Capitulo #8

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Mientras guardo mis cosas para salir a recreo, Nidia se acerca a mí.

—Cecy, iré a hacer fila allá en la tienda, luego se llena.

—Sí, yo ahorita voy.

Nidia sale del salón. En ese mismo instante entra Brianda, pero no le pongo atención, hasta que me habla.

—Oye, Cecy.

—¿Sí? —digo sin dejar de guardar mis cosas.

—¿Todavía te gusta Alex?

No le contesto.

—Cecy, te estoy hablando —me toca el hombro.

Volteo a verla —¿Qué es lo que quieres que te conteste?

—Solo dime sí o no.

—¿Para qué quieres saber eso?

—Porque de lo que me digas depende de lo que te voy a decir.

—¿Qué me vas a decir?

—¡Ash! —rueda los ojos—. Solo contesta lo que te pregunté.

—Es que no entiendo por qué preguntas esto, Brianda.

—Porque... —se acerca—, ayer estuve hablando con Alex sobre eso que le dijo Daniela, y yo le pregunté si tú le gustas, a lo que él me contestó que... no quiero que te vayas a sentir mal eh, pero siento que lo tienes qué saber —toma aire—. Me dijo que no, que tú no le gustas. Es más, me dijo algo horrible, dijo que le pareces la más fea, sangrona y burra de todo el salón.

Bajo la mirada, triste y decepcionada.

—Pero no quiero que te sientas mal, Cecy. Si te lo digo es para que te des cuenta que él no te corresponde.

No contesto nada, solo salgo corriendo de ahí.

Con lágrimas en los ojos llego corriendo a las canchas de la escuela, donde está Alex a punto de jugar fútbol con otros niños. Me mira desde abajo, me sonríe y, cómo aún no juega, sube conmigo. Al verlo seco mis lágrimas con mis manos.

—Hola —sonríe—. ¿Qué haces por acá?

—Nada —digo sin verlo.

—¿Andas enojada?

—No.

—¿Vienes a verme jugar? —sonríe.

—No —niego con la cabeza.

—Yo pensé que sí.

—Pues no.

Se queda callado por unos segundos —¿Te hice algo o qué?

—No. Mejor me voy.

Se pone enfrente de mí, impidiendo que pase —¿Por qué te noto tan triste?

—No lo sé.

—¿Por qué no te quedas a verme jugar?

—Porque no tengo ganas.

—Pero es que...

—Me tengo qué ir —sin esperar alguna respuesta de su parte, me voy corriendo.

Esta vez quiero ver a nadie, no quiero estar con Nidia, no quiero ir al salón porque probablemente me voy a encontrar con Daniela con Brianda. Me voy a los baños, me meto a uno de ellos para ahí poder llorar todo lo que quiera, sin que nadie me mire o me diga nada.

Todo el recreo me la paso en el baño llorando, pero no puedo seguir ahí por siempre. Me levanto del inodoro, seco mis lágrimas y salgo de ahí. En el grifo me lavo las manos y la cara.

Mi Primer Amor©✔ Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora