Llamadas telefónicas II

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Cap. 32
Camila POV
"¡EEWWWW Austin eso es demasiadooooo asqueroso! ¡Gracias a Dios no dormí contigo Mr. Pee Pee!" Keana se estremeció mientras hablaba. Yo mantenía mi posición sobre ella, con la pistola de pintura apuntando a su hombro y si se llegaba a mover un centímetro estaría encantada de dispararle.
El rostro de Austin comenzó a ponerse en diferentes tonalidades de rojo, de todas las personas yo podía darme cuenta de ello. La vergüenza se transformó en ira y escuché a Drew corriendo por las escaleras, Tay le seguía de cerca. Austin me miró, luego a Dinha y Mani antes de mirar a Lauren quien tenía una pequeña sonrisita por haber llevado a Austin al extremo. Vi su mano soltar a Everett y todo sucedió en cámara lenta.
Mani gritó y empujó a Dinha a un lado. En un intento de ayudar, me lancé hacia Everett, pero me tropecé con la masa del suelo que era Keana. Lauren inmediatamente se movió para atraparme antes de que jopeara el suelo. Escuché el ruido de algo cayendo al agua y escondí mi rostro en el pecho de Lauren y comencé a sollozar. Escuché a Drew maldecir y Tay gritándole a Austin. Entonces todo se silenció.
Me forcé a abrir los ojos para ver a Mani, empapada dentro de la bañadera con Everett a salvo sobre su cabeza, completamente seco. Dinha fue hacia su lado y aprisionó el cuello de Austin con su mano, sosteniendo su rostro a centímetros del agua de la bañera.
"Mani, buena atrapada. Ahora esto es lo que sigue. Chicas, lleven a Everett a casa y controlen a los bebes. Nosotros tenemos unas cuantas cosas que hacer con Austin y Keana y luego volveremos a casa." Lauren le lanzó una mirada a Austin mientras hablaba. Keana soltó un llorisqueo, pero Lauren le ignoró.
"Lauren, ¿qué es lo que van a hacer?" pregunté. Nunca antes los había visto tan enfadados y no estaba segura de dejarlos solos.
"Estaremos bien Camí. Solo tendremos una pequeña charla con ellos. Y luego les daremos diez minutos." Lauren asintió con su cabeza en dirección a Dinha, respondiendo alguna pregunta silenciosa que saltó a su mente.
"¿Diez minutos para qué?" preguntó Mani mientras salía empapada de la bañera. Su camisa blanca dejaba poco a la imaginación. Los ojos de Dinha observaron su forma mojada por toda la habitación, apreciando lo bien que se veía Mani mojada.
"Tienen 10 minutos para escapar, y luego iremos tras ellos, lanzando balazos con las armas de pintura. Si fuera ellos pasaría algunos minutos poniéndome ropa protectora. ¡los diez minutos comienzan AHORA!" proclamó Lauren inesperadamente.
Como si alguien les hubiera pinchado con un alfiler, Austin y Keana pegaron un grito y corrieron por sus vidas, golpeándose el uno al otro mientras se apresuraban a escapar. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos, estallamos en risas. Dinha fue hacia Mani e inspeccionó a Everett, quien parecía ileso y saludable. Lauren me levantó del suelo y me abrazó. "Gracias por pasar tiempo conmigo en el closet Camz." Ronroneó en mi oído.
"Cuando quieras Lo…" le guiñé.
"Tranquilas las dos…tenemos dos sanguijuelas que cazar. Lauren, ¿realmente tenemos que darles diez minutos o solo un rápido ataque?" preguntó Drew, dejando bien obvio que prefería la opción de emboscada.
Afortunadamente, Austin y Keana tomaron la decisión por ellos. Sus cuerpos salieron corriendo y gritando por la puerta trasera, Austin vestido tonel saco largo de gala de su madre, Keana llevando al menos cinco sudaderas de Austin y su protección del equipo de fútbol. Ambos tenían cascos de futbol en sus cabezas y guantes. La visión de ambos corriendo por el jardín hizo que Dinha se riera y luego alzara su arma y les apuntara.
"¡Hey!" gritó Dinha. Austin se volteó hacia la casa por un segundo y Dinha apretó el gatillo, arrojando una bala de pintura sobre el casco, justo en medio de sus ojos. "¡Eso es por el corpiño de Myrtle!"
Habiéndose lanzado el primer tiro, Lauren y Drew descargaron su arsenal sobre la pareja mientras corrían por sus vidas alrededor de los árboles. Lauren le dio a Austin en la espalda, sus tiros formaron una perfecta 'L' en su espalda, eso dejaría una buena marca. Los gritos de Keana hicieron eco en el bosque y juraría que escuché a Austin llorar nuevamente. Ambos parecían tener mala suerte, cuando finalmente lograron ponerse a salvo.
"¡Otra victoria de los Jauregui!" gritó Tay felizmente. "Ahora volvamos a casa con los bebés. Solo tenemos unas pocas horas más con ellos, y Elizabeth aún tiene trajes que no ha usado."
Encantados recogimos nuestras partencias y nos dividimos entre los dos autos para volver a la casa de los Jauregui. Clara y Mike nos recibieron en el porche con sus brazos llenos de bebés. "Qué bueno ver que todos volvieron." Murmuró Mike "Asumo que Austin está muerto, ya que todos están de vuelta y felices."
"¡Sip- le di justo entre los ojos! Y Lauren le tatuó una perfecta 'L' en su espalda." Dinha exclamaba orgullosa mientras tomaba al pequeño Elliott de los brazos de Clara. "Y esta vez ni necesitamos usar dinero para la fianza."
Me baje de la espalda de Lauren para tomar a Lolito de Mike.
"Lauren y Camila jugaron a '7 minutos en el cielo' en el armario mientras nosotros hacíamos todo el trabajo." Sonrió Drew mientras pedía a Elizabeth, quien lloraba en el otro brazo de Clara.
"¡No fue así!" exclamó Lauren "Nos estábamos escondiendo y aterrorizando a Austin con llamadas telefónicas." Clara rodó sus ojos mientras más detalles comenzaban a salir de su boca.
"¿Entonces dicen que no hicieron nada en el closet?" nos acusó Tay con sus manos sobre sus caderas, lanzándome una mirada.
Traté de parecer muy ocupada con la manta de Lolito, pero me puse roja inmediatamente al pensar en nuestro tiempo en el armario. Los demás no pasaron por alto mi cambio de color y estallaron en risas.
"¡Creo que ahí tenemos nuestra respuesta!" rugió Dinha mientras caminaba hacia la casa. "¡Bien echo Lauren! Quizás si se las arregló para enseñarte algo este fin de semana."
Lauren y yo corrimos dentro de la casa y cambié a Lolito en un pañal seco y unos pijamas para la cama. Ahora estaba oscuro afuera, y comenzaba a tener sueño. Lolito estaba feliz de sentarse en mi regazo, pero no estaba nada cerca de dormirse. Puse algo de música y me volví a sentar en el sofá de la habitación de Lauren, alimentándole con un biberón. Lauren y los chicos se habían ido a hablar con Clara-
Se había ido por algunos minutos cuando escuché la puerta abrirse y segundos después, sentí su frío aliento en mi nuca. "¿Cómo esta nuestra pequeña vampirita?" preguntó Lauren dulcemente.
"Solo es mitad vampiro, ¿sabes? Obviamente su lado humano está siendo desvelado por el lado vampiro ahora mismo, creo." Me reí. Lolito estaba más despierto que el resto de los bebés, pero al menos era más fácil de manejar la mayor parte del tiempo. "¿Que quería Clara? ¿Rompieron alguna cosa otra vez?"
"No, solo tenemos que irnos por poco tiempo, quiere que limpiemos la pintura de la casa de los Newton. Creo que Dinha contó demasiado, así que ahora tenemos que ir a limpiar la fachada de la casa." De todas formas, pude notar por el tono de su voz que no estaba nada contenta con tener que ayudar a Austin, pero Clara se lo había pedido y no diría que no.
"Bueno, usa tus poderes vampíricos para volver rápido ¿sí? ¿Acaso no estábamos en la mitad de algo cuando tuvimos que ir a la casa de Austin?" bromeé. En respuesta a mi pregunta, ella se inclinó sobre el sofá y comenzó a besar mi cuello. Sus labios hicieron un lento recorrido hacia mi oído.
"¿Dónde estábamos exactamente...?" susurró. Mi corazón golpeteó y mi rostro comenzó a ponerse más cálido. Sentí sus manos deslizándose por mis hombros, enviando descargas eléctricas por mi columna.
"Justo aquí." Murmuré mientras mis ojos le miraban. Sus manos recorrían mis piernas mientras se inclinaba, a centímetros de mi rostro. Respiré profundamente y presioné mis labios a los de ella. Sus dedos se enredaron en mi pelo y el besó se convirtió en algo más pasional. Buscando aire, rompí el beso, pero tomó mi mano y continuó besándome, desde las yemas de los dedos hacia mi hombro.
"Realmente tendrías que ir, no quieres que Clara se enfade..." murmuré, aunque la idea de que ella se fuera era insoportable.
"Solo unos minutos para que el truco funcione..." movió mi pelo hacia atrás y comenzó a besarme el cuello nuevamente, haciéndome marear. Estaba a un segundo de poner a Lolito en su cuna y lanzarme a Lauren cuando escuché unos golpes en la pared.
"¡Suficiente! No puedo soportar tanto…la lujuria literalmente escapa por debajo de la puerta de esa habitación… ¡Lauren vamos ahora mismo así podemos volver pronto!" Drew estaba gritando desde el otro lado de la pared. Lauren me sonrió maliciosamente.
"¿Que le hiciste al pobre Drew?"
"Iba a poner poco esfuerzo en la limpieza para que volviera más tarde, así que quería asegurarme de que sintiera porque quería volver a casa, y funcionó. Ahora esta tan inspirado como yo para apresurarse con el trabajo." Se rio orgullosamente al haber logrado su cometido.
"Ustedes son tan maduros…" me reí dándole un último beso.
"Ahora esto no nos tomará tanto tiempo. Volveremos en un parpadear." Su hermosa sonrisa fue lo último que vi cuando cerró la puerta. Escuché a Dinha y a Drew llamándole por su nuevo sobrenombre, seguido de un fuerte estruendo que asumí fue uno de ellos siendo arrojado por la escalera.
Lolito parecía que no iba a dormirse pronto. Ocasionalmente se revolvía si me ponía de pie para poner alguna de las composiciones de Lauren mientras bailábamos por la habitación, se tranquilizaba, pero no se dormía. Tay y Mani pasaron un rato mientras sus bebés dormían.
"¿Cómo es que a mí me tocó la bebé búho? O sea, de entre todos nosotros...a mí me toca la que no duerme. ¡Eso está mal!" me reí.
"Bueno, yo obtuve dos mini Dinha...En versión masculina, víctimas de secuestros, ataques de mapaches, marcadores permanentes, bebés que vuelan a través del tejado…básicamente problemas por todas partes. Tal y como su Madre." Mani rodó sus ojos mientras hablaba de los chicos.
"¡Eso no es nada! Finalmente logro tener mi muñeca para vestir y no solo odia que le cambien la ropa, ¡ama más a Drew que a mí!" se quejó Tay. En medio de su angustia, sus ojos se quedaron fijos y una enorme sonrisa pareció en su rostro. "¡OOHHH terminaron! Están de regreso a casa. Necesito ir...um...preparar las cosas...oh ¡Lo que sea! Lauren inspiró a Drew así que es su culpa. Las veo más tarde." Tay salió disparada fuera de la habitación.
Mani inmediatamente se puso de pie para irse "Voy a darle la bienvenida a la suplente Dinha y ver si necesita ayuda con su…bueno." Dijo con un guiño. "Ustedes niños diviértanse. A lo mejor te gustaría tranquilizarte un poco Camila." Se rio "puedo oír tu corazón desde aquí." Con una sonrisa de satisfacción cerró la puerta.
Rápidamente me puse de pie y traté de dormir a Lolito y tranquilizarme, como Mani sugirió. Sin embargo, Lolito tenía otras ideas para nuestra última noche juntas. Nuevamente, me encontré a mí misma bailando por la habitación alguna estúpida canción en el estéreo, con Lolito en mis brazos como única forma de tranquilizarla. "Creo que tu Mama te ha enseñado este truco para hacerme bailar. Sabe cuánto odio bailar…"
"Pero te ves adorable cuando lo haces." Escuché su hermosa y aterciopelada voz detrás de mí. Me volví para ver a mi ángel recostada contra el marco de la puerta, sonriendo.
"¿Hace cuánto estas ahí?" pregunté, mi rostro comenzó a ponerse rojo. Cruzó la habitación y se acercó a mi lado. Puso ambas manos en los costados de mi rostro.
"Solo una canción o dos. También te ves adorable cuando cantas." Dijo con una sonrisa. Abrí mi boca para protestar, pero sus labios cubrieron los míos antes de que pudiera escapar algún sonido. Sus labios se movieron con los míos, hasta que sentí mis piernas débiles. Ella sonrió y tomó a Lolito de mis brazos, mientras yo trataba de recuperarme, y la recostó en su cuna.
"Ahora es mi turno. Creo que me debes un baile." Grácilmente camino hacia el estéreo y cambió el CD por una hermosa y lenta melodía. Tomé la mano que había extendido, mi corazón latía frenéticamente. "Lauren…" traté de hablar, pero ella presionó uno de sus dedos contra mis labios. "SSHH Camila, solo baila conmigo, por favor." No había forma de que pudiera resistirme a ella cuando hablaba de esa forma, perdía el control de mi cuerpo y mis sentidos.
Sus ojos nunca se apartaron de los míos. Pasó sus brazos alrededor de mi cintura para sostenerme más cerca. Finalmente, rompiendo su mirada, me acomodé en su cuerpo, descansando mi cabeza sobre su frío y duro pecho. Cerré mis ojos y todo lo que existía en el mundo, mientras bailábamos, éramos Lauren y yo. En toda mi vida, nunca me había sentido tan feliz como en ese momento. Cada tanto sentía sus labios besarme la coronilla o le oía susurrar 'te amo' en mi oído. Mi corazón continuaba latiendo contra mi pecho a cada roce o palabra, haciéndole reír y haciéndome sonrojar.
La canción terminó y miré a sus profundos ojos "¿Ves? ¿Acaso fue tan malo Camz?" preguntó en una grave y ronca voz.
"En absoluto." Murmuré justo antes de alzarme y darle un beso. Ella me levantó del suelo y me cargó a la cama. En ese momento Lolito eligió intervenir. Los labios de Lauren se curvaron en mi sonrisa preferida "Otra interrupción…" me besó una última vez antes de caminar hacia la cuna para levantar a Lolito.
"Llevémoslo abajo." Sugerí. "Quizás necesita un cambio de ambiente."
Abajo, la casa estaba en calma. Ni siquiera pregunté dónde estaban todos, tenía una buena idea de donde se encontraban y tampoco quería que Lauren 'escuchara' nada. Nuevamente le cambiamos los pañales y le pusimos ropa limpia. Traté de darle un biberón, pero no lo quería.
"Creo que solo quiere pasar tiempo con nosotros." Me reí.
"Bueno y entonces, ¿qué hacemos?" preguntó Lauren mientras caminaba por la cocina con Lolito en brazos.
"Realmente le gusta mucho tu música. ¿tocarías algo?"
"¿Toco para ella o para ti?" preguntó Lauren, mirándome con sospecha.
"Qué tal si tocas para las dos." Con mi mejor expresión de ruego, ella me sonrió. Me dio a Lolito e hizo unos pequeños arreglos con los muebles, volteando el sofá para que quedara mirando al piano y puso una manta y una almohada. Debió de haber notado mi bostezo, y esta era su forma de decirme que me acostara mientras ella tocaba. Alzó a Lolito de mis brazos y la acomodó en su sillita, sobre el piano.
"Recuéstate pequeña humana y tocaré para ti." Le saqué mi lengua, pero entonces seguí su pedido para que pudiera tocar. Me acomodé debajo de la manta y mantuve mis ojos fijos en ella mientras se sentaba en la banca.
La casa se llenó con los sonidos de sus composiciones. Lolito se tranquilizó inmediatamente, mientras los dedos de Lauren bailaban sobre las teclas del piano. La primera melodía que reconocí fue la de Clara. Hasta ella misma salió para sentarse en el sofá y escucharla unos minutos antes de disculparse y volver con Mike.
La segunda melodía la reconocí a la segunda nota, era mi nana. "No es justo, toca otra cosa. No estoy lista para dormirme."
Sonriendo, sacudió su cabeza y cambio las notas a otra que nunca antes escuché. Era suave y hermosa. Podía sentir el juego de notas alegres y la gentileza del ritmo. Nuestros ojos se encontraron y dije "¿Para Lolito?" y señalé a nuestra pequeña, sobre el piano. Ella asintió orgullosa ante mi sospecha. Escribió una canción para Lolito. Aun después de devolverla mañana tendríamos algo hermoso para recordarlo siempre…
Demasiado pronto, escuché las familiares notas de mi nana. "Tramposa..." murmuré antes de caer rendida.

Habilidades Paternales 101Where stories live. Discover now