Terminaron la velada de ese día, Vachirawit sintió su pecho más cálido, hacía tanto que añoraba sentirlo así en sus brazos, tocarlo, acercarse y besarlo, todas esas emociones volvían a su cabeza. Cada uno en su habitación, a metros de distancia sintiendo los latidos fuertes de sus corazones, uno recordando al amor de su vida y el otro totalmente confundido, pero entregándose a aquel sentimiento hasta donde fuere que lo llevase. Metawin se entregó a Morfeo con una calidez en su pecho en aquella cama que sentía suya, abrazó a la almohada y sin más se dejó ir en un hermoso sueño. El Conde paseaba inquieto y emocionado en su habitación, lleno de emoción y de sensaciones que había creído olvidadas, se recostó y cerró sus ojos para descansar y esperar el nuevo día.
La mañana era iluminada con un sol radiante, corría poco viento, ideal para salir a pasear. Gun preparaba el desayuno junto a la nana Nasha, quien cantaba música de sus raíces, su voz hermosa recordaba el trabajo duro de los esclavos en el campo y cómo los sueños se esfumaban tras esas manos callosas y frentes llenas de sudor; Gun no dijo nada, sólo estaba pendiente de lo que su amo y su amado desayunarían, el Conde había dejado instrucciones y debían cumplirse.
Por otro lado, los esclavos encargados de la propiedad alistaban todo lo necesario para lo que sería una hermosa tarde recorriendo la hacienda. Se limpiaron las caballerizas, establos y pesebreras, ensillaron a un hermoso ejemplar, todo como el amo lo había pedido, debía salir a la perfección.
La mesa lucía hermosa, mantel blanco, cubiertos refinados, un florero con flores traídas del jardín, tal como ese que le gustaba a Metawin en Londres, tanto el Conde como su amado bajaron pasadas las 7 am, se miraron recordando ese beso tierno y casto de la noche anterior, el Conde lo miró fijo, había sólo amor en sus ojos y sintió cómo el corazón de su amado se aceleraba, éste bajó su mirada, su reflejo tímido lo hizo parecer demasiado tierno a los ojos del Conde, inconscientemente se llevó la mano a los labios, cosa que no pasó inadvertida.
Se sentaron y disfrutaron juntos de un gran desayuno, café, leche, zumo de naranja recién exprimido, pan horneado, frutas, nada faltaba para agasajar a la visita, Gun y Nasha se retiraron para darles privacidad.
Metawin: Muchas gracias por la cena de anoche, fue una hermosa velada – dijo tímido recordando lo ocurrido en aquel piano.
Vachirawit: No fue nada, le agradezco a usted la compañía y que ilumine con su presencia esta hacienda tan sola – su mirada penetrante no se apartaba de su amado, no podía dejar de verle.
La conversación siguió tranquila hasta que apareció Dion para avisar que todo estaba preparado. Vachirawit se puso de pie e invitó a su amado a recorrer la hacienda, él lo había estado esperando, excepto por cómo la recorrerían, Vachirawit tenía todo fríamente calculado.
Al dejar aquel comedor se dirigieron a la salida donde había un hermoso caballo pura sangre, los ojos de Metawin se abrieron de la impresión, era un ejemplar hermoso y raro de ver por esas tierras, sin duda era traído del extranjero y era costoso, volteó a ver al Conde y miró a su alrededor, sólo era uno.
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"Eres mi cielo y mi infierno" 🧛❤🧛♂️
VampireVachirawit Chiva-aree es un vampiro que trata de "vivir" como puede la eternidad a la cual fue condenado hasta que conoce a Metawin Opas quien lo hace enamorarse perdidamente, el problema, es mortal y Vachirawit nunca ha querido transformarlo. ¿Qué...