Todo o nada

Capítulo 3

Nico

—A pesar de todo, las cosas van bien. Debo admitir que has hecho un trabajo increíble, Nico. Me alegra saber que las cosas terminaron en buenas manos—el cumplido de mi hermano Marcos es algo que debería ponerme feliz, incluso debería soltar un gran y sonoro "Te lo dije", pero toda mi preocupación va entorno de la inquietud de Sol, todo el fin de semana que estuve fuera ella se mantuvo peligrosamente callada.

No solemos discutir, pero está insistente en que lo mejor es buscar otra institución en la que alojar a Henry y sigue terriblemente preocupada porque yo no creo que sea lo más adecuado en este momento, él no puede hacer amigos y casi no habla con las personas que lo rodean, eventualmente tendrá el mismo problema a donde vaya, su postura es que tal vez no se siente cómodo con las personas que lo rodean.

—¿Nico? —mi hermano Adam palmea mi espalda, estoy tan distraído que ni siquiera noté el momento en que entró a la sala de juntas, si Marcos detecta que estoy más distraído de lo normal lo más probable es que se enoje, acaba de llegar y tienen un temperamento más extraño de lo normal, le dejé claro que no planeo tomar su lugar en la empresa, pero he aprendido a respetar y entender a cada empleado de Publicidad Miller, por eso también me esforcé el doble para sacar todo esto adelante.

A lo largo de los años mis hermanos han sido los que tomaron la batuta de la situación empresarial y como Sol me dijo, cuando me necesitaron tuve que dar un paso al frente por ellos.

—Gracias, creo que la habitación podría desaparecer y Nico ni se daría cuenta—comenta Marcos, mis dos hermanos están jugando conmigo, es la primera vez que yo no tengo ganas de seguirles el juego, menos cuando el tema es tan serio como esto.

—Si no me necesitan para nada más, tengo que salir—estoy por ponerme de pie e irme de la sala de colores grises y muebles negros que solo deprimen a la gente cuando la voz del menor de nosotros me detiene.

—Acabo de llegar ¿Y ya te quieres deslindar de las responsabilidades de la empresa?

—Marcos—advierto para hacerle saber que no estoy de humor, aparentemente en Italia se olvidó de mis señales o se hizo más idiota en lugar de más inteligente.

—¿Marcos, qué? Desde que llegué no me has hablado de nada que no sea la empresa ¿Qué te está pasando?

—Nada, tengo una vida personal ¿De acuerdo? No es un crimen querer algo de espacio—Adam quita su atención de su laptop y se endereza listo para intervenir entre los dos.

—Niños, no es momento de pelear. Deberíamos mantener una cordial conversación sobre cómo la empresa está comenzando a crecer más, nuestro éxito está por superar nuestras capacidades ¿Tienen algún plan de acción? —frustrado de tener que hablar otra vez de negocios me siento en mi lugar como niño regañado por mi hermano mayor, ese siempre ha sido Adam, solo que ahora no estoy preparado para obedecerlo ciegamente.

—Expandirnos—lanzo la propuesta y me pongo de pie para salir de nuevo, solo que Marcos insiste al detenerme en la salida.

—No me digas, genio ¿Y cómo exactamente es que piensas hacer eso? ¿Tienes un presupuesto? ¿Terrenos? ¿Empleados? ¿Cuál será el costo aproximado? ¿Y que tan rentable lo consideras? ¿Construir? ¿Rentar?

—Hermano, por favor. Eres el que se fue para obtener más experiencia, uno diría que tienes más planes para el negocio que manejas.

—Tengo ideas, pero con tu urgencia de irte no creo que tengas tiempo de escucharme—Adam bufa realmente enojado con los dos.

—Tengo a mi esposa a nada de celebrar su embarazo, nuestros hijos están decorando todo para la llegada de su nueva hermanita y quiero acabar para irme pronto con ellos. No me gusta dejarla sola teniendo el parto tan cerca ¿Quieren dejar de jugar a ser unos idiotas y ponerse a trabajar?