Capitulo 27

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El transcurrir de los días siguió su curso con la normal cotidianidad. Nada fuera de lo común ocurrió en esa semana. Excepto por el hecho de que Rin desconocía el paradero de su novio, desde hacía ya varios días...

Le envió algunos mensajes preguntando cómo estaba, pero no obtuvo respuesta alguna. Intentó llamarlo y en ese momento se percató de que su teléfono se encontraba apagado. En este punto estaba verdaderamente preocupada.

Era viernes y había quedado con su amiga Kagome de verse. Ella ya no trabaja en el café donde ambas habían sido compañeras, así que no podía desperdiciar la oportunidad de verla. Su amiga teniendo en cuenta su horario, propuso que se encontrarán a una hora que no afectará su rutina. Tenía un par de horas libres antes de ir a su trabajo.

—Kagome... —la llamó, mientras elevaba su mano haciendo una señal en forma de saludo. Ambas habían acordado de encontrarse en el centro comercial más cercano.

Kagome se percató de su presencia y caminó rápidamente en su dirección con mucho entusiasmo. Al tenerla enfrente la abrazo. —Rin, ¿Cómo has estado? —pregunto una vez se separaron.

Rin no tardó en responderle y hacerle saber que estaba bien. Aunque claramente estaba obviando algunos detalles. El par de chicas camino recorriendo tiendas y aprovechando de comprar algunas cosas.

El rostro de Kagome no reflejaba su típica euforia, había algo diferente y Rin lo noto. La chica sugirió buscar un lugar donde sentarse y así poder conversar. Una vez ambas ocupaban un puesto en una pastelería, Rin empezó con el interrogatorio: —Kagome, ¿Ha ocurrido algo malo? —le pregunto.

Al escuchar aquella pregunta, Kagome bajó su mirada con tristeza. Sí, sin duda habían ocurrido muchas cosas los últimos días. Pero Rin parecía ajena a todo eso... ¿Acaso no estaba de novia con Sesshomaru? —Dime, Rin... ¿Cómo te va con Sesshomaru? —cambio de tema.

Rin desvió su mirada... Esa pregunta la tomó desprevenida y ese asunto realmente quería evitarlo. Era un poco ilógico tener que explicar que su novio desapareció sin más. ¡Vaya, empezaba a dudar si realmente tenían una relación!

El silencio fue suficiente respuesta para la pelinegra. —Ya veo... —hablo Kagome, pensando en la posibilidad de que Rin no supiera nada de lo que estaba pasando. —¿Lo has visto últimamente? —pregunto. Rin negó levemente. —¿Siguen siendo novios? —cuestionó analizándola detalladamente. Rin pareció pensarlo por un segundo, pero luego respondió de forma afirmativa.

Kagome la observó algunos minutos en silencio y con mucha seriedad, algo completamente contradictorio con su típica apariencia. —¿Has visto las noticias? —soltó finalmente. Llevaba rato debatiéndose la idea de si debería ser ella o no, quién le diera a conocer todo lo que estaba aconteciendo. O mejor dicho, quién le diera a conocer el tipo de novio que tenía...

Rin se mostró confundida. La verdad no había tenido tiempo para eso. Por lo general no leía el periódico para evitar la ansiedad, ya bastante tenía con el estrés de su día a día. —Eh, no. —respondió tranquila.

Todo indicaba que su amiga no tenía ni la menor idea de lo que pasaba. La situación era complicada porque una parte de ella quería hacerle saber que su novio era un malnacido, pero a la vez no se atrevía.

Le resultaba inconcebible el hecho de que un hijo despojara a su propio padre del fruto de sus muchos años de trabajo. Le hervía la sangre por tanta injusticia. Aunque claramente ella no estaba juzgando las cosas de manera imparcial.

Kagome solo veía por su novio y los terribles días que le había tocado vivir últimamente. La zozobra de Inuyasha había comenzado con los titulares de aquellos periódicos:

LA CHICA DE LA SONRISA ALEGRE | SESSHRINWhere stories live. Discover now