11. Vamos a Venezuela a enterrar a papá

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Me fui de su casa para ir al centro de Roma para visitar la "Galerie Nazionali d' Arte Antica" en el cual estuve 2 horas pero sin interés alguno en las obras ni disfrute el paseo, al llegar a casa no me comí la cena y subí a leer un libro.

Dormía hasta las 7 de la mañana cuando me levante para prepararme y abordar el vuelo Roma- Caracas en el aeropuerto Ciampino tomamos un jet privado de Airlines.

Al llegar a Caracas tomamos un taxi a El Hatillo municipio al cual mis padres se mudaron cuando yo me fui de allí; el país había cambiado bastante, entramos en él y observamos un Townhouse que al exterior estaba pintada de color rojo; entramos y en sus alrededores se encontraban unas 200 personas, nos bajamos del auto y a mi tío lo comenzaron a rodear periodistas para entrevistarlo, entre tantas voces intentando que él respondiera, entre tantas voces intentando que el respondiera sus preguntas; sonó una voz tosca y ronca preguntarle:

-¿Sr Federico saben la causa de su muerta?

Yo estaba irritado y les grite:

-¡Respeten el dolor ajenos malditos!

Ellos se indignaron, aunque no sé si era porque un niño de alta clase dijera una grosería o tal vez por ver que en verdad mi dolor era genuino; todos los periodistas se alejaron de mi tío y pudimos entrar a la sala donde velaban a papa, al ver su féretro comencé a llorar y mientras lo hacía mamá me tomo de la mano y me dijo:

-Mio figlio... (Hijo mío) tu padre se nos a ido.

Yo la abraze con todas mis fuerzas pues queria volver a experimentar que era tener una figura materna y le dije:

-Mamá me quiero quedar contigo al menos por un día.

-Tranquilo yo me voy a Italia con ustedes.

Al escuchar eso me sentí aliviado por casi 5 años sin madre no habían pasado tan fácilmente, después de hablar se comenzó a trasladar el féretro a un cementerio cercano y en el camino los autos se frenaron en la sede del Cavenit y allí un grupo de empleados le rindieron homenaje con la participación del grupo musical venezolano "Guaco" el cual le gustaba mucho a papá; yo personalmente no creía necesario un homenaje con música pues ya estaba muerto y eso no lo iba resucitar, al terminar ese homenaje llevaron su cuerpo directamente para enterrarlo.

Al pasar unas 2 horas y finalizado el velatorio tomamos el vuelo que nos devolvería a Italia aunque esta vez con mamá con nosotros un vuelo de 12 horas de viaje para irnos.

Yo dormí unas 8 horas en el avión cuando desperté ya estábamos en casa mamá me cargo para meterme en el carro de mi tío por eso no sentí cuando llegamos.

Cuando mí luz se apagó. ✅Where stories live. Discover now