Capitulo #18

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Aún estando en clases, el profesor me dice que lo espere en la biblioteca, que porque quiere hablar conmigo. No sé de qué, para qué o por qué quiere hablar conmigo, pero hago lo que me indica y lo espero por unos minutos sentada en una silla.

Cuando entra les pide de favor a las personas que están ahí que si pueden salir porque quiere hablar conmigo, ellos le dicen que está bien y se van. El profesor se sienta en una silla, enfrente de mí. Estoy nerviosa porque pienso que me va a regañar.

—¿De qué quiere hablar conmigo? —pregunto con timidez.

—Sobre lo que sucedió en el salón, Cecy.

Nerviosa, me pongo a jugar con un lápiz que está en la mesa. —Yo no quiero hablar de nada, profe —digo sin verlo.

—Solo quiero saber por qué llorabas.

—Lloré nomas por qué sí y ya.

—Cecy, yo sé que es difícil y más para una niña como tú, pero que lloraras así no es normal.

—Yo lloro siempre, profe, mi hermana y mi mamá dicen que soy muy llorona.

—Pero debe existir algún motivo de tus llantos.

—No es nada.

—Cuando se tiene un problema lo mejor es hablarlo, Cecy.

—Pero yo a usted no lo conozco mucho como para contarle mis cosas.

—Cecy, yo no te voy a presionar a que me digas, pero puedes contárselo a tu familia. A tu mamá, a tu papá, a tus hermanos si tienes, a tus amigas o quien le tengas más confianza.

—Yo no tengo amigas y a mi familia no le importo, mucho menos a mi mamá.

—No digas eso, Cecy, la familia siempre está ahí para apoyarnos, sobre todo nuestra mamá, la mamá es el ser que uno más ama en el mundo.

—Yo la amo, pero ella a mí no.

—¿Por qué dices eso?

—Porque es la verdad, ella nunca me hace caso, nunca quiere hablar ni jugar conmigo, no me trae a la escuela ni viene por mí, no me ayuda con mis tareas, no me cocina, no me cuida, prefiere dejarme con mis hermanas. Ella no me quiere, profe.

—¿Y tu papá? —me pregunta.

—Mi papá es bueno y él sí me cocina, me lleva a todos lados en el carro, me cuida mucho porque dice que soy su bebé, pero...—bajo la mirada—, él casi no está en casa porque trabaja en Los Ángeles, y viene cada mes o dos meses... —empiezo a llorar.

—¿Y tu hermana? Yo veo que ella viene por ti siempre, ¿no?

—Mi hermana tiene 17 años, pero ella me regaña de todo, me grita, me dice que soy una burra, una tonta, una distraída, que no sirvo para nada y cuando le quiero contar algo me dice que no la moleste. No es su culpa, ella también tiene muchos problemas con nuestros papás.

—¿Y no tienes más hermanos?

—Tengo cuatro aparte de mi hermana que viene por mí, pero todos ellos son grandes, ya tienen hijos y familia, y a mi me ignoran.

—¿No hay nadie en tu familia a quién le puedas contar algo?

Niego —A mí nadie me quiere, profe —digo llorando.

—Yo sé que como dijiste, yo no soy alguien que conozcas mucho, pero puedes confiar en mí, Cecy, yo solo quiero ayudarte.

No digo nada, solo lloro más fuerte.

—Dime algo, ¿alguien en tu casa, familiar, amigo de la familia o que haya entrado a tu casa te ha tocado o hecho algo sin tu consentimiento?

Niego con la cabeza.

Mi Primer Amor©✔ Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora