42

951 82 57
                                    

Max

Que la primer expresión al verte de la persona que amas,  sea miedo, era una mierda.

En ese preciso instante odie ser quien era, me odie por ser uno de los causantes de que ella estuviera ahí.

Fue justo en ese momento cuando me volví consciente del todo sobre aquella situación.

Mi padre había provocado todo aquello, la persona que me había criado, fue el culpable. Sabía, muy dentro mío, que en cuanto Gianna me contará toda la verdad, Jos sería otra persona para mi.

— ¿Qué haces aquí? No puedes estar aqui— comenzó hablando con desesperacion.

La puerta permanecia cerrada, le pedí a Regina y a Charles que mantuvieran alejados a los niños de aquella habitación.

— Tenemos que hablar Gianna.

— Termine contigo, no somos nada. No puedes estar aquí— caminó hasta la puerta y me interpuse.

— Lo siento cariño, pero se que tu y yo no hemos terminado. Yo no estuve de acuerdo, y no lo estare, porque la única forma de conseguir que yo acepte que esto debe terminar es si dejas de amarme y se que eso no es así. Entonces,  no hemos terminado.

— Si, lo hicimos.

— ¿Qué te dijo Jos? Podríamos empezar por ahí antes de seguir con este juego tonto de si hemos terminado o no. Y se madura, no me salgas con que no paso nada porque se que si hay algo. Así que debes hablar Gianna, se supone que estamos juntos en esto— me miró a los ojos, aun con esa expresión de miedo.

— ¿Juntos en qué Max? ¿Por que estuviste viniendo a este lugar? ¿Por que venias a ver a los niños?

Podía ver la duda allí, ella debía sospecharlo, pero seguramente quería escucharlo.

— He comprado una casa, una casa para nuestra familia Gianna. Tuya y mía.

— Tu... ¿Como puedes estar tan seguro de que esto es lo que quieres?

— Porque se identificar lo que siento, porque se que no puedo dejar de sonreír cada vez que veo a ese par. Cada vez que estuve  aquí dentro, dibujando o hablando con Isabella, me sentia realizado. Y cuando conseguí que Gian me sonriera, fue igual. Y ni hablar de las veces que he pensado en esto y repetí sus nombres, Gian Luca Verstappen  e Isabella Verstappen... se siente como si debiera ser así, y quiero que sea así. Pero no seremos solo nosotros tres, tienes que ser tu. Quiero que hagamos juntos esto y estoy tan seguro de que te sientes igual. Porque de lo contrario no estarias aquí, cuidándolos como lo estás haciendo. Estas protegiendo a tus hijos, pero es un error que me estés ocultando información porque también son mis hijos.

Mientras decía eso, yo estaba llorando y ella también comenzó a hacerlo. Pero parecía ligeramente más relajada que cuando me vio al principio.

— Él envió a alguien para que hiciera esto y dijo que si no me alejaba de ti, iba a enviar a alguien a hacer lo mismo con Isabella o que volverían por Gian.

Mi respiración comenzó a cortarse. Pensarlo era una cosa, escucharlo de forma tan directa era completamente diferente.

Jos verdaderamente envió a alguien para golpear a mis chicos. Era el verdadero objetivo de él, que ellos sufrieran.

— Yo... yo...

No podía respirar, mis párpados estaban  cada vez más pesados y todo lo que podía hacer era llorar.

Era mi culpa.

Era mi culpa.

— Es mi culpa.

— No es tu culpa Max, y yo fui una idiota por irme y no decirte nada. Cuando tu ibas  a mantenernos a salvo, pero estaba desesperada. Él apareció a mi departamento, yo estaba saliendo después de que Regina me llamó porque Gian estaba en el hospital. Y él estaba allí afuera y me dijo que antes de ver a Gian debía escucharlo y tuve que quedarme a oírlo en cuanto supe que él había provocado eso. Y luego vine corriendo hasta aquí, sin pensar en nada. Cuando lo vi golpeado me sentí aterrada y tuve que actuar como él lo pidió. Lo siento Max, lamento no haberlo dicho, pero esto no es tu culpa, no es culpa de ninguno de nosotros.

Promesas * Max Verstappen *Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ