"Eres mi cielo y mi infierno" 🧛❤🧛♂️

Capítulo 15 "Sentimientos"

Durante esa semana el Conde visitó durante la noche a Metawin, lo veía dormir, maravillado y ansioso a la espera de que alguna vez lo pudiese recordar. A mitad de semana se dejó ver en el día en la casa de los padres de su amado, lo extrañaba demasiado, pensó que podría no haber sido una buena idea, pero se dio cuenta de que su amado estaba tan ansioso como él, lo llevó a dar un paseo con la excusa de mostrarle una parte de la hacienda, pero en verdad quería estar a solas con él. Lo llevó a un prado donde no había trabajadores a esa hora, era su lugar favorito, lleno de flores, lo que le pareció muy triste al Conde, él sabía que en su vida pasada las flores eran su pasión, pero en esta vida no lo recordaba, aún así, tomó aire y se sentó a su lado a admirar aquel prado. Tomó su mano suavemente mientras su amado hablaba de la producción y a qué se dedicaban, cuál era su trabajo y demás, el Conde lo miraba con admiración y perdido en aquel hermoso rostro, acarició el dorso de la mano de su amado y con su otra mano acarició su mejilla, ambos se miraban a los ojos y se dejaron besar, ambos juntaban sus labios en un casto beso, rozaban sus narices perdidos uno en el mundo del otro, el Conde rodó sobre el cuerpo de su amado poniéndolo de espalda sobre el pasto, lo admiró, recorrió su rostro por completo ante la atenta mirada de su amado, éste llevó sus manos a las mejillas de su Conde.

Metawin: ¿Qué ve cuando me mira así?

Vachirawit: Veo a la criatura más hermosa que han visto mis ojos. ¿Le molesta?

Metawin: Me alagan sus palabras, pero le aseguro que hay más personas hermosas allá afuera... yo sólo soy yo – dijo levantando sus hombros resignados.

Vachirawit: No, no hay nadie más hermoso que usted, se lo aseguro, me tiene hechizado en cuerpo y alma – suspiró y volvió a besarlo.

Ambos se acariciaban sus rostros mientras profundizaban en el beso, el Conde sentía su cuerpo tensarse sobre su amado, no sabía si era el momento de hacer alguna otra acción, podría asustarle y eso rompería su inexistente corazón, le amaba profundamente como para causarle daño o algún agravio.

Su amado pareció leer su lenguaje corporal y desató el pañuelo del Conde lentamente, dejándolo a un lado, el viento soplaba en aquella cálida tarde, ambos respiraban de forma más acelerada, el Conde dejó que su amado siguiera para ver hasta dónde podría llegar, él por su parte lo acariciaba como si fuera la joya más preciada, invaluable, quería sentirlo bajo su piel, pero debía ser cauteloso. Su amado desabotonó sus primeros botones de su camisa y admiró su torso desnudo, mordió su labio inferior y pensó que moría en cualquier momento, sintió una corriente en su bajo vientre y su cuerpo tembló, lo miró a los ojos y volvió a besar, pero esta vez recorriendo el torso desnudo con la yema de sus dedos. El Conde haciendo uso de todo su autocontrol decidió besar el cuello de su amado, gracias a sus habilidades sobre humanas, sintió la sangre recorrer la yugular, se sintió extasiado, lamió el cuello perdiéndose en ese calor embriagador, inhaló profundo sintiendo su dulce aroma, estaba enloqueciendo; desabotonó también su camisa y lo besó, tanto como pudo, mientras su amado se estremecía bajos sus manos expertas, lo sintió gemir, observó como cerraba sus ojos y vio una lágrima deslizarse por sus ojos, su inexistente corazón se apretó y lo tomó de las manos y se sentó a su lado, lo abrazó y besó sus lágrimas.

Vachirawit: Usted puede contarme lo que sea, yo jamás le haría daño, créame que preferiría morir que verle sufrir – sus palabras sonaron tan honestas a los ojos de su amado que no dudó en acurrucarse en su pecho y sentir su aroma entrando en sus fosas nasales, temblaba y suspiraba. El Conde sintió su mundo caer y se preocupó.

Metawin: Yo se que soy un hombre adulto, pero la verdad es que yo no... sólo he trabajado aquí con mis padres y... yo nunca... ¿Me perdona? – suspiró decepcionado de sí mismo.