GOTHAM CITY SIRENS [ Brucelina/Harlivy]

🌱🍃Capítulo 5🌱🍃

— Relájate, solo quería verte. — Él murciélago alzó una ceja, aunque no se noto por la mascara. Catwoman posiciono las manos en su cadera. — ¿Qué? señor detective.

— /Señor, lamento interrumpir su encuentro casual pero, tenemos problemas; es Scarecrow./ 

Rápidamente  la ubicación del Espantapájaros enviada por su mayordomo llego a él. Contacto al batmovil y después disparo su pistola con gancho a un edificio mas bajo. Era de esperarse que la mujer disfrazada de gato lo siguiera hasta el vehiculó, pero ella con su látigo.

Él no dijo nada, solo espero del lado del conductor. Selina tuvo que adivinar sus intensiones. 

— "¡Oh Selina! ¿Te gustaría golpear a los malos conmigo?", "Claro Batman, ¡que considerado!" ¡¿Solo por una vez podrías decirlo?! ¡¿Es tan difícil?! — Subio reprochandole. 

Llegaron a una de muchas fabricas de químicos que habían en Gotham City, los seguidores del Espantapájaros se encargaban de saquear todo lo necesario para completar la formula del gas del miedo.

Noquearon a los primeros hombres que se toparon, fue sencillo, pues al parecer los villanos no contrataban gente con entrenamiento, o experiencia.

— SCARECROW.

El caballero oscuro buscaba al respectivo hombre.

— Batman.

El ex profesor de psicología salió de entre las sombras.

— Aun tengo toxinas. Ven, enfrenta tus miedos. — Rio antes de ponerse la mascara de gas e ir hacia Batman.

El murciélago peleaba cuerpo a cuerpo contra él, mientras, Catwoman se escabullía por la fabrica.

Jonathan Crane mezclaba distintos estilos de pelea; como kung-fu y  boxeo borracho.

La mujer llego por detrás y le disparo en la pierna derecha del maestro del miedo. Haciéndolo caer de dolor. Batman la volteo a ver.

— Sobre eso de no usar armas, no me parece tan buena idea como a ti. — Extendió su brazo para que se levantara después de tirar la pistola recientemente robada.

— Podrías ser una excelente heroína. — Reanudaron su charla.

— ¿Eso crees? ¿De verdad?

— Por supuesto. — Afirmo. — Si eliminamos tu comportamiento excesivamente violento y las armas de fuego, si, podría ser.

Su comentario hizo reír a la ladrona.

— Primero debo de ser buena antes que una heroína. Además, ahora mismo estoy lidiando con otro asusto.

— Las Sirenas. — Concluyo. — Harley Quinn, Poison Ivy y tú se han vuelto muy unidas.

— Si, sobre eso...tal vez debería disculparme por el secuestro. Solo era una fachada.

— ¿Fachada? ¿Para qué exactamente? — Cuestiono.

— Para que estuvieran a salvo. — Miro arriba, contemplando el cielo nocturno cubierto de grises nubes. — De ellas mismas. — Continuo. — Pamela se estaba aislando completamente de todo, sumergiéndose en la soledad, aunque lo niegue...y Harls, sabes cómo es tratándose de ese payaso psicópata y su relación abusiva. Yo solo quiero que sean felices.

El caballero de la noche tomo su mano. — Eso de que solo te importa solo tu bienestar, no es tan cierto como aparentas. — Se burló de una manera que solo él solo hacía. Una media sonrisa se coló en su cara. — De todos modos, no justifica el ataque pasado. — Volvió a su seriedad.

La fémina encogió los hombros. 

— ¿Dejaran de acusar problemas?

 — No prometo nada, después de todo tengo que mantener la coartada.

Kyle se iba a acercar a la orilla para saltar de edificio en edificio, sin embargo, la mano de Batman la detuvo.

— Una cosa mas. — Los rostros de ambos se acercaron, compartían el aliento. — Devuélveme el diamante.

La mujer sonrió de lado. Tuvo que dárselo, pero no fue todo. Le dio un beso fugaz. Él solo la dejo ir.

— /Alfred, contacta al comisionado, que despeje una celda en Arkham./ 

🐾🌱♦️

La noche traía consigo una tormenta eléctrica, los gatos callejeros adoptados por Selina emitían maullidos y el viento soplaba con intensidad, haciendo que las ventanas formaran un sonido espeluznante.

Aun así, las chicas  pudieron dormir plácidamente, excluyendo a la rubia.

Su ensoñación traía una serie de imágenes, muy reales de las veces en la que el Joker abusaba de su compañía. No era la primera vez, ni la segunda, ni siquiera la tercera. 

Los sueños ahora eran pesadillas.

Eran muy recurrentes, diarias. No decía nada frente a sus amigas. ¿Y si la consideraban débil?

Estaba furiosa por las cosas que le obligaba hacer , indignada por no ser tratada como merecía y molesta consigo mismo por no darse a respetar.

Quería que todo eso acabara. 

Abrió sus ojos y se levanto abruptamente. No quería, lo iba hacer. Justo ahora, aprovechando el sueño profundo de sus compañeras.

Hoy mataría a un maldito payaso.