Capítulo 28

1.2K 141 210
                                    

-No puedo despedirme-murmuró Daphne con un hilo de voz observando el rostro de Luca.

La compasión brillaba en sus ojos color gris tormenta, mientras se inclinaba hacia adelante y la estrechaba entre sus brazos.
Ella contuvo la quemazón que amenazaba sus ojos, mientras intentaba tragar el nudo apresado en su garganta.

Habían acordado que Luca se quedaría a darle la noticia, ya que Daphne no soportaba la idea de una despedida mientras veía los ojos azules del millonario cargados de reproche al descubrir que ella le había mentido.
Solo pedía que no la odiara luego de enterarse de la verdad.

-Le escribí una carta, dile que me perdone por no poder despedirme en persona. También dile a Margarita que sus comidas son las mejores-agregó ella casi en un susurró.

-No te preocupes, yo les diré-respondió el agente, sintiéndose mal por la hermosa mujer que parecía desmoronarse sin que él pudiera ayudarla.

Daphne se apartó de Luca y tomando la valija comenzó a caminar hacia la puerta preparándose para partir.

-Nos vemos en la agencia-susurró ella a modo de despedida, antes de atravesar la puerta principal.

El agente cuya sonrisa ausente estaba adornada por piercings, se limitó a asentir en respuesta sin nada más que hacer.
No si ella no se atrevía a desafiar las reglas por el millonario.

Ella bajó por el ascensor del edición hasta el estacionamiento y caminó hacia la moto, acomodó la valija convirtiéndola en mochila, se la colgó sobre la espalda, montó su vehículo, y girando la llave para que el motor cobrara vida, salió del lugar intentando mantener el manojo de emociones que andaban sus entrañas a raya.

Aún así, cuando las ruedas besaron el frío asfalto, su destino no la llevó en dirección al edificio de la agencia, por el contrario, enfiló la motocicleta hacia los barrios bajos de la ciudad con una clara idea en mente.

Aún así, cuando las ruedas besaron el frío asfalto, su destino no la llevó en dirección al edificio de la agencia, por el contrario, enfiló la motocicleta hacia los barrios bajos de la ciudad con una clara idea en mente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Luca llegó a la florería cinco minutos antes de la hora pautada, ya que su Uber había atravesado las calles de la ciudad más rápido de lo que había especulado.

Aún así, Elena ya se encontraba de pie en la entrada del lugar, luciendo un aspecto nervioso y eléctrico, muy distinto a la mujer sensualmente calculadora que estaba acostumbrado a ver.
Al notarlo, ella corrió hacia él, rodeó su cuello con ambos brazos y estampó un beso en sus labios.
Sin embargo, él la apartó de forma brusca casi al instante. Aquello desconcertó a la mujer de cabello dorado.

-¿Qué ocurre?-preguntó ella temerosa.

Luca se preparó, tragó para humedecer su garganta y comenzó a decir las palabras que tanto anhelaba liberar desde el primer día en que la conoció.

-Me das asco, Elena Lorchan. No eres más que una maldita cerda asquerosa y manipuladora, ¿En verdad creíste que yo escaparía contigo?-comenzó a decir él con deleite malvado-Se lo de Jackob-ronroneó inclinándose hacia adelante, rozando sus labios contra la oreja de ella.

Besos de Medianoche 1: Designio ©Where stories live. Discover now