🌱🍃Capitulo 14🌱🍃

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El espantoso azote repentino hizo rebotar el líquido caliente de la taza del primogénito de los Wayne. Sin mencionar, que era interrumpido en su limitado descansó, apoyo su brazo en su pierna y puso atención a su hijo menor.

—¿ENLOQUECISTE PADRE? No puedo creer que de verdad tomes en serio casarse con una criminal. —Damián fulminó el ceño.

Bruce en cambio, se veía relajado, esperaba una reacción negativa similar a la que tenía en frente.

—Aunque no lo creas Damián, ha cambiado mucho más de lo que creés. Y si me disculpas tengo un partido que terminar de ver, quien quiera que jueguen. —Dijo para poner atención a su celular en vez de la televisión.

El niño muy decepcionado de su figura paterna se retiró negando con la cabeza. Cuando escucho el sonido de la puerta suspiro. Sabia que debía llamar a la mujer que él necesitaba. Solo así entendería las cosas.

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Desde arriba de los tejados se podía visualizar un cielo nada particular de Gotham, era como estar en otra ciudad diferente. Era una linda ventaja en el patrullaje de la tarde.

—Escuche sobre la nueva noticia. —Detrás de él apareció su madre.

— «TT» —Giro a su dirección —. ¿No estas enojada por eso?

Ella tardo en responder.

—Supongo que tu padre debe estar enamorado y... ¿feliz? —Se acercó a su hijo para acariciarle suavemente la mejilla. —Con eso basta para mí y también debe bastar para ti.

Por un momento Robin se quedó reflexionando todas sus acciones y reacciones, podría estar equivocado, pero eso solo era una suposición.
Luego de unos minutos cambiaron de tema, el compañero de Batman le contó todo lo que tuvieron que pasar con la gata y sus tontas secuaces; lo del parque, el laboratorio, el diamante Russifer... Ahí fue cuando su madre lo detuvo y pudo total atención.

—¡¿El diamante Russifer?! ¡¿El original?!

—Sí —. Afirmó con cierta duda.

Vio como poco a poco su mamá fruncía la mirada y se alejaba de la realidad. De un momento a otro se reincorporo y se fue sin siquiera despedirse.







Al llegar la noche todavía no había pistas de villanos, ni siquiera de ladrones inteligentes. Era total desperdicio para sus grandes habilidades disciplinarias.

Una sombra se poso detrás de él.

—¿Qué haces aquí? —Preguntaron al mismo tiempo. Catwoman se sentó al lado de él.

— Fui de compras.  —Respondió primero enseñando un par de bolsas. El pequeño niño testarudo pareció ignorarla. Tomo aire, se levantó y hablo. —Ven conmigo.

—No.

—No era una sugerencia. —Hablo con una sonrisa en su rostro. En cambio Damián resolló.

La siguió hasta unos callejones. ¿Por qué estaban ahí?, se preguntaba. Escucho unos maullidos, eran gatos, Selina alimenta a los gatos callejeros. También a las personas sin hogar; les daba unos cuántos panes y unas prendas holgadas.

La fémina, al notar que su acompañante no dejaba de mirarla bromeó.

—Lo pagué, lo juro. —Alzo sus brazos en modo de defensa. Pero no fue suficiente, se notaba que el enmascarado no tenía sentido del humor, así que intento con otra cosa. —¿Te gustaría alimentar a Yoyo? Te advierto que es muy rebelde y jamás he logrado domarlo.

—¿Por qué seguir intentándolo? — Pregunto después de recibir un par de rasguños del minino.

—Porque le tengo un gran cariño. —Selina observo lo rápido que el gatito gris se dejó acariciar por el héroe. —Y vale la pena. —Susurro complementando su frase.






GOTHAM CITY SIRENS [ Brucelina/Harlivy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora