「 Prólogo 」

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Mis viejas zapatillas daban aviso a la tragedia y a mi falsa muerte. Los cables de electricidad, amarradas a ellas daban a entender cómo que algún trabajo vudú tenía que ver con la muerte del heredero a las "Grandes familias" en Japón.

A diferencia de como estén pensando, esto ha pasado mas veces a lo largo de mi corta vida. Desde pequeño he tenido afición de profesar una muerte trágica tal cual la caída de Macbeth en una de las obras de Shakespeare. Bueno tal vez no tan a la altura, pero si dramático.

La primera vez fue cuando quería ir a una práctica de baile después de la escuela, dónde busqué el permiso de mis padres, al recibir una negativa debido a qué mi existencia era un secreto para el público, terminé frustrado porqué según ellos mi "disfraz" se caería en pedazos, terminando siendo educado en casa de nuevo. 

Odiaba ser educado en casa.

Pero eso no significaba que me rendiría tan fácil.

Así es como decidí dejar uno de mis peluches en mi cama, con las cabelleras negras de las muñecas de mi hermana Teruko sobre mi reemplazo, el cuál impregne ketchup tirado desde el cuello hasta que escurriera por el piso. De algo había servido ver un documental de leones.

Contento con mi cometido, espere debajo de mi cama, esperando que alguien se diera cuenta del crimen, más al pasar los minutos terminé dormido sobre el suelo. Siendo despertado por un olor de estrés por parte de mucha gente.

Al final no había ido a mi preciada clase de baile, pero si asuste a todos los guardias, dónde mi padre se había ocupado de dejar un charco de sangre en el salón al pensar que había sido raptado.

Desde ese día los guardias no se me quitan de encima, así es como empieza mi intento de muerte falsa número siete.

Ahora me encontraba sobre un árbol, a unos metros de la escena del crimen que había montado, el boba que llevaba en mano me ayudaba a disfrutar de la vista, intentando no concentrarme en como todos se paniqueaban en el suelo.

Pronto las cosas cambiarían, en un par de días sabría mi segundo género y eso siempre apestaba. Hasta este momento no había tenido problemas haciendo misiones encubiertas de cualquier tipo, pero nunca había poseído tener una esencia y como tal no sabría si estaría a la altura de mis demás antepasados. Dónde los omegas principalmente se encargaban de asesinatos limpios debido a sus cualidades.

Sin embargo, en esta sociedad de ahora, se les da la prioridad a los alfas. Mas fuertes, con mas capacidad de fuerza que los omegas, y aunque me han criado como uno. El solo hecho de que no lo sea podría cambiar como me ve mi familia.

Por eso siempre los hijos en este tipo de familias han sido un secreto hasta que se presentan.

A veces siento que todo sería mejor siendo un beta.

El color de tus ojos [Omegaverse] Soukoku/Shin SoukokuWhere stories live. Discover now