Rompiendo mis reglas #1 © (Versión 2021)

11 | Prioridades

❝ Prioridades ❞

Cristian

Mantengo mi mano en la cintura de la castaña a mi lado, mientras veo que su cuerpo se tensa por la presencia de la chica rubia que acaba de llegar, acompañada con el idiota que quiso propasarse con Anheli en el estadio.

Barro con la mirada a la desconocida. Podía admitir que era bonita, sus rasgos resaltaban muy bien entre las demás personas pero, para mi gusto, no era tan despampanante como la castaña.

Lo que a la castaña la caracterizaba, además de su belleza, era también el magnetismo que sentías con su sola presencia, la fiereza que emitía por su carácter no dejaba que pasara desapercibida.

«Era toda una diosa»

Noto los ojos de la rubia sobre mí, sin intimidarse por la mirada que Anheli le está dando.

—¿Ya te lo dejas de comer con la mirada?

Escucho las palabras de la castaña y muerdo mi labio inferior para no reírme por su actitud posesiva del momento.

—Calma Anheli, solo quiero presentarme. —dice tranquila la rubia.

—Para eso debes abrir la boca, no sólo se usan los ojos, Amanda.

Así que ella era la prima de Carola.

Detallo más a la mujer frente a mí y ahora sí podía reconocer ciertos rasgos de la familia de mi ex esposa, los ojos verdes eran algo que siempre caracterizaba a la familia Valdez. Amanda camina a paso lento hasta mí pero mantengo mi expresión seria, llega hasta estar al frente mío y estira su mano.

—Amanda Videla, mucho gusto. —dice con su voz chillona.

Sé que debería estrechar su mano pero soy consciente que con un mal movimiento desataría la rabia de la pequeña castaña a mi lado. Suficiente tendría ahora con lo que debía contarle, como para aumentar la tensión entre nosotros.

Llevo mi mano libre a mi bolsillo delantero y de reojo noto la sonrisa de la castaña hacia Amanda, quien cierra su mano de un puño para disimular el desplante.

—Cristian Ortega. —respondo con la voz dura.

—Mi prima Carola me comentó que fuiste esposo de Bera. —dice intentando ocultar la burla en su voz pero no lo logra.

Sé que intenta fastidiar a Anheli.

—Sí, pero falleció hace dos años, viví con el dolor y ahora, nuevamente, intento empezar otra relación con una mujer maravillosa.

Para demostrar mi punto, rodeo la cintura de la castaña con mi brazo izquierdo y le doy un beso en la sien para que entienda que hablaba de ella.

—Oh, así que es con ella.

No dejo pasar la mueca de disgusto cuando se refiere a Anheli, y aunque quisiera responderle de una forma grosera, mi abuela me había enseñado muy bien que todas las mujeres merecían respeto.

—Sí, conmigo. ¿Tienes algún problema al igual que la loca de tu prima o qué? —habla tajante la castaña a mi lado.

Obviamente, ella sí sabía defenderse.

—Carola no es ninguna loca.

—Oh, claro que no, es solo una enferma obsesionada con su cuñado. —dice con burla.

Amanda intenta lanzarse a Anheli, pero me coloco frente a la castaña para protegerla y el idiota, que al fin hace acto de presencia, rodea su cuerpo con su brazo.