienda tiene un cráneo en el despacho que le fascina, cuando era pequeña me arrastraba a verlo, el sastre le contaba historias sobre el origen de la pieza que iban desde un soldado de guerra fallecido hasta un asesino de los años veinte ejecutado.

Ella y yo somos ciertamente aficionados a la naturaleza muerta, aunque muy dispares en gustos, su falda es tan corta como para confundirla con una de las actrices de Valencia, siempre ha sido una muchacha rebelde y extrañamente motivada por todo lo que contradiga los estándares que deben guiar a las jovencitas de su edad.

Tiene cierto toque grotesco en su persona, la última vez que vi sus pinturas conocí los detalles anatómicos que resemblaban un cadáver con la piel arrancada y expuesta en las paredes, sus órganos colgando del techo como un extraño ornamento y sus extremidades clavadas en las esquinas del suelo.

Antes de que destazara el rostro de quien intentaba ceñir su vestido mediante un arañazo le ofrecí un trato, y así salimos directo a la tienda de taxidermia, con un hermoso atuendo y disposición de comprar cráneos de animales.

He llevado uno para mí y dejado un adelanto de un pedido especial para el día de su boda, necesito algo de compañía en esta casa, algo que me haga recordar cuando tenía una niña de siete años que me jalaba el abrigo para llevarme a escuchar sobre el cráneo de la tienda.

Suerte que el taxidermista es quien ha cazado al animal del que proviene el extraño artilugio, y que todavía toma ordenes personalizadas.

1950- PAPERHAT (Historia Corta)Where stories live. Discover now