Rin percibió el sonido de su voz como una agradable melodía. Acababa de terminar uno de sus pendientes de la universidad y se disponía a saludar a su amado novio.
Había pasado alrededor de una semana desde su primera vez juntos. Ella no podía dejar de sentirse feliz al respecto, puesto que, los dos se habían unido en un encuentro carnal que había terminado por reforzar el amor entre ellos.
Ahora sentía que quería estar más cerca de él, que las pocas horas que pasaban juntos no eran suficientes, y que necesitaba constantemente saber que estaba haciendo o si pensaba en ella en esos momentos.
—Hola—saludó Rin con voz suave al teléfono.
Hubo un corto silencio entre ellos, antes de que Sesshomaru hablara nuevamente:
—¿Lograste terminar tus pendientes?
—Uhmm sí—contestó la muchacha con una sonrisa bailando en sus labios—. ¿Y tú? ¿Qué hacías?
Aquello fue como un balde de agua fría para Sesshomaru, quien se quedó en blanco por unos segundos.
Rápidamente, recordó el día en que Rin había estado en su casa y la corta escena de celos que le había armado a causa de Sara, en ese momento le había asegurado que la muchacha no le importaba en lo más mínimo, y ahora no sabía cómo decirle que la había acompañado a una de sus audiciones. Tampoco pensaba decirle que había sido, precisamente su madre la que había orquestado todo aquello.
Él no creía que Rin quisiera saber que su madre no la tenía como una buena opción en su vida. En realidad, Rin no era una buena opción, era la única opción que existía. Si no era Rin, entonces simplemente no sería nadie más.
—¿Recuerdas a Sara?
La castaña inclinó su cabeza un poquito extrañada por la mención de aquel nombre. «¿Sara? ¿Qué tenía que ver Sara?» se preguntó.
—Sí.
—Ella toca el violín—empezó a explicar Sesshomaru. Evidentemente, tenía que explicarle todo desde el inicio, puesto que Rin no tenía ni la menor idea de ese detalle—. Te preguntarás por qué vive en nuestra casa, pues es hija de una buena amiga de mi madre. Hoy tenía una audición y no tuve más remedio que acompañarla.
El silencio se mantuvo por largos segundos que parecieron interminables. Sesshomaru sentía que el tiempo se volvía más pesado con cada segundo, no quería que su castaña se molestará.
—Uhmm ya veo—dijo Rin, pensativa. No sabía exactamente qué sentir.
Ella conocía un poco de esos detalles. En esos días en que estuvo trabajando para la madre de su novio, la mujer siempre hacía algún comentario al respecto. Por lo general, eran adulaciones hacia la muchacha de nombre Sara.
—¿Te molesta?—quiso saber Sesshomaru por lo evasiva que había sido su respuesta.
Rin suspiró. No era molestia lo que sentía, solo un poco de tristeza porque le daba la impresión que la relación con su suegra sería bastante difícil de sobrellevar.
—No—dijo la muchacha—, no tendría por qué. Entiendo que está sola aquí y que puedes ser lo más cercano a un amigo que tendría. También sé que tu madre le tiene aprecio, así que, comprendo por qué lo hiciste.
Sesshomaru se sintió más ligero al escucharla, pero seguía existiendo algo que no estaba del todo bien.
—¿Estás segura? Tu voz se escucha desanimada.
—Supongo que me gustaría ser así de cercana con tu madre. ¿Crees que algún día lograré serlo?
Ahora era Sesshomaru quien decidía resguardarse en el silencio. Su madre era una persona difícil y caprichosa, su capricho actual radicaba en que no estuviera con Rin y, evidentemente, no iba a darle el gusto en eso.

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LA CHICA DE LA SONRISA ALEGRE | SESSHRIN
FanfictionRin es una joven alegre que pese a las dificultades que enfrenta en su vida no deja de sonreír y mirar hacia el futuro. Su anhelo es cumplir su sueño de ser abogada y para ello deberá hacer grandes sacrificios. Pero... su mundo cambiará drásticament...