Capítulo 03.

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─ ¿En serio vas a dejar que esa alfa entre en tu casa?

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─ ¿En serio vas a dejar que esa alfa entre en tu casa?

ChaeYoung la miraba con el ceño fruncido, intentando parecer seria, pero tener la boca llena de sándwich de atún y las comisuras manchadas de mayonesa no le eran de ayuda.

─ Traga antes de hablar, burra. ─Se quejó Jennie limpiando con la manga de su camisa los restos de pan que su amiga le había escupido a la cara.

ChaeYoung tragó y se limpió la boca.

─ En serio, Jen. No me gusta, no me gusta nada. Lisa da miedo, se comporta como si odiara todo lo que le rodea.

─ ¿Qué es lo peor que podría pasar? Solo vamos a hacer un trabajo juntas.

─ ¿¡Que qué es lo peor que podría pasar!? Jennie, si apareces en primera plana en los periódicos locales como "chica descuartizada por psicópata homicida", no me vengas llorando, porque yo ya te lo habré advertido.

─ ¿Cómo se supone que iba a ir llorando si estoy...? Mira, déjalo. Estás siendo un exagerada, además, Lisa nunca ha hecho nada para que pienses así de ella aparte de ser tremendamente seria. ¿Alguna vez has hablado con ella? Yo el otro día lo hice y sigo viva. No seas prejuiciosa, Chae.

─ Bueno, bueno, pero, si mueres, me quedaré con tu guitarra.

Jennie rió y negó con la cabeza.

─ No tienes remedio.

En realidad, Jennie mentiría si dijera que no estaba nerviosa y, quizá, un pelín asustada. No había visto a la alfa en todo el día, pero habían acordado verse aquella tarde en casa de la omega para comenzar el trabajo. Afortunadamente, el día anterior habían compartido números de teléfono y Jennie podía simplemente mandarle un mensaje con la ubicación.

Jennie:

Unnie, no ha venido hoy a clases, ¿sigue en pie lo de esta tarde?

Jennie:

Le mando la dirección de mi casa por si acaso.

Jennie ha enviado una ubicación.

Lalisa:

Ok

Jennie frunció el ceño ante tan escueta respuesta, pero no le dio demasiada importancia. Si tan solo hubiera sabido que, si la rubia no había aparecido por el instituto aquel día, era porque estaba demasiado nerviosa por verse con ella después de clases.

Eran las cinco y doce minutos exactos, dos minutos tarde de la hora acordada. Lalisa maldijo internamente, quizá ese día debería haber hecho una excepción y dejado que el chofer la llevará. Había perdido el bus y tuvo que correr desde su casa hasta la de la omega en la otra punta de la ciudad. Y no había nada que Lalisa Manoban odiara más que correr. Llegó a casa de la omega jadeante y sin respiración, aunque no sabía muy bien si era a causa de la carrera o de su nerviosismo por encontrarse con la menor.

Intocable ━━ JenlisaWhere stories live. Discover now