Prólogo

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La noche había entrado, los sonidos de una mujer siendo arrastrada se oían por el corredor, de repente una puerta se abrió bruscamente

!Pumb!

Emperador-no quiero que nadie me moleste a menos que sea algo importante

Pumb,

La puerta se cerró de golpe

Mujer-¡suéltame!

La mujer cayó al suelo

Emperador-¿a dónde crees que ibas?

Mujer-lejos de ti

Emperador-pensaste que si te escapabas no iba a ir tras de ti

Mujer-solo fuiste tras de mi

Emperador-los demás no me importan, solo tú

Mujer-no eres nada para mí, te odio

Emperador-palabras duras, tu corazón me perteneció alguna vez

Mujer-ya no siento amor por ti, no soy más que un objeto para ti

Enfurecido agarro a la mujer y la lanzo hacia la cama de la habitación

Se puso encima de ella agarrándola de los brazos, sus miradas se cruzaban

Emperador-tu eres mía y de nadie más, no voy a dejar que otro te tenga

Mujer-no soy tuya, yo no soy de nadie

Emperador-puede que tu corazón ya no me pertenezca, pero nunca vas a olvidarme.

Un extraño escalofrió sintió la mujer, el hombre que estaba delante suyo, hablaba de una forma totalmente diferente que asustaría a cualquiera, pero de repente, el emperador se quitó su ropa, dejando el torso de su cuerpo expuesto.

Mujer-¿Que?, ¿Que estás haciendo?

Emperador-tú eres mía, voy a atarte para siempre a mí, así nunca podrás volver a escapar

Mujer-te odio

Emperador-no me importa que me odies, con el simple hecho de tenerte es suficiente para mí

Mujer- no puedes hacer eso

Emperador-soy el emperador y puedo tomar todo lo que quiero y te quiero a ti

Lagrimas brotaban de los ojos de la mujer

Mujer-¿Por qué tengo que ser yo?

Emperador-porque tú eres única

Mujer-¿Qué?

Emperador-es momento de comenzar

El emperador sujeto con fuerza a la mujer que tenía enfrente de el

Mujer-¡No quiero!

Emperador-no he forzado a ninguna antes, la razón porque no lo hice antes contigo es porque era demasiado a-m-a-b-l-e contigo

Mujer-no, no

La mujer luchaba con todas sus fuerzas, tratando de escapar

Emperador-nosotros ya no seremos dos, vamos a ser tres

El emperador ato las manos de la mujer detrás de la espalda de la mujer

Mujer-¡Déjame ir!

Emperador-puede que tu corazón no me pertenezca, más tu cuerpo nunca va a olvidarme

Mujer-¡No quiero esto!

Los sonidos de ropa desgarrándose resonaban por la habitación

Emperador-eres pura

Mujer-No, nooooooooooooooooooooo

Emperador-¡TU TENDRÁS A MI HIJO, AUN SI ES EN CONTRA DE TU VOLUNTAD!

Soy el hijo del tirano.Where stories live. Discover now