Rin se sentía maravillada. Recorrió cada rincón de la mansión y no dejó de sorprenderse. Era enorme y cada detalle le encantaba.
Pero lo que realmente le fascinó fue el jardín. El diseño era simplemente único y no dejaba de asombrarse con el aura que emanaba. Era como estar en medio de un bosque, y sino fuera por el estanque y la fuente realmente creería que estaba en medio de la nada.
Habían tantas variedades de flores y eso la hacía sentirse embelesada. Inuyasha le avisó que pronto se irían y eso de cierta forma la entristeció porque seguramente no volvería a venir.Él había ido a atender una llamada de Kagome. Al parecer ella estaba algo disgustada y Inuyasha intentaba calmarla, lo sabía porque podía escucharlo de vez en cuando renegando. Aunque el muchacho se había apartado lo suficiente, podía escucharlo aún claramente.
Mientras lo esperaba decidió admirar una vez más las bellas flores que adornaban el jardín. Las gardenias llamaron su atención, no pudo evitar cerrar sus ojos y aspirar la exquisita fragancia que se desprendía de ellas.Al abrir sus ojos nuevamente detalló como una pequeña mariquita se había posado encima del pétalo de una de las flores. Era tan pequeña y sus colores contrastaban muy bien con el blanco de la gardenia. Observarla le causó mucha ternura y no pudo evitar sonreír...
Lastimosamente, el hipnotizante momento se vió interrumpido por una voz que sonaba bastante hostil. —Te dije que te fueras. —percibió perfectamente cómo su cuerpo se helaba al escucharlo.
Volteó lentamente con algo de temor, ya que la petición que acababa de hacerle dejaba en claro su molestia. Al hacerlo lo vió justo a su lado, y tenía una mirada amenazante.
Esos ojos fríos le hacían entender nuevamente que ella no le agradaba, no pudo evitar sentirse un poco triste. —Yo… ya me iba —respondió débilmente, bajando su mirada.
Sesshomaru no se sintió satisfecho con el resultado. Se suponía que venía con intenciones de echarla, pero hacer eso no se sentía bien.
La expresión en su rostro no le agrado. Era extraño, era muy extraño y no podía entenderlo. Pero, por alguna razón se sentía obligado en remediar su falta de tacto, aunque no tenía idea de cómo. —Yo te llevaré —propuso de repente, sin comprender por qué lo hacía.
Rin elevó un poco su mirada. No lograba deducir la razón por la cuál ahora le decía algo como eso, cuando hace unos segundos la estaba prácticamente desalojando.
Seguramente estaba impaciente porque se fuera. Pero no necesitaba que la llevara y tampoco quería que lo hiciera. —No es necesario, ya tengo como regresar.
—Dije que yo te llevaré. —refutó cortante.
De nuevo sus palabras se sentían como una orden. Ella decidió mirarlo fijamente, porque de cierta forma esa actitud le disgustaba. — Y yo dije que no es necesario. —la firmeza al hablar fue evidente.
Sesshomaru la miró fijamente analizándola. Su rostro inexpresivo no dejaba al descubierto el hecho de que su respuesta le había molestado.
Lo cierto era que odiaba que le llevaran la contraria. Estaba acostumbrado a que sus palabras fuesen cumplidas sin objeciones.
Quería ponerla en su sitio y hacérselo entender, pero a la vez le parecía estúpido insistir en algo como eso. De por sí, no entendida ni porque lo había propuesto. Aunque en realidad…
—¿Por qué demonios repites tanto "abajo"? ¡¿Estás loca o qué?! —Inuyasha gritaba exaltado. Ambos voltearon inmediatamente en aquella dirección al escucharlo.
—Maldito —susurro Sesshomaru irritado, mientras lo veía moverse de un lado a otro como una sabandija.
No podía contener su deseo de asesinarlo, es que cada vez que lo veía sentía un fuerte impulso que lo incitaba a hacerlo. Se sentía tentado ante la idea de ir a callar el escándalo que estaba haciendo, pero afortunadamente colgó el teléfono.

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LA CHICA DE LA SONRISA ALEGRE | SESSHRIN
FanfictionRin es una joven alegre que pese a las dificultades que enfrenta en su vida no deja de sonreír y mirar hacia el futuro. Su anhelo es cumplir su sueño de ser abogada y para ello deberá hacer grandes sacrificios. Pero... su mundo cambiará drásticament...