Nadia— ¿¡Donde están las sirvientas!?
Alexander—Les dije que se retiraran
Nadia— ¿Qué? — ¿Por qué hiciste eso?
Alexander—Para que estemos los dos solos sin que nos interrumpan
De repente el emperador agarro a Nadia y se puso de pie con Nadia en sus brazos
Nadia— ¡Oye!
Acto seguido Nadia estaba flotando en los brazos del emperador, una toalla que Alexander había dejado en la puerta, empezó a flotar y se dirigía hacia ellos, la toalla se envolvió en el cuerpo de Nadia
Después otra toalla que había traído, también floto y se enrollo en la cintura de Alexander
Alexander—Vamos
Nadia— ¿A dónde?
Alexander—A la habitación
Nadia— ¿Qué?
Alexander—Dijiste de que aquí no, así estaremos más cómodos en la cama
Nadia—Pero
Alexander—Nadia, mi amor
El emperador miro a Nadia froto su mejilla junto con su cabello
Alexander—Mañana me voy y no te veré en algunos meses, ya que no estaré tu trabajo aumentara en mi ausencia — Pasare esta noche conmigo
Nadia—De acuerdo
Alexander con Nadia entre los brazos salió de la habitación y camino por los pasillos, los cuales estaban completamente vacíos
"El emperador había ordenado que nos dejaran solos, también debió de planear esto todo la semana"
Al llegar a la habitación del emperador, la puerta se abrió y al entrar se cerró
En la habitación Alexander puso a Nadia en el suelo
Ella se sentó en una silla a la par de la ventana y miro hacia afuera
Por la ventana no se miraba más que la oscuridad de la noche y la luz de las tenues estrellas
Nadia escucho un ruido y al voltear, vio a Alexander tomando agua
"......"
Al mirarlo detenidamente se quedó sin palabras
Su cuerpo era enorme y lleno de músculos tonificados, era la primera vez que lo miraba detenidamente
Alexander se mantuvo erguido y miro a Nadia con una mirada indescriptible. Sus miradas se cruzaron pero Nadia rápidamente aparto la mirada sin darse cuenta
Alexander— ¿Por qué estas evitando mis ojos?
Nadia—"......"
Alexander se acercó a Nadia
Nadia—"......"
Y luego toco su cabello
Alexander—Esta mojado
Originalmente Nadia debería haberlo secado al salir de las aguas termales
Nadia—Ah, lo secare
Tan pronto como Nadia estuvo a punto de levantarse de la silla, Alexander agarro del hombro a Nadia y la hizo sentarse de nuevo
Alexander—Lo secare
Nadia—Está bien
Alexander—Quiero hacerlo
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Soy el hijo del tirano.
FantastikNací como el hijo del gran tirano del imperio y soy su heredero, Cecil el primer príncipe del imperio fue declarado heredero de nacimiento, a su padre lo llaman el tirano perfecto, Cecil tiene recuerdos de su vida pasada, teniendo la mente de un adu...