GOTHAM CITY SIRENS [ Brucelina/Harlivy]

♦️💣Capítulo 12♦️💣

En las solitarias calles de la ciudad más sombría, a límite de velocidad, daban paso a tres automóviles deportivos cuyas pilotos eran nada más y nada menos que las chicas mas peligrosas de toda Gótica, asies;las Gotham Sirens.

Un dia tan especial debía ser celebrado al máximo, y es por tanto, que la música a todo volumen, disparos sincronizados y gritos de euforia eran parte de su festejo, además, una pequeña carrera de autos entre amigas no era muy silenciosa. La que perdiera tendría que invitar las hamburguesas con queso.

—JUUUUUUUUUUHUUUUUUUUUUUUUUUU

—¿Escuchaste eso? — Barbara Gordon, más conocida por su alter-ego: Batgirl, le llamo la atencion los chillidos a unas cuadras posteriores.

—Relájate Babs, haz estado muy estresada, ya estás oyendo cosas. — Su amiga rubia se recargo en sus hombros. Si, tal vez tenía razón, pensó. — Es nuestro dia libre. Sin presiones.

Sonrió con optimismo, contagiando su ánimo a la pelirroja. Justo llegó una notificación de un mensaje, Helena ya las estaba esperando en el restaurante. 

Los flashes provenientes del teléfono móvil de Harley Quinn casi las cegaban, pero una buena foto valía la pena, o incluso varias. Perdieron la cuenta después de las primeras treinta y ocho; unas fueron al orilla del barranco, donde se podía ver casi toda la ciudad entera, después de eso en el camino se toparon con unos cuantos ladronzuelos. La arlequín no perdió la oportunidad de inmortalizar ese momento, "luchando como verdaderas heroínas", por supuesto, su estilo de pelea era mucho más agresivo que de cualquier vigilante. La policía no pudo alcanzarlas, fue bastante gracioso, eso tambien merecia una selfie. Harley protagonizando la imagen, a su derecha las chicas huyendo y al fondo la patrulla y el policía sacando su arma.

La rubia veía cada foto sacada, eso definitivamente tenía que ser visto por el mundo entero. Rio exageradamente por una en la que su querida Roja salió arrugando la nariz y haciendo una mueca extraña.

Poison Ivy lo noto, no quería comenzar una discusión en el primer aniversario de las sirenas, así que solo se cruzó los brazos y miró a otro lado.

—Bueno ya. Solicito comer, necesito comida. —Se quejo con la líder del grupo.

Catwoman lo pensó por un segundo.

—Conozco un lugar.

El establecimiento de comida no era ni muy pequeño ni muy grande, se veía visualmente lindo, fino y elegante. A pesar de eso, no se podía decir algún cumplido de los meseros; se comportan tímidos, reservados y sólo obedecían sus órdenes. ¿Lo peor? Lo peor es que se comportaban de tal manera solo con ellas. Era absolutamente un ultraje. Pero la comida era sencilla de querer, así que probablemente no demandarían el lugar.

Quinn se limpió las comisuras de la boca con una servilleta para poder hablar.

—¡No puedo creer que ya pasó un año desde que la dulce gatita nos pidió, a Roja y a mi, unirnos a su grupo y a su hogar! —Se levantó de su asiento y aplaudió enérgicamente. — Ahora mirennos, MEJORES AMIGAS POR SIEMPRE.

— Si, creo que puedo decir que ya no las detesto como antes. — Las tres rieron y chocaron sus copas. 

—¿Ya terminaron señoritas? — Pregunto Catwoman. Era momento de encender la noche.

Por otro lado, las aves de presa, como civiles, escuchaban el nuevo disco que Dinah, la estrella de rock, sacaría a la venta la próxima semana. Era bastante bueno, la letra era sensacional y fresca, y eso era poco decir. 

De repente, el ruido y pánico proveniente de no tan lejos las alerto a ponerse de pie. 

— ¿Qué está pasando?

Inmediatamente fueron a un lugar apartado, los sanitarios, por suerte tenían sus trajes de vigilantes en un apartado de su mochila. Y pensar que hace unas horas habían llamado histérica a Barbara. Tenía razón, los criminales no dejaban tomar ni un respiro.

Llegaron al origen del escándalo, en ese momento fue en el que Batgirl recordó lo que Batman le había contado. Las sirenas. Aquellas llamadas una amenaza, bebían alcohol arriba de la barra, cantando despechadamente al  lado de una lámpara de techo destruida. 

— Les advierto. Deténganse a menos que quieran una buena batalla. —Exigió La Cazadora severamente, mientras crujia sus nudillos. El equipo contrario parecía pensarlo, y sin mucha racionalidad dentro de sus cabezas se acercaron tambaleándose a las Birds of prey.

Harley con seguridad dio un paso adelante. —¿Quieres un poco de esto? —Se mostró con sus manos orgullosa de sí, exhibiendo lo borracha que estaba.

— Ven aquí, payasa. —Helena Bertinelli se puso en posición de pelea, lista para dar el primer golpe, pero al contrario de lo que esperaba, su contrincante se puso a bailar.

Poco a poco la previamente gente asustada se empezó acercar aclamando y alentando a una competencia de baile. Las personas eran un tanto extrañas, en un momento huían por su vida y en otro aplaudían para que villanas y heroínas se animaran a bailar.

 Ambos bandos se miraron entre sí. Empiezo una batalla legendaria.

🐾🌱♦️

Un dia por la tarde a Selina le llegó una invitación particular de Bruce Wayne, le impresionó lo inteligente que fue para que ninguna de sus dos compañeras de habitación se diera cuenta de aquella tarjeta. ¿Cómo había hecho para que llegara a sus manos? Como sea, el era Batman, podía hacer lo imposible. Sonrío y abrazo la carta como si fuera una adolescente enamorada.

Horas después, ambos adultos se encontraban reunidos comiendo a solas uno de los primorosos platillos del mayordomo de la casa. Las velas en la mesa y el bajo tono de luz le daban un toque romántico, solo faltaba la melodiosa música para completar la velada. 

Bruce había reunido suficiente valentía para lo que estaba apunto de hacer, no existía vuelta atrás. Y con todas las fuerzas del mundo se levantó del asiento y aclaró su garganta para lo que estaba apunto de decir.

Guau, no puedo creerlo, ¡el último capítulo del año! No tengo que decir más que agradecer a quienes leen este fanfic y felices fiestas decembrinas.

¡Nos vemos hasta el próximo año!