37

885 76 41
                                    

Max

Gianna había viajado a ver a su familia, pero yo no pude viajar con ella, lo cual me hizo sentir algo culpable. Después de todo estaba haciendo algo a sus espaldas.

Gwen y Mary estaban a cargo de la remodelación del lugar. Pues resulta que hacerlo de forma anónima no me duro mucho, Regina, la directora de la casa hogar donde se estaban quedando mis niños, supo de forma inmediata que se trataba de mi y me llamó.

Lo bueno es que no le dijo nada a Gianna.

— Bien, eso es todo Max... en cuestión de un mes todo debería estar más que listo.

Gwen terminó de mostrarme los planos, por suerte ellas dos tenían buen gusto. Una parte de mi quiso pedirle ayuda a Gianna por momentos, pero quise hacerlo por mi cuenta. Así que estaba siendo asesorada por esas dos chicas.

—Recuerden por favor no difundir información sobre esto —ambas negaron de inmediato.

— Tranquilo, para eso está el acuerdo de confidencialidad y además respetamos las decisiones de quienes nos contratan.

Asentí y caminé alrededor del lugar una vez más, los niños estaban en clases, así que no los vi. Fui a la oficina de Regina, pedí hablar con ella al llegar, dijo que me esperaría allí. Entre con cuidado y señaló la silla que estaba frente a ella, quería pedir un permiso para festejar con Isabella y Gian el cumpleaños de la pequeña.

Faltaban solo dos días, se suponía que Gianna estaría de vuelta, aún no había mencionado mi idea con ella.

Sin embargo, me lleve una sorpresa cuando ella dejo una carpeta frente a mí.

No mencione nada cuando la tomé entre mis manos, pero por algún motivo mi cuerpo estaba temblando, como si supiera que podía ser.

Requisitos de adopción.

Esa fue la primera oración que leí, levanté la cabeza para ver a Regina y ella me sonrió.

— Yo...

— Supuse que eventualmente lo querrías, no es que te esté presionando. Pero no es un proceso que lleve solo algunos días, por lo cual deberás estar preparado eventualmente.

Si, pude ver que era una lista extensa, no estaba preparado mentalmente para leerla allí.

— ¿Puedo llevarla?

—Por supuesto... ¿Para qué querías hablar conmigo?

— En dos días es el cumpleaños de Isabella, quería saber si podía organizar algo que involucre a todos los que están aquí.

– No solemos festejar los cumpleaños de forma individual Max.

— Por eso pensé en un cumpleaños para todos, un festejo grupal.

Ella sonrió.

— De verdad pensaste en algo ¿No es así?

— No voy a mentir, no estoy acostumbrado a que me digan que no. Así que pensé en muchas alternativas.

— Bien, te escucho. 

Después de unas horas, me estaba yendo, pero me encontré con Gian. El estaba entrando después de clases, sonreí al verlo, pero él suspiró, como de costumbre.

— Hola ¿Cómo has estado? — me miró  a los ojos.

— Bien, gracias... tengo algo para ti.

Dejó su bolso en el suelo y lo abrió, para entregarme una hoja escrita a mano por él.

Promesas * Max Verstappen *Where stories live. Discover now