Capítulo #37

8 3 0
                                    

14 de febrero 2012

A nuestro profesor se le ocurre la idea de hacer de regalarnos paletas. Nosotros hacemos una bolsa de papel con nuestro nombre y luego tenemos qué pasa al salón a poner una paleta a la persona o personas que nos agraden. Puede ser anónimo o se puede también poner un recadito en la paleta con nuestro nombre. Yo le pongo una paleta a Alexis y otra a Nidia que, aunque ya casi no me hable, la sigo queriendo mucho.

En mi bolsa tengo 8 paletas. Obviamente una es de Alexis. El Recado de él dice algo como: “Te quiero, mi niña bonita. Alexis”.

—¿Cuantas paletas recibiste, bonita? —me pregunta Alexis.

—Ocho —respondo—. ¿Y tú?

—Cuatro —Contesta.

—¿Quién te las dio?

—Tú, Héctor, Brianda y la otra es anónima. ¿Y a ti?

—Tú, Jhoely, Nidia, Marco, Adrián, César, Héctor y la otra es anónima.

—¿Héctor te dio una?

—Sí, ¿qué tiene de malo? —frunzo las cejas.

—No, nada... Héctor —le habla porque va pasando en ese momento—, ¿cuantas paletas te dieron?

—Dos —se ríe—. Una tuya y otra de Nidia.

—Qué bien... ¿Le diste una a Cecy?

—Sí —responde normal.

—Ay, yo no te di nada —digo apenada.

—No te preocupes —se ríe—. Pero —mira otra vez a Alex—, ¿eso te molesta, bro?

—No, solo se me hizo raro.

—No solo le di a Cecy, le di paleta a todas las niñas.

—Está bien, no dije nada.

—¿Todo bien entonces?

Alexis asiente. Héctor le da el puño y después se va con otros compañeros.

—No piensas mal de Héctor, ¿verdad? —le pregunto.

—No, amor, solo se me hizo raro.

¿Qué? ¿Acaso oí bien? ¿Alexis me dijo “amor”?

—¿Q-qué? ¿C-cómo me dijiste? —pregunto sorprendida.

—Que solo se me hizo raro.

—No, eso no, lo que dijiste antes.

—No dije nada.

—Sí dijiste, Alex, me dijiste algo.

—¿Qué te dije?

—Me dijiste amor.

Sonríe, agacha la cabeza y ríe nervioso mientras se resca la nuca.

—Perdón, no debí...

—Me gustó —digo sin dejarlo terminar lo que iba a decir—. Es lindo —sonrío.

Me mira y sonríe él también.

—Es que como, bueno, tú me has dicho bebé y así.

—Solo lo dije una vez, ya no lo he dicho porque me da vergüenza.

—Bueno, pero somos novios, así se tratan los novios, ¿no?

—Pues sí, es verdad.

—Entonces... —se acerca—, no tiene nada de malo —sonríe.

Yo también le sonrío mientras me muevo a los lados. Él también de acerca y, con una de sus nanos, toca mi barbilla.

—Eres tan bonita, amor.

Mi Primer Amor©✔ Libro 1Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt