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Gianna(27 de mayo del 2021)

El almuerzo estuvo entretenido. Todo fue muy llevadero, Max recibió halagos por su comida, lo cual respondió con frases egocéntricas dignas de él.

Además, seguí a lo que sugirió. Hablé uno por uno con los chicos diciendo que iba a apoyar a sus equipos.

Se lo creyeron, porque armé un discurso con buenos argumentos.

¿Cómo terminó el asunto?

Con lo que suele pasar, Max ganando. Si, mis amigos fueron a burlarse en la cara de Verstappen.

Creí que él me iba a delatar pero no lo hizo, incluso aparento estar molesto y les siguió el juego. Aunque en su interior probablemente sonreía porque había ganado.

Como consecuencia teníamos una cita pendiente. La cual quedó pactada para dentro de dos días, dado a que Max iba a reunirse con su familia.

Todos se fueron casi a las cinco de la tarde, incluido Max. Lo cual era bueno para mi bienestar emocional, porque no podía jugar a tenerlo a mi alrededor y permanecer relajada.

Ya estaba al borde de la cuerda floja y era más que evidente. Max lo sabía, claramente, y sabía que iba a empezar a jugar todas las cartas que pudiera.

Porque si, ya admitía para mi misma que Max Verstappen me atraía.

Lo cual era un gran paso para mi, sin embargo quería demorar un poco más las cosas y hacer sufrir a Verstappen para que su ego no creciera tan rápido.

Con lo que iba conociéndolo, creo que podría escribir un libro entero basado en él y su gran ego. Además quizás ganaría mucho dinero.

Hice una limpieza masiva en mi departamento. Mientras tanto analizaba cómo Skyler podía dormir tanto. Más que a verme a mi, llegó para hacerle compañía a la cama de la habitación de invitados.

Escuché que mi celular sonó y me encontré un mensaje de Charlotte.

>>Tus hijos están jugando y ya no los aguanto.

>>¿Puedo pasar a visitarte como si no nos viéramos en años?

                                 Te compadezco<<

                          Ven cuando quieras<<

Bloquee el celular y concluí la limpieza. Tocaron el timbre y me apresure a abrir.

—Hola Gianna— no debí abrir sin preguntar.

—¿Qué quieres?— cuestione de mal humor.

—¿Así me recibes? Que decepción dulce Gianna— dudaba de que mi paciencia durara mucho.

—¿Cómo mierda sabes donde vivo?— del mal estar no me puse a pensar en eso.

—Bueno, vengo viendo mucho de ti últimamente. Resulta que cierto amigo tuyo mencionó que eran vecinos, aunque luego lo negaron. Pero estaba claro de que era verdad... ¿Me dejarás entrar?— negué y bloquee la entrada.

—No, no tienes nada que hacer en mi casa. Vete— le exigi, él sonrió y se apoyó sobre el marco de la puerta.

—Si que estás mucho mas guapa Gia, los años te sientan bien. Es una lástima que estés siendo tan mal educada con alguien que pasó años contigo ¿No extrañas los viejos tiempos?— apreté mis puños con fuerza.

—No juegues con mi paciencia Brad— sonrió, intentó acercarse pero retrocedi.

—No juegues a ser valiente, no conmigo, esta más que claro que haras lo de siempre. Echarte a llorar como una niña.

Promesas * Max Verstappen *Where stories live. Discover now