Extra | ¿Quién es Bruno Vera?

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¿Quién es Bruno Vera?


Esteban

Frunzo el ceño cuando siento los rayos del sol caer en mi rostro logrando que un gesto de fastidio se forme en mi cara, mis ojos aún se encuentran cerrados así que trato de ignorar la incomodidad, giro mi cuerpo hacia el otro lado y con mi brazo izquierdo intento buscar a la persona que se encuentra a mi lado pero al palmar el colchón, noto que el lugar está vacío así que me obligo a abrir los ojos para darme cuenta que Jesse ya no está en la cama.

Giro nuevamente para quedar boca arriba para sobar mis ojos quitándome la pereza de encima y me estiro un poco pero rápidamente un siseo de dolor sale de mí cuando siento el ardor en mi pecho por la herida de bala. Hace tres días que me dieron de alta del hospital y aún la piel la herida se estaba regenerando, mi familia me tenía demasiado sobreprotegido porque me dijeron que me había salvado de milagro.

La verdad era que el sentir el impacto no fue tan doloroso como escuchar a Jesse y a mi familia a mi alrededor, realmente sentí como mi vida se desvanecía por mis dedos pero es que no podía permitirme perder a nadie más, cuando Amanda llevó la pistola hacia la derecha de Anheli, me di cuenta que le estaba apuntando a la abuela Berta y no podía dejar que mataran a la persona que más amábamos y nos amaba de esa forma.

Cuando entré a cuidados intensivos, sabía que mi estado era demasiado crítico pero aún así, aunque suene raro, lograba escuchar a todos a mi alrededor y fue aún peor cuando escuché la voz de Jesse entrar a mi habitación para darme la noticia más emocionante que ni pude haber imaginado. Quise tocarla, abrazarla, besarla, decirle que estaba feliz, que siempre estaría a su lado y que nunca en mi vida la lastimaría, todo eso y mucho más quise hacer pero no podía y me exasperaba.

Luego de eso sentí que Anheli la llamaba, luego nuevamente una persona entró a la habitación y escuché como querían que me colocaran una inyección, sentí el pinchazo y me desesperé cuando el nombre "Señora Cortez" salió de la boca del doctor, quise gritar, quise pedir ayuda, pero lo que sea que me habían colocado, me dejó sin la capacidad de poder moverme, la impotencia en ese momento era desgarrador. Escuché el llanto de mi familia, el grito de dolor de Jesse y yo sólo quería decirle que estaba bien, que estaba con ella, que estaba vivo, pero no podía.

Cuando sentí que movían la camilla fue mucho más desesperante porque no sabía a dónde me llevaban o el por qué le dijeron a mi familia que había muerto, luego escuché disparos, peleas dentro del hospital y tuvieron que sedarme en el momento en que la máquina que controlaba mis latidos estaban alterándose, yo estaba alterado pero no fue hasta que pude abrir los ojos, el momento en que me sentí más tranquilo, más vivo.

Ver a mi rubia de Francia en el momento en que abrí los ojos fue el momento más glorioso que alguna vez pude haber presenciado en mi existencia, ver esos hermosos ojos fue lo mejor de mi vida y esa sonrisa que abarcaba la felicidad de tenerme con ella sólo infló más mi corazón pues sabía que ahora no sólo ella me esperaba sino también había alguien dentro de mi novia, alguien que pronto conoceríamos, alguien que pronto me diría "papá" y alguien a quien ya amo desde el momento en que supe de su existencia.

Mi bebé.

Yo tendría un bebé.

Formaría mi propia familia aún cuando pensé que nunca en mi vida lograría encontrar a una compañera que me hiciera tan feliz como lo hace Jesse, una persona por la cuál daría todo con tal de ver una sonrisa en su rostro, pero que equivocado estaba y es que tan sólo tuve que colarme al viaje de Cristian para conocer a la persona que se convertiría en el amor de mi vida.

Rompiendo mis reglas #1 © (Versión 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora