Ángeles de Piedra (Capitán América)

Capítulo 12

Lo primero que recordó James al recobrar el sentido fue a Ahriel. Luego llegó un fortísimo dolor de cabeza y el mareo, odiaba sentirse mareado, era como si el cuerpo lo obligara a bajar la guardia y él no se podía permitir ese lujo. Poco a poco pudo comenzar a enfocar el lugar donde se encontraba, era oscuro, viejo y estaba tremendamente sucio. Sus ojos se desviaron hacia la izquierda para ver como su brazo metálico volvía a estar atrapado.

- ¡Capitán! -escuchó, de fondo se percibía el sonido repetitivo y molesto de un helicóptero.

- ¿Ahriel? -apenas pudo preguntar.

Pronto la duda sobre quién le retenía quedó resuelta, dos hombres entraron en la horrible estancia en la que se encontraba con el brazo inmovilizado. Le dolía terriblemente todo el cuerpo, hasta respirar era un dolor.

- ¿Steve? -preguntó con la voz ronca, como si se hubiera pasado horas gritando.

- ¿Con qué Bucky estoy hablando?

James tragó saliva, tenía la boca seca.

Steve Rogers parecía imperturbable, observándolo de pie. Sam Wilson aguarda en silencio a su lado, a la espera de una respuesta por parte del hombre retenido.

-Tú madre se llamaba Sarah... y tú te ponías periódicos en los zapatos -terminó sonriendo con esfuerzo por el recuerdo.

-Eso no se lee en un museo.

- ¿Dos cosillas y ya nos llevamos guay? -comentó burlonamente Sam, que no se fiaba un pelo de la situación.

- ¿Qué he hecho? -preguntó James-. ¿Ahriel está bien?

Steve fue rápido y tajante al responder:

-Bastante y -entrecerró los ojos, examinándolo-, no sé cómo está. Le perdimos la pista al mismo tiempo que tú.

-Oh... -Bucky cerró los ojos con agotamiento mental, otra vez no-, sabía que acabaría pasando. Todo lo que HYDRA me metió en la cabeza sigue ahí, le bastó con decir esas malditas palabras.

- ¿Quién era?

-No lo sé.

-Ha habido muertos -relató Steve-, la bomba, la trampa... El doctor hizo todo eso solo para estar diez minutos contigo. Necesito algo mejor que un no lo sé.

Fue como un eco en la lejanía, un grito en su subconsciente. La voz de Ahriel metida en lo profundo de su mente y esa presencia que parecía estar siempre presente; ella había estado allí, en su mente apenas una milésima de segundo, con el Soldado de Invierno en activo. Tragó saliva. Ella lo había visto ser una bestia, un arma, un muñeco sin alma.

Tembló interiormente, sin embargo, aquello le hizo recordar:

-Quería saber cosas sobre Siberia... En qué lugar me encerraban. La ubicación precisa del lugar.

- ¿Y por qué quería saber eso?

-Porque no soy el único Soldado de Invierno.

Sam y Steve intercambiaron una mirada antes de que el segundo se adelantara y soltara a Bucky, que lanzó un gemido de dolor antes de dejarse caer contra una especie de maquinaria oxidada, agotado.

Steve se cruzó de brazos y se apoyó en la pared más cercana, si lo que Bucky decía era cierto, estaban con el agua hasta el cuello.

- ¿Quiénes eran?

-El Escuadrón de la Muerte de élite, causó la mayor mortalidad a la historia de HYDRA. Eso fue antes del suero.

- ¿Todos se volvieron como tú? -Sam también se había relajado en otra parte de la estancia.