Epílogo.

8.9K 1K 207
                                    

─ ¡Lalisa Manoban, es la cuarta vez que te digo que no metas la mano en el bowl de las galletas!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─ ¡Lalisa Manoban, es la cuarta vez que te digo que no metas la mano en el bowl de las galletas!

─ Pero es que la masa es lo mejor.

La alfa hizo un exagerado puchero y miró a Jennie intentando parecer adorable.

─ Eso no te va a funcionar. ─ Dijo entre risas la omega.

─ Cierto, la única adorable aquí eres tú.

La rubia tomó la cintura de su pareja y tiró de ella hasta estrecharla contra su cuerpo. Las mejillas de Jennie estaban sonrojadas, como cada vez que Lisa le hacía un cumplido. No importaba el tiempo que pasara, Kim Jennie seguía siendo la misma dulce omega que volvía loca a cierta alfa cascarrabias. Sonreían mientras se miraban a los ojos con un amor tan profundo que no podía expresarse con palabras. Lentamente, Lisa acortó la distancia hasta rozar sus labios con los de Jennie, siempre tan dulces y apetecibles. El beso empezó con calma, suavemente, las dos disfrutaban del contacto, pero a Lisa nunca le había gustado andarse con miramientos. Afianzó su agarre en la cintura y profundizó el beso, introduciendo su lengua en la boca de una Jennie que estaba a punto de explotar. Un gemido escapó de los labios de la menor y Lisa respondió gruñendo con satisfacción. Lentamente llevó sus grandes manos al trasero de Jennie, liberando su cintura, amasando y disfrutando de aquella zona que tanto le gustaba del cuerpo de su chica. ¿A quién iba a engañar? Todo en Jennie la volvía loca.

─ Lisa...

─ Dios, Nini. Te quiero tanto. ─ Medio gruñó.

─ ¡Iiiiiiiugh! ¡Qué asco, que asco! ¡Por favor, busquen un hotel!

Un niño de doce años entró a la cocina, obligando a la pareja a separarse. Jennie rió tímidamente y Lisa escondió el rostro en el cuello de la omega, intentando tranquilizarse. Otra vez sería.

─ ¡Oh, estás haciendo galletas! ─ Exclamó SooBin emocionado.

Jennie asintió sonriente.

─ Estaba a punto de llamarte para que echaras las chispitas de chocolate.

Lisa sonrió, algunas cosas nunca cambiaban. Aún no conseguía explicarse cómo alguien de veintitrés años podía ser tan jodidamente adorable como lo era Jennie.

─ ¡Ey, pero no metas la mano en la masa!

─ ¡Pero es que es lo mejor!

Jennie suspiró resignada.

─ De verdad que no tienen remedio ustedes dos.

Intentaba parecer enfadada, pero la suave sonrisa que asomaba de sus labios la delataba.

Lisa rió suavemente contra el cuello de la omega. Aquellos eran los momentos que la hacían sentirse plena, junto al amor de su vida y su pequeño cuñadito, en ocasiones incluso con su entrañable suegra. Hacía años que se había marchado de aquella cárcel que llamaba hogar y se había despedido de aquella mujer cuyo certificado de nacimiento aseguraba que era su madre. Se había alquilado un pequeño apartamento, aunque, a decir verdad, pasaba más tiempo en casa de los Kim que en su piso. Jennie cumplió su sueño de estudiar repostería y había conseguido un empleo en una coqueta dulcería del vecindario, muy cerca de su casa. Lisa estaba estudiando fotografía, intentando abrirse un hueco en la industria fotográfica. Todo era tan perfecto que parecía un sueño.

Abrió los ojos y besó la marca que le hizo a Jennie seis años atrás, apenas una semana después de empezar a salir con ella. Aquella marca que hacía su vínculo oficial, la marca que las unía para siempre.

─ ¿Cuánto van a tardar las galletas, Jen?

─ Depende de cuánto tarde en recoger tu cuarto, señorito.

─ ¡Pero eso no es justo!

Lisa se separó de Jennie y miró a SooBin. El preadolescente era la versión miniatura de su pareja, todo cachetes adorables acompañados por unos tiernos hoyuelos y labios abultados que sobresalían más cuando hacía pucheros, como en aquel momento.

─ La vida no es justa, Binie. Es hora de que vayas aprendiéndolo. ─ Bromeó Lisa.

SooBin rodó los ojos y sonrió antes de salir de la cocina rumbo a su cuarto. Era un gran niño, muy dulce y obediente. Había sido presentado como alfa a los nueve años.

Jennie se separó de Lisa y continuó con el dulce.

Lisa la miró fascinada mientras Jennie trabajaba concentrada, algo de harina manchaba sus mejillas, haciéndola ver jodidamente tierna. Lisa suspiró y sonrió, llamando la atención de Jennie que la miró y sonrió de vuelta.

─ ¿Qué pasa?

La sonrisa de Lisa se ensanchó.

─ Nada, simplemente...soy feliz.

FIN.

no se asusten, aún faltan unos cuantos extras, kshsksjs

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

no se asusten, aún faltan unos cuantos extras, kshsksjs.

quería agradecerles por el apoyo y por hacer que esta adaptación llegará al top #1 de lisa, blackpink y jenlisa, ¡muchas gracias!♡

al rato subiré el primer extra, así que no me extrañen mucho.♡

Intocable ━━ JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora