27 | Dolido

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Dolido 


Copenhague, Dinamarca

13 de Marzo del 2017

Cristian

Odiaba los hospitales, realmente los odiaba. Desde pequeño lloraba cuando sufría un accidente y no lloraba por el dolor sino porque me traían a este horrible lugar.

Mi odio incrementó cuando me dieron la noticia de que habían fallecido Bera y Benjamín ese mismo día. Los odié mucho más cuando me notificaron la muerte de mi madre y terminé por aborrecerlos cuando salieron los resultados de Lucas.

Todos mis malos momentos eran vividos en un hospital, y que ahora yo estuviese aquí, solo lograban que mis nervios se alteraran.

—¡¿Y por qué mierda no me puedo ir ahora?! —grito ofuscado y espero que Anheli a mi lado le traduzca a la enfermera.

La castaña habla con ella y luego asiente por lo que la señorita le responde. Anheli gira su rostro hacia mi y suspira.

—Has tenido una contusión muy fuerte en la cabeza, y estás en revisión por ahora. Mañana si quieres sales pero hoy no. —dice y ruedo los ojos molesto por la situación.

—Esas son puras mierdas.

—No seas imbécil y deja de comportarte como un niño pequeño. —habla Rodrigo.

Tiro mi cuerpo hacia atrás y siseo al sentir el dolor en mi abdomen. Anheli intenta tocar la zona adolorida pero la aparto.

—No me toques —murmuro y detiene su mano para luego bajarla a su costado.

Ella suspira y baja la mirada para retroceder logrando estar mucho más lejos de mí.

Y así la quería, lejos.

¿Necesitan algo más? —pregunta la enfermera y la castaña alza su mirada hacia ella para negar con su cabeza a lo que sea que haya dicho.

La enfermera se va y me deja con Anheli, Rodrigo e Indira en la habitación.

Me dolía todo el cuerpo, mis extremidades ardían un poco por el líquido que entraba en mis venas. Mi rostro palpitaba un poco por los golpes pero lo que más me dolía era tener a Anheli cerca y no poder abrazarla como quisiera.

Cada vez que la miraba solo podía verla a ella en los brazos de Sebastián y me causaba rabia. Quería odiarla, juro que quería odiarla pero no podía. El cariño que le tenía era mucho más fuerte y es por eso que al único que odiaba era a mí.

La quería lejos por eso, si la mantenía cerca por mucho tiempo, la repulsión que sentía por mí mismo aumentaría y sabía que explotaría en cualquier momento.

«Vendrás conmigo a Francia.»

Es lo que le dije hace unas horas y la verdad es que no tenía sentido el por qué debería protegerla. Ella me había herido y fácilmente la podría dejar a su suerte pero mi posesividad de no dejar que Sebastián se salga con la suya me ahogaba.

Aún en esta situación, Anheli es mía y ni ese hijo de puta cambiaría eso.

—Creo que es mejor que Lucas venga. —habla Rodrigo— Ya habrá despertado y no te ha visto desde ayer.

Mi primo sabía muy bien lo que había pasado. La castaña le había confesado todo y me molestaba un poco que su trato hacia ella no fuera diferente a como antes.

Rompiendo mis reglas #1 © (Versión 2021)Onde histórias criam vida. Descubra agora