Capítulo 2

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Nico

No recuerdo haberme quedado dormido, lo último con claridad que está en mi memoria son los labios y los besos de Sol. Ni siquiera sé de qué manera nos logré traer a su departamento, después de unas cuantas copas terminamos nuevamente en la cama, no es algo extraño para este punto, pero no solemos alcoholizarnos para ello. Me giro a la derecha y puedo verla con más atención, está totalmente desmaquillada y tiene una expresión de tranquilidad que no veo mucho cuando está despierta. Los rayos del sol no ayudan a que aparte mi mirada porque su piel parece más suave y brillante.

Bajo toda mi defensa nunca formó parte de mis planes crear esta extraña amistad con beneficios y menos con ella, al principio me pareció tan desprotegida y aislada. Era como un pequeño Sol sin luz y no me gustó para nada, parte del encanto de Sol es su amabilidad y altruismo, desde el primer día en que la vi se dio a notar su corazón gentil. Cada vez a partir de ahí que la vi al lado de David era como una puñalada al pecho saber que me gustaba la novia de mi amigo, era ciertamente horrible saber que la única mujer capaz de captar mi atención y admiración estaba tomada, ella era feliz a su lado así que nunca moví un dedo para seguir estos sentimientos.

Justo ahora no es el momento ideal para recordar a mi amigo muerto y cómo me relacioné con la que era su novia, fue todo un año de amistad en secreto con ella porque no quería que mi familia se formara ideas que no eran, después todo entre nosotros cambió y sabíamos que ninguno quería una relación seria, nada más allá de tener compañía era importante, el tiempo voló y cuando menos lo imaginé pasaron otros año completo de esta situación, cada vez que quiero sugerir que deberíamos ser algo más allá de la cama se ríe como si fuera una broma y quizás es lo mejor, porque puedo pelear con lo que sea que esté ocultando, incluso convencerla de lo buenos que somos juntos, pero no puedo pelear contra un fantasma y el de David es muy fuerte como para competir.

—¿Es seguro decir "Buenos días"? ¿O seguirás viéndome—me hace las preguntas cubriendo su rostro con la almohada, odia que la luz del sol se meta por su ventana porque la golpea directamente, pero se sigue negando a cambiar la posición de su cama así que solo me burlo un poco de ella en silencio.

—Si me lo permites quiero observarte un poco más.

—Eres un bobo—retiro la almohada y antes de que se queje de mi acción la tomo en un beso, una sonrisa tira de sus labios al ver que sigo aquí, creo que la única vez que me escape de su cama fue la primera vez y porque no quería incomodarla, así que salí a buscar el desayuno de los para hablar de la situación. Estuvimos de acuerdo que para bien o para mal los estábamos solteros y sin ningún compromiso así que no nos culpamos por lo que pasó, sin arrepentimiento, sin expectativas, todo tomó un camino muy natural.

—Buenos días—susurro acercándola más para abrazarla y volverme a acomodar—, para apodarte Sol no eres muy agradable en las mañanas—se esconde en mi pecho por dos razones, le gusta hacer eso y lo más importante, la cubre de la luz.

—Eres el único que me llama así y todavía es día que no entiendo por qué lo haces—me recuerda suspirando, estoy seguro de que su cabecita ya está pensando en todo lo que tiene que hacer en el día.

—Eres una luz radiante—contesto de forma sincera, se le corta la respiración por unos segundos antes de componerse.

—A veces desearía que no fueras tan brutalmente honesto como para decir cada cosa que pasa por tu cabeza—veo como se retira de la cama, comienza a ponerse su bata y calcetines con estampados de conejitos. Me parecieron algo que nunca pensé soportar en una mujer, al menos que esa mujer sea Sol, claramente.

—Mira, si todo el cabello rubio de tu cabeza no te da una idea más exacta—le explico poniéndome también de pie y colocándome el pantalón—, tal vez que el amarillo sea tu color favorito puede ser un indicio más claro para obtener tu respuesta.

Todo o nadaWhere stories live. Discover now