𝐌𝐈 𝐒𝐔𝐄𝐆𝐑𝐎 [𝚉𝚑𝚊𝚗𝚈𝚒]

LO ODIO

Capítulo 10 - Lo odio.

El menor le pidió a su amigo que le cuidara el auto por esta noche. Dylan miro extrañamente a ambos pero aceptó, solo pidiéndole a Yibo que tuviera cuidado y que cualquier cosa que pasará, lo llamara. Dylan no confiaba en el hombre que acompañaba al heredero Wang.

Zhan solo miro por el rabillo del ojo como los dos jóvenes hablaban, mirando mal al chico que abrazaba a Yibo en forma de despedida. Antes de salir con el menor junto a él, Zhan y Dylan intercambiaron miradas intimidantes, casi se podía ver el corto circuito entre ellos. Era obvio lo que se estaban diciendo

- Cuidado con lo que haces viejo, no te atrevas a sobre pasarte.

- No vuelvas a poner tus manos sobre él chiquillo o te arrepentirás.

Zhan condujo por las oscuras calles de China, hasta llegar a una zona con torres medianas pero lujosas. Estacionó el carro y se dirigió a su apartamento en la tercera torre, era tan tarde que no había nadie merodeando por ahí.

- Y este lugar, es de un amigo?

- No, es mío - Dijo Zhan poniendo la llave en la cerradura, dando paso a Yibo para entrar.

- Todo un apartamento de soltero y tu no lo eres - Dijo Yibo al ingresar.

El apartamento era bastante sencillo, unos sofás, un televisor, una cocina y sus electrodomésticos, dos cuartos, un baño en cada habitación, una mesa y dos sillas. No había cuadros o algún decorativo, solo lo básico para estar ahi.

- Este es mi espacio. Es donde yo puedo ser libre.

Zhan se acercó detrás de Yibo y enredo sus brazos al rededor del menor, llevando su nariz al cuello frente a él.

Yibo aún tiene ese mismo olor que lo volvía loco, pensó Zhan.

- Que haces? - Pregunto tímidamente el menor, ante los roces del mayor en su zona más delicada, sentía como su piel despertaba nuevamente.

- Me encanta como hueles - Zhan paso la lengua por la tibia piel, sintiendo el pulso aumentar.

- S-si sa-sales con la idi-idiotez an-anterior y-yo.. Ahhhh- No pudo evitar gritar Yibo ante el pequeño mordisco por el mayor.
el menor avergonzado cubrió su boca.

- Y que si hueles a loba, ya te lo dije. Desde ese día tú me llamabas a gritos.

Zhan giro el cuerpo de Yibo quedando de frente. sus manos recorrian la espalda del menor bajo su camisa.

-Y-yo no re-recuerdo ha-haber dic-dicho na-nada - La respiración del menor empezaba a ser rápida.

- Ni hay necesidad de palabras Yibo - Zhan siguió explorando el cuello de Yibo con hambre, había extrañado tanto esa tibia piel - Nuestro cuerpo habla mejor que nuestra boca.