Extra 3: Familia feliz.

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─ ¡Tía Jennie, tía Jennie!

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─ ¡Tía Jennie, tía Jennie!

─ ¡Mamá, Mamá!

Dos pequeñas niñas de unos cinco años entraron corriendo por la puerta de la pastelería. Una era rubia y alta, con mejillas regordetas y con una sonrisa enorme a la que le faltaba un diente. La otra era más menuda, pelicastaña y también con unas grandes mejillas que la hacían verse como una pequeña cosita adorable. La omega que estaba detrás de la caja salió a su encuentro y abrazó a las pequeñas con dificultad, le costaba trabajo hacerlo con su prominente embarazo.

─ Hola, niñas. ─ Saludó sonriéndoles con dulzura.

─ ¿Puede venir Lia a jugar esta tarde a mi casa?

─ No sé, RyuJin, ¿le has preguntado a tus madres?

─ Mamá Rosie me ha dicho que sí, ahora voy a preguntarle a mami Chu.

─ ¿Y qué ha dicho tu madre? ─ Le preguntó Jennie a su hija.

─ Que tú mandas.

Jennie rió y negó sonriente, su esposa no tenía remedio.

En ese momento, una alfa sonriente salió de la cocina con una bandeja cargada de pasteles recién ordenados.

─ ¡Mami! Esta tarde va a venir Lia a jugar a casa. ─ Anunció RyuJin emocionada.

JiSoo sonrió y dejó la bandeja sobre el mostrador.

─ Eso es genial, peque.

Cogió a su hija en brazos y le besó la mejilla, mientras Lia abrazaba cariñosamente la pierna de su pelicastaña madre y ésta le hacía mimos en el pelo.

La campanilla de la puerta sonó, anunciando la llegada de dos personas al local. Aunque ni JiSoo ni Jennie habrían necesitado aquel sonido para saber que sus parejas habían llegado.

ChaeYoung entró tan sonriente como siempre.

─ Estas dos pulguitas se nos han escapado, ¿ya les han contado sus planes malignos? ─ Preguntó la rubia omega, revolviendo el pelo de su hija y dándole un pico a JiSoo, que la tomó de la cintura y la estrechó en un abrazo, dejando a la pequeña RyuJin en medio.

─ ¡Ay, me asfixian! ─ Se quejó la niña y la pareja rió, besando cada una las mejillas de la pequeña.

La familia sonrió feliz.

Lisa se habría detenido a contemplar la dulce escena, de no ser porque a ella la esperaba una muy similar. Su omega la esperaba sonriente, con una mano sobre su abultado vientre y con su hija mayor abrazada a su pierna.

─ Mamá...

El niño que Lisa cargaba entre sus brazos se revolvió y se estiró en dirección a la omega, que lo recogió y lo apoyó sobre su cadera, con cuidado de no lastimar su vientre.

Jennie besó la cabeza del niño de un año recién cumplido, y éste abrazó su cuello.

─ Ey, Gyunnie, déjame un poco, que yo también quiero. ─ Dijo Lisa acercándose a su familia y besando a Jennie.

─ ¿Cómo estás?

─ Hinchada.

─ Llevas ocho meses embarazada, Nini, ya deberías estar acostumbrada. ─ Bromeó Lisa y ambas sonrieron.

Los clientes de la pastelería ya veían aquello como algo normal, la mayoría incluso acudían al local por el ambiente familiar. Muchos eran clientes habituales que acudían religiosamente a por el café y el trozo de pastel de las cinco. Que Jennie cocinara como los ángeles también ayudaba, además de que JiSoo era una camarera ejemplar que alegraba a la clientela con sus sonrisas kilométricas. Jennie se había negado a dejar de trabajar a pesar de su estado, no quería defraudar a sus clientes, por eso, todo el mundo en el vecindario en el que vivían y en el que se encontraba la pequeña pastelería le tenía un gran aprecio a Jennie y a su familia.

─ Oye, guapa, ¿te apetece un picnic esta tarde?

─ Park ChaeYoung, ¿me está proponiendo usted una cita? ─ Bromeó JiSoo, haciéndose la sorprendida.

─ Puede, ¿qué me dices?

─ No sé, pregúntale a mi jefa.

Jennie rodó los ojos.

─ Ey, mandu gigante, ¿por qué no cierran hoy antes y nos vamos todos de picnic? ─ Sugirió ChaeYoung.

─ ¡Sí, picnic! ─ Exclamaron RyuJin y Lia al mismo tiempo.

JiSoo se unió al coro.

─ Como si ahora pudiera decir que no. Le partiría el corazón a tu alfa enana, y a los niños tampoco les haría gracia.

─ Cómo me conoces, Jen. ─ Dijo JiSoo.

Las cuatro adultas rieron mientras los niños seguían celebrando el cambio de planes.

─ Podríamos avisar al tío SooBinie. ─ Propuso Lia.

─ Claro, luego lo llamamos. Aunque a lo mejor está ocupado, el último año de instituto es el más difícil.

─ Hablas por ustedes dos, ¿no? ─ Dijo ChaeYoung.

Lisa rió y abrazó a Jennie por la espalda, frotando su barriga con amor y besando la marca de su unión. Se sentía plenamente feliz con su gran y bizarra familia; con la omega de sus sueños a su lado, con sus dos pequeños hijos y el que estaba en camino, con sus dos mejores amigas. Y sonrió, porque todo era perfecto y porque y no tenía que observar a Jennie desde la distancia para apreciar lo perfecta que era.

 Y sonrió, porque todo era perfecto y porque y no tenía que observar a Jennie desde la distancia para apreciar lo perfecta que era

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un extra más y se termina la historia:(.

Intocable ━━ JenlisaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt