19. Mi primera vez.

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Había llegado el día de irme, subí al avión esta vez sí me despedí de mis padres tome un vuelo Ciampino, Roma - La Cartuja, Sevilla en el aeropuerto me recibió un hombre de unos 40 años de edad, piel blanca y calvo que me dijo:

—¿Sos Stephen Bocelli?

—Si ¿Por qué lo pregunta?

—Soy Fernando Gonzales director del internado S.T Mary aquí en la Cartuja, además soy quien te cuidara este tiempo.

Nos subimos a un taxi que nos llevó al internado allí estaban muchos chicos y chicas entre 12 y 17 años, era un complejo grande de 3 pisos simplemente hermoso el lugar; él señor Fernando me dijo:

—Ven conmigo te mostrare el lugar.

En el primer piso había unas 200 habitaciones, 1 cocina, 1 piscina, 1 jardín botánico pequeño; en el segundo piso 5 salones, 1 de artes, 1 deportivo, 1 enfocado en la lectura y en la gramática, 1 taller de creación y reconstrucción y el ultimo enfocado en la cocina; el tercer piso se dividía en dos lugares un escenario y la dirección. Ese lugar parecía una mansión sentí que iba a estar mejor que en mi casa en Bellegra.

Mi periodo de adaptación fue de 2 semanas, tiempo en el que no me enfoque en conocer a ningún chico o chica porque era nueva allí había entrado en el grupo de arte tratando de buscar mi talento pero no tenía ningún don artístico aunque conocí a una chica llamada Paola Llorente de 16, era de piel morena, cabello ondulado, ojos marrones y con una voz angelical era la mejor del grupo en el área de canto y vocalización cantaba en ingles canciones como Love of my life de Queen y Billie Jean de Michael Jackson, su voz me enamoraba cada vez más de ella, aunque no tenía la valentía para acercarme y hablarle.

El 15 de mayo fue cuando me envalentone me le acerque a Paola y le dije:

— ¡Tu voz es simplemente hermosa la escucho siempre en mi mente!

— ¿Qué pasa capullo? ¿Tú quién eres?

— Soy Stephen Bocelli llevo casi un mes aquí.

— ¡Ah! Hola soy Paola Llorente... La próxima vez que te presentes di tu nombre y no seas tan acosador.

— ¡Disculpa! Es que me sentía nervioso a acercarme a ti.

— ¿Por qué?

— Porque eres la mejor en el grupo de canto y tu voz es hermosa.

— Y yo ¿Soy hermosa para tus ojos?

Tartamudeé y le dije:

— ¡Si vale! Eres muy linda.

— Eso pensé, me he dado cuenta de que te la pasas observándome... Y tú también ere muy lindo, me caes bien.

Tomo mi brazo de manera muy fuerte me llevo al jardín, allí en un pequeño cuadro lleno de petunias; me empujo y comenzó a besarme lentamente el cuello de forma excitante, yo empecé a tocarla ella dejaba que lo hiciera, me dijo:

— ¿Estás preparado? Pues todavía eres un pequeño capullo.

— ¡Si!

Le dije eso de manera dudosa porque no me sentía tan preparado para tener sexo como hacia parecer. Ella me desabrocho el cinturón del pantalón y comenzó una guerra de placer; gemía mientras yo probaba el tacto entre sus piernas. Después de llegar al éxtasis sexual dejamos de batallar en la guerra de pasión y nos separamos simulando que no nos conocíamos; entre al grupo de lectura vi mis clases y volví a mi habitación a dormir aunque solamente pensaba en lo que había pasado con Paola.

Al día siguiente después de desayunar fui a la piscina estuve en ella media hora me cambie de ropa y entre al grupo de lectura para ver mis clases; al salir busque a Paola y le dije:

— ¿Estas ocupada? Necesito hablar contigo.

— ¡Si, Stephen! Tengo que ir a mi grupo.

Se fue dejándome con las palabras en la boca; no la vi hasta la noche cuando se me acerco y me dijo:

— Vamos a la piscina, tú y yo solos.

— ¡Paola estás loca son las 9:30pm nos van a regañar y a sancionar!

— No ahorita gilipollas sino a las 12am yo conozco la forma de ir sin que nos vean.

Se fue dejándome otra vez con las palabras en la boca, me fui a acostar y simule que estaba dormido cada vez que el director venía a vigilar que estuviéramos dormidos; se hicieron la 12 ella llego y me dijo:

— ¿Estás listo?

— No, pero confió en ti.

Salimos corriendo lo más rápido que pudimos rodeamos la cocina y entramos en la piscina en la cual no había nadie que vigilara cosa que era muy rara; saltamos con la ropa puesta y nos las quitamos muy lentamente de una forma tan pasional que parecía una escena de película allí comenzó el acto con sus gemidos sonando en mis oídos y mientras la penetraba lentamente, entre en un pequeño trance y sentía correr la adrenalina por mis venas, después de unos minutos eyacule por primera vez en toda mi vida y adentro de ella. Me empujo y me dijo:

— ¿Qué haces? ¿Estás loco? Te has venido en mí.

— No es mi culpa es la primera vez que eyaculo.

— Sabéis que con esto podría quedar embarazada.

— ¡Eso no va a pasar!

— Claro que es posible... Tú tienes 14 años y yo tengo 16 somos unos niños.

La bese y le dije:

— ¡Tranquila eso no va a pasar!

— ¡Eso espero!

Nos vestimos y fuimoscada uno a su habitación, yo no dejaba de pensar que ella podría quedarencinta, aunque me había hecho el fuerte al hablarle esa posibilidad eraprobable por lo cual esa noche no dormí bien.

Cuando mí luz se apagó. ✅Where stories live. Discover now