Capítulo 13 "La cena"

860 130 112
                                    

Esa semana había sido intensa, el Conde perdido en sus pensamientos, nervioso, añorando el soñado reencuentro, pensando en qué preparar para el fin de semana que se aproximaba, quería, en el fondo de su corazón, que su amado lo recordara, quería fundirse con él después de haberlo llorado por tantos siglos, su alma estaba destrozada, pero debía seguir adelante y lograr una vez más enamorar al amor de su vida. Juntó todas las ganas que pudo, cazó mientras pudo en las orillas del Mississippi tratando de que sólo fueran esclavos, para así no levantar tantas sospechas. No se enorgullecía, pero no tenía opción, en este nuevo lugar, el simple hecho de estar rodeado de esclavos que nadie extrañaría, le permitía poder cazar libremente y alimentarse él y los suyos que trabajaban en su casona.

Saint ayudó a preparar una gran cena de bienvenida, la casa se llenó de flores, tal como a su amado le gustaban, el recuerdo del jardín en Londres apretó su inexistente corazón, llevó su mano al pecho y cerrando los ojos volvió a aquella fatídica noche, sus rodillas se doblaron, Saint al verle se acercó y lo tomó de los hombros, lo abrazó suavemente a sabiendas de lo que su amigo pensaba.

Saint: Venga, ya no estés triste, ese es sólo su recuerdo, ahora está aquí en este siglo, alégrate de haberlo encontrado.

Vachirawit: Gracias, es solo que, cuando lo pienso, me duele el pecho y la tristeza me embarga, ha pasado tanto tiempo y siento que fue ayer cuando lo perdí entre mis brazos, ¡Oh Saint! ¿Qué haré si él me vuelve a faltar?

Saint: No te va a faltar, ya no pienses más eso, terminemos de arreglar todo tal como a él le gusta, verás que se sentirá feliz y lograrás ganar su corazón nuevamente.

El Conde dio instrucciones de decorar el jardín con luces, cuando llegó a la hacienda él mandó a recrear el jardín como el de Londres, así sentía que estaban juntos, aún cuando por las noches lloraba y destrozaba su despacho de tan solo verlo por la ventana. Esa semana ya no había caído en crisis, no se había emborrachado, se preparó para recibirlo y pensó en un sinfín de actividades para pasar el tiempo juntos, su ansiedad lo estaba matando, menos mal que Saint y Gun lo acompañaban y trataban de calmarlo cuando sentía que ya no podía más.

Ya todo estaba listo, Metawin llegaría ese viernes a eso de las cuatro de la tarde, la cena se estaba preparando, había un pequeño coctel, vino del mejor, una variedad de postres, la mesa dispuesta, candelabros iluminarían el salón donde pasarían después de cenar y le daría la sorpresa que le tenía preparada.

Un carruaje hizo la entrada a la hacienda, la servidumbre conformada por Gun, la nana Nasha esclava que se encargaba de la cocina y su esposo esclavo que se encargaba del jardín llamado Dion esperaban en la gran puerta de entrada para darle la bienvenida al esperado visitante.

En el salón, observando a través de los cristales de la enorme ventana esperaba un ansioso Conde y su fiel amigo, éste lo miraba cauteloso esperando que pudiera controlar sus nervios o en verdad asustaría tanto al invitado que podía hacerlo correr.

Descendió de su carruaje ayudado por su cochero, Dion bajó su equipaje y lo llevó hasta la habitación de invitados que había sido preparada para recibirlo durante esos días; enormes cortinas azules cubrían esos enormes ventanales que daban vista a un pequeño jardín de rosales con una pequeña fuente de agua, réplica de la de Londres, una cama grande de bronce con incrustaciones de piedras, sábanas blancas de seda, una suave alfombra, un gran ropero con algunos trajes debidamente preparados y escogidos de la talla de su amado, calzados, un escritorio con todo lo necesario, era una gran habitación, iluminada con una gran lámpara colgante tipo araña con cristales. Su equipaje fue inmediatamente ordenado por una muchacha del servicio.

Gun le da la bienvenida junto a Nasha, lo hacen pasar al salón donde le esperaban con ansiedad y desasosiego.

Metawin: ¡Buenas tardes! Muchas gracias por la invitación y recibimiento – extiende su mano al Conde y a Saint.

"Eres mi cielo y mi infierno" 🧛❤🧛♂️Where stories live. Discover now